El castillo de las Paleras (Murcia)
21/2/07 .- laverdad.es
Desde la carretera que enlaza con Mula se ven los lienzos de la muralla que abrazaba el poblado de La Mota o castillo de las Paleras. Hasta el siglo XIII, bajo el dominio de Al Andalus, Pliego fue prototipo de población fortificada: se alzaba en el castillo de Las Paleras, a 500 metros de la verdadera fortaleza de Pliego, una de las más relevantes del Reino de Murcia. Tenía en los flancos seis torres cuadradas y rectangulares, y una mayor que todavía conserva su volumen, adosada a una muralla «de catorze tapias en alto y es maçiça fasta las seys, e tiene sobrados tres de aposentamiento y ençima el techo de madera y terrado» según la descripción de Francisco de León en el año 1468.
Desde las almenas se controlaba el acceso por el curso medio del Segura y los campos de Lorca, y a sus piés, sobre los cabezos del Rollo y del Cinto que miran el valle de Mula, se asienta Pliego, cuna de los albaricoques más jugosos. Antes se regaban con agua del Sangrador de las Anguilas y la fuente del Barbol, que surtían de anguilas y de barbos a los vecinos. A mediados del siglo XIX se recogían anualmente 800 fanegas de trigo, 4.200 de cebada, 4.000 de maíz, 52 de centeno, 4.000 de aceite y 40.000 de vino. Además, las tierras producían cáñamo de gran calidad, lino, legumbres y hortalizas. Habían cinco molinos harineros, uno de aceite, dos fábricas de aguardiente y varios telares; habituados a la arriería, numerosas recuas surtían a la capital y a los cortijos próximos de carbón vegetal. El censo era de 850 vecinos.
Desde las almenas se controlaba el acceso por el curso medio del Segura y los campos de Lorca, y a sus piés, sobre los cabezos del Rollo y del Cinto que miran el valle de Mula, se asienta Pliego, cuna de los albaricoques más jugosos. Antes se regaban con agua del Sangrador de las Anguilas y la fuente del Barbol, que surtían de anguilas y de barbos a los vecinos. A mediados del siglo XIX se recogían anualmente 800 fanegas de trigo, 4.200 de cebada, 4.000 de maíz, 52 de centeno, 4.000 de aceite y 40.000 de vino. Además, las tierras producían cáñamo de gran calidad, lino, legumbres y hortalizas. Habían cinco molinos harineros, uno de aceite, dos fábricas de aguardiente y varios telares; habituados a la arriería, numerosas recuas surtían a la capital y a los cortijos próximos de carbón vegetal. El censo era de 850 vecinos.
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