Patrimonio paraliza el «camino piloto» de la muralla de Xàtiva hasta tener todos los informes

El ayuntamiento quería iniciar el revestimiento del hormigón para aplacar las críticas


El Ayuntamiento de Xàtiva no podrá realizar el tramo-piloto del camino de hormigón de las murallas de Levante en tanto los técnicos de Patrimonio no tengan ultimados todos los informes. La orden de paralización decretada por la conselleria impide realizar ninguna obra, tal como reconocieron ayer fuentes municipales, que insistieron en que el aspecto actual del camino «no es el definitivo» y que, por tanto, hubieran preferido que la conselleria les permitiera terminar un tramo «para mostrar cómo quedará la obra en realidad, porque ahora es como un edificio en construcción», insistieron las mismas fuentes del ayuntamiento.


Ante la oleada de críticas vecinales por la construcción de una plataforma de hormigón sobre la senda que recorría las murallas medievales, el equipo de gobierno de Alfonso Rus anunció que esta semana se terminaría un tramo-piloto.
La obra incluía el revestimiento de unos diez metros de plataforma con aplacados de piedra, mampostería y jardineras corridas: «Estamos convencidos de que cuando se pueda ver cómo quedará, mucha gente ya no opinará igual», recalcaron fuentes del equipo de gobierno de Xàtiva.

Por otra parte, ahora se ha sabido también que los expertos de Patrimonio detectaron en su reciente visita al entorno de las murallas que se habían realizado movimientos de tierras irregulares a la altura de uno de los torreones de la calle Carneros por donde discurre el hormigonado. En este punto, encontraron motivos para la preocupación, según ha podido confirmar este diario. Además de los movimientos de tierra efectuados sin las correspondientes catas arqueológicas, en este punto, que sirve paso de una parte a otra del conjunto amurallado, se ha podido cubrir de hormigón algunos restos del lienzo medieval.

Informes de los técnicos

Todo ellos deberá quedar reflejado en los informes que redactarán los técnicos de la conselleria para evaluar el impacto de la nueva estructura sobre el entorno de las murallas. Estos expertos tendrán la última palabra respecto al futuro del camino de hormigón, que en algunos puntos alcanza los dos metros de altura. Mientras los técnicos de la conselleria analizan la situación, dentro del equipo de gobierno empieza a ser mayoritaria la opinión de que, ante la proximidad de las elecciones y como forma de aplacar las críticas, la salida «más inteligente», aseguran las fuentes consultadas, podría ser la reversión de las obras.