La Rioja: Dos torres fuertes precedieron a la muralla medieval, según Maite Álvarez Clavijo

Dos torres fuertes precedieron a la muralla medieval, según los estudios de Maite Álvarez Clavijo
| SANTO DOMINGO | Queda al descubierto, tras una exhaustiva investigación, que el muro defensivo estuvo en construcción muchos siglos


La historiadora María Teresa Álvarez Clavijo ha entregado al Ayuntamiento el estudio histórico sobre la muralla medieval de la ciudad que le fue encargado y en cuya labor ha invertido un año. En ese tiempo, ha recopilado información de la muralla -«por cierto, mucha más de la que esperaba que hubiera», reconoce- en numerosos y notables archivos, desde el municipal de Santo Domingo de la Calzada al Histórico Provincial de La Rioja, pasando por el de la Chancillería de Valladolid, el Real de Simancas, el Histórico Nacional e Histórico Militar de Madrid.

Muchas son las novedades descubiertas por Álvarez Clavijo, destacando que con anterioridad a la construcción de la muralla «hubo dos torres fuertes en lo que hoy es el casco histórico; una en el barrio nuevo y otra en el barrio viejo». Aunque, por desgracia, sólo se ha podido constatar dónde estuvo una de ellas, «junto a lo que es la llamada Casa Carnicería, cuyo edificio aún sigue en pie, enfrente de la Casa de Trastamara». En torno a esas torres se fue creando lo que ahora es la ciudad de Santo Domingo de la Calzada.

La historiadora también ha podido concluir que «a pesar de que se pensaba que la muralla se construyó en torno al año 1367 ó 1369, a través de la documentación se demuestra que eso no fue así. Porque en el siglo XVI están rehaciendo muros continuamente, porque se les caen por causa de mala cimentación o de malos materiales». Lo que sí ha quedado bastante claro es que «la zona de la muralla que está en pie puede ser original».

También han quedado resueltos algunos interrogantes acerca de las puertas que permitían traspasar la muralla defensiva de la ciudad, las cuales no fueron abiertas al mismo tiempo sino más bien de una forma escalonada.

La autora del estudio señala que «las puertas de barrio viejo, barrio nuevo, Margubete y La Puebla sí que se pudieron abrir conforme se construyó la primera muralla. Pero la que se corresponde con la actual calle Pinar se abrió en el siglo XVI y la del mercado, que es la que está bajo el Ayuntamiento, en el XVII».

Puerta del mercado

Este último caso tiene también su propia historia. «Como la puerta de Margubete, que daba acceso a la Plaza del Mercado (actual Plaza de España), tenía un pasadizo por debajo del Palacio Episcopal, el obispo a veces no lo abría y el acceso más corto al mercado quedaba inutilizado, por ello se debieron plantear el abrir esta puerta». señala Maite Álvarez Clavijo.

También ha quedado confirmada la existencia de un foso que rodeaba por completo la muralla: «Cuando se habla de las puertas se habla también de los puentes que tienen».