El diputado alavés de Cultura defiende Veleia y dice que hubo dudas «hasta en Atapuerca»

23/11/06 .- El Correo digital

Apoya la labor del equipo de arqueólogos de Eliseo Gil


El titular foral de Cultura de Álava, Federico Verástegui, se sumó ayer a quienes, como el catedrático Henrike Knörr, creen que los últimos hallazgos del poblado romano de Iruña Veleia causarán «una revolución maravillosa» en el País Vasco que afectará a la lingüística, a la historia, al arte y al estudio de las religiones. El diputado, muy implicado con un yacimiento que es propiedad de la Diputación y que su antepasado Jaime de Verástegui excavó en 1900, defendió ayer la labor del equipo de arqueólogos de Eliseo Gil. «No dudo para nada de su opinión», indicó, tras comprender la cautela de los profesores de la UPV ante los descubrimientos, «porque hasta a los arqueólogos de Atapuerca les surgieron dudas».

Verástegui reconoció ayer que ha encontrado «apasionante» el debate que en los últimos días han liderado los académicos Joaquín Gorrochategui, Joseba Lakarra y Juan José Larrea, que han expresado a través de EL CORREO algunas preguntas de difícil solución que plantean los 'graffiti' de Veleia. Los lingüistas y el historiador han solicitado «cautela» y «paciencia» antes de dar por hecho que tanto las inscripciones que incluyen el calvario posiblemente más antiguo del mundo como los texto en euskera datan del Bajo Imperio romano, de los siglos III o IV.

«Cada científico tiene su propia historia. Lo interesante es que se genere opinión; lo triste, que algunos piensen que se están poniendo en cuestión los hallazgos», zanjó Verástegui. Para el diputado, el contenido de las piezas es «tan chocante, tan revolucionario, que es normal que a todos nos entren dudas».

Muchas pruebas

El responsable de Cultura defiende la labor del Eliseo Gil y su equipo, de quienes dice que no sólo han actuado con «una discreción encomiable», sino que han realizado más análisis de laboratorio de los necesarios. «Las pruebas estratrigráficas -estudios sobre rocas y sedimentos- son uno de los métodos arqueológicos principales, hablan de la correspondencia temporal y servirían para cualquier hallazgo. Quiero decir que si lo que se hubiese encontrado fuese un hacha y unas flechas, nadie habría cuestionado la datación», explica.

No obstante, Verástegui asegura que los arqueólogos han realizado exámenes de verificación adicionales «que pueden despejar ese 10% de dudas que puede haber». Tras insistir en que científicos internacionales se han quedado «absolutamente maravillados» con los conjuntos epigráficos del poblado alavés, recuerda que entre la caída del Imperio Romano y el siglo XII apenas hay testimonios escritos de lo que sucedió en Álava, por lo que «cualquier hipótesis cabe». Y en este sentido anunció que de Veleia surgirán nuevas «ideas» que deberán analizarse en un congreso internacional.

Por otra parte, la directora del Museo de Arqueología de Álava, Amelia Baldeón, se mostró contraria a que los investigadores aireen sus dudas en la prensa. «Hay muchísimo ruido y no es nada bueno para la investigación, para el patrimonio arqueológico de Álava y para la arqueología en general».

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