La restauración de Santa María se amplía a la cabecera y el crucero (Zamora)
4/11/06 .- El norte de Castilla
La Fundación del Patrimonio aportará 308.905 euros para la nueva intervención, que se suma a la iniciada en la nave de la iglesia
La Fundación del Patrimonio de Castilla y León asume la mayor parte de una nueva intervención restauradora de la iglesia románica de Santa María de Azoague, que afecta a toda la cabecera y crucero del templo y que prácticamente se solapará con la recientemente iniciada en la cubierta de la nave y los muros exteriores de ésta.
El vicepresidente de la Fundación del Patrimonio, Matías Pedruelo Díez, acudió ayer al templo románico para asistir al inicio de las obras, acompañado por el alcalde, Manuel García Guerra, y el párroco de la iglesia de Santa María.
La nueva intervención supone una inversión de 370.000 euros, de los que la Fundación aporta 308.951 euros, mientras que la parroquia contribuye a las obras con 36.640 euros y el Ayuntamiento de Benavente aporta 24.426 euros.
La principal aportación de este proyecto es la restauración de las cubiertas de los ábsides, así como los brazos del crucero y el primer tramo del presbiterio, además de la mejora en los muros de piedra del transepto y los ábsides.
En su recorrido por el templo, tanto en el interior como en el exterior, el vicepresidente de la Fundación de Patrimonio de Castilla y León explicó que las cubiertas se van a ver renovadas con piezas de piedra en lugar de las actuales de teja árabe roja, lo que supondrá recuperar el estilo inicial de este templo románico y dejar al descubierto los volúmenes originales, muy perdidos en la actualidad debido a las sucesivas reformas.
Los criterios generales de la intervención tienden a recuperar en la medida de lo posible los materiales originales, como en lo referente a las cubiertas de los ábsides. Cuando no sea posible esta recuperación por causa del deterioro, se tratará de aplicar la técnica constructiva más compatible con la empleada cuando la iglesia se erigió en el siglo XII.
Como trabajo complementario, se van a aprovechar los andamios y otros medios auxiliares para estudiar los muros, lo que servirá para recoger documentación sobre las marcas de cantería y conocer las fases constructivas del edificio, datos que permitirán acercarse más a su historia.
En esta intervención, la Fundación del Patrimonio tiene previsto realizar un análisis de la piedra utilizada en la construcción, de manera que se conozcan sus características y con ellas sus procesos de degradación.
Estos análisis contribuirán a disponer de un sistema más específico en el mantenimiento del edificio para asegurar su conservación, además de conocer las necesidades que la restauración que ahora se pone en marcha tenga que cubrir.
Para asegurar los muros del transepto y los ábsides, especialemente en aquellas zonas donde están más degradados, se ha previsto realizar la preconsolidación, la limpieza, consolidación, patinado y entonación de la piedra, además de una protección posterior.
Precariedad
En la actualidad, el crucero de la iglesia de Santa María se encuentra en un estado de conservación muy precario, ya que una buena parte de la superficie de los muros presenta pérdidas importantes.
Las cubiertas de los ábsides están en mal estado, de manera que hay filtraciones y humedades, debido a las cubiertas actuales, que son inadecuadas para la conservación del edificio, cuestión por la que se ha previsto su sustitución.
Con las obras iniciadas recientemente ya se han hecho excavaciones alrededor del edificio para conocer el origen de las humedades que afectan a los muros, de manera que esta nueva intervención resolverá humedades en otra parte del templo.
La Fundación del Patrimonio de Castilla y León asume la mayor parte de una nueva intervención restauradora de la iglesia románica de Santa María de Azoague, que afecta a toda la cabecera y crucero del templo y que prácticamente se solapará con la recientemente iniciada en la cubierta de la nave y los muros exteriores de ésta.
El vicepresidente de la Fundación del Patrimonio, Matías Pedruelo Díez, acudió ayer al templo románico para asistir al inicio de las obras, acompañado por el alcalde, Manuel García Guerra, y el párroco de la iglesia de Santa María.
La nueva intervención supone una inversión de 370.000 euros, de los que la Fundación aporta 308.951 euros, mientras que la parroquia contribuye a las obras con 36.640 euros y el Ayuntamiento de Benavente aporta 24.426 euros.
La principal aportación de este proyecto es la restauración de las cubiertas de los ábsides, así como los brazos del crucero y el primer tramo del presbiterio, además de la mejora en los muros de piedra del transepto y los ábsides.
En su recorrido por el templo, tanto en el interior como en el exterior, el vicepresidente de la Fundación de Patrimonio de Castilla y León explicó que las cubiertas se van a ver renovadas con piezas de piedra en lugar de las actuales de teja árabe roja, lo que supondrá recuperar el estilo inicial de este templo románico y dejar al descubierto los volúmenes originales, muy perdidos en la actualidad debido a las sucesivas reformas.
Los criterios generales de la intervención tienden a recuperar en la medida de lo posible los materiales originales, como en lo referente a las cubiertas de los ábsides. Cuando no sea posible esta recuperación por causa del deterioro, se tratará de aplicar la técnica constructiva más compatible con la empleada cuando la iglesia se erigió en el siglo XII.
Como trabajo complementario, se van a aprovechar los andamios y otros medios auxiliares para estudiar los muros, lo que servirá para recoger documentación sobre las marcas de cantería y conocer las fases constructivas del edificio, datos que permitirán acercarse más a su historia.
En esta intervención, la Fundación del Patrimonio tiene previsto realizar un análisis de la piedra utilizada en la construcción, de manera que se conozcan sus características y con ellas sus procesos de degradación.
Estos análisis contribuirán a disponer de un sistema más específico en el mantenimiento del edificio para asegurar su conservación, además de conocer las necesidades que la restauración que ahora se pone en marcha tenga que cubrir.
Para asegurar los muros del transepto y los ábsides, especialemente en aquellas zonas donde están más degradados, se ha previsto realizar la preconsolidación, la limpieza, consolidación, patinado y entonación de la piedra, además de una protección posterior.
Precariedad
En la actualidad, el crucero de la iglesia de Santa María se encuentra en un estado de conservación muy precario, ya que una buena parte de la superficie de los muros presenta pérdidas importantes.
Las cubiertas de los ábsides están en mal estado, de manera que hay filtraciones y humedades, debido a las cubiertas actuales, que son inadecuadas para la conservación del edificio, cuestión por la que se ha previsto su sustitución.
Con las obras iniciadas recientemente ya se han hecho excavaciones alrededor del edificio para conocer el origen de las humedades que afectan a los muros, de manera que esta nueva intervención resolverá humedades en otra parte del templo.
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