El Cuarto Real de Santo Domingo esconde un palacete nazarí que inspiró la Alhambra

Finalizadas las excavaciones, darán comienzo las obras de restauración integral del monumento

La última fase de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Cuarto Real de Santo Domingo, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), han ratificado la existencia de un conjunto palaciego nazarí anterior a la Alhambra, que sirvió de modelo para la construcción de ésta.

Esta última fase de excavaciones, que comenzaron el 11 de septiembre y se prolongaron hasta ayer, han ratificado la existencia de este conjunto palaciego nazarí y su vinculación con la Qubba, una especie de salón protocolo, considerado como la edificación más valiosa del Cuarto Real de Santo Domingo que se conserva junto al palacete del siglo XIX.

Aunque en un principio se creyó que la Qubba era una construcción aislada, las excavaciones realizadas en el último año permitieron descartar este extremo y confirmar su vinculación al entorno palaciego, según explicó hoy a los medios el director de las excavaciones, Alberto García Porras.

Finalizadas las excavaciones, darán comienzo las obras de restauración integral del monumento a cargo de la Delegación de Cultura de la Junta, explicó su titular, José Antonio Pérez Tapias.

El delegado avanzó que este proyecto "combinará muchos elementos, en primer lugar la Qubba, su joya más preciada, en segundo lugar los restos arqueológicos de su entorno palaciego y en tercer lugar el Palacio del siglo XIX, así como los jardines románticos que rodean el conjunto monumental".

Pérez Tapias calculó que el grueso de estas obras, que se consensuarán con el Ayuntamiento, propietario del inmueble, podrían terminar en un plazo de entre un año y medio a dos años, para cuando los granadinos podrán visitar ya este monumento, uno de los más desconocidos de la ciudad.

El Cuarto Real de Santo Domingo perteneció a las reinas moras y fue utilizado por los reyes musulmanes para recogerse en los días del Ramadán, si bien tras la Reconquista fue cedido por los Reyes Católicos al Convento de Santa Cruz.

En el siglo XVI pasó a manos de los Dominicos, que mientras construían su convento utilizaron la Qubba como capilla, lo que permitió conservar esta construcción en su totalidad hasta la actualidad.

Tras su desamortización, en el siglo XIX, y adosado a la Qubba, se construyeron varios edificios, entre ellos un palacete, bajo el que ahora se van descubriendo las ruinas de todo un conjunto palaciego nazarí.