Gran exposición recupera figura del rey Fernando el Católico, ensombrecido por Isabel I

Una gran exposición, formada por casi 260 objetos, recupera desde hoy la dimensión humana, histórica y cultural de Fernando II de Aragón, también llamado 'el Católico', un rey que, a pesar de sus valores políticos 'perennes', ha pasado de forma injusta a la historia a la sombra de su primera esposa, Isabel I.


Así lo demuestra la magna muestra, que se puede ver desde hoy hasta el 7 de enero en La Aljafería de Zaragoza, el principal palacio, y preferido, de los que conformaban la red de Fernando el Católico en todos sus territorios, y que está organizada por las Cortes de Aragón y la Diputación de Zaragoza para conmemorar el quingentésimo aniversario de la boda del rey con Germana de Foix, en segundas nupcias, tras la muerte de Isabel la Católica.

Enrique Sarasa, comisario de la exposición junto a Ricardo Centellas, insistió hoy en que el objetivo de la muestra 'Ferdinandus Rex Hispaniarum, Príncipe del Renacimineo' es recuperar la figura de este rey de Aragón, y de España, que ha quedado ensombrecido en ocasiones por la trascendencia que se le ha dado a su primera esposa.

Frente a la personalidad anticuada de ella, que pretendía continuar con la tradicional de los reyes de Castilla, Fernando II se dedicó, según Sarasa, 'a mirar al futuro y a gobernar e institucionalizar sus dominios con vistas a lo que se llevaba en los territorios del Mediterráneo'.

Mientras que Isabel I 'apenas mereció comentarios dentro de su reino', la vida y obra de Fernando sí que trascendió hasta el punto de que hasta Maquiavelo 'elogió su arte de gobernar'.

El presidente de la DPZ, Javier Lambán, historiador, se refirió a la conveniencia de la muestra para desmontar 'algunas mitologías' que contribuyeron a que la historia ignorara desde siempre al personaje, cuando la unión dinástica de Fernando e Isabel otorgaba a sus territorios, el Reino de Aragón por un lado y Castilla por otro, un nivel de independencia 'que ahora haría las delicias de Carod-Rovira' (el líder de ERC), ironizó.

Elegir pues la efemérides de su segundo matrimonio para esta exposición tiene un 'componente provocativo' que pretende demostrar, también, que sus dos enlaces estuvieron al servicio del interés de su Reino, el de Aragón.

Pero al mismo tiempo quiso dar una dimensión europea a su política, impregnada de las ideas universales del Renacimiento y del Estado Moderno al que contribuyó a pasar desde la Edad Media, valores que, según Lambán, son 'perennes y eternos'.

Fernando, engendrado en El Frasno, nacido en Sos (Altas Cinco Villas), bautizado en la Catedral de La Seo de Zaragoza y huésped en La Aljafería fue, ante todo, un Rey de Aragón que, además, supo manejar como nadie la imagen del poder y 'el poder de la imagen' al colocar por todos los rincones de su reino su logotipo, el yugo y las flechas, como una forma de unir los territorios que lo formaban, explicó Centellas.

Todo ello se puede contemplar de forma exhaustiva en esta exposición, que ocupa todo el espacio histórico del Palacio de La Aljafería, donde se pueden ver pinturas, esculturas, códices, cerámicas, espadas, armaduras, libros o mapas de muy diversa procedencia: desde el Museo Arqueológico Nacional al de Bellas Artes de Poitiers, la Biblioteca Nacional de París, el Museo Textil de Lyon, la British Library de Londres o el Museo del Ejército.

Además de exponerse piezas restauradas ex profeso para esta muestra, hay otras que no se habían visto nunca en público al pertenecer a colecciones privadas.

Se han habilitado trece espacios expositivos bajo epígrafes sugerentes como 'Un palacio para un rey', 'El ojo que ve a través del ciego', 'El linaje, la estirpe', 'La coexistencia con las minorías', 'El señor de la guerra', 'El studiolo del Rey', 'La invención de la divisa y del blasón', 'El político don Fernando', 'Ser fiel a la naturaleza', 'La conquista del Paraíso', 'El poder del libro', 'Fama y memoria' y 'Del parlamentarismo medieval a la democracia actual'.

El presidente de las Cortes, Francisco Pina, insistió en la magnitud de la figura política de Fernando II y mostró su deseo de que la importancia de la muestra, que será presentada en Madrid, Barcelona y Sevilla, llegue incluso más allá de las fronteras españolas.