Tres nuevos monumentos leoneses han ingresado en la Lista Roja de Hispania Nostra
2/11/14 .- http://www.diariodeleon.es/
Tres nuevos monumentos leoneses han ingresado en la Lista Roja de Hispania Nostra
Dos templos en Crémenes y Santa Lucía de Valdueza y la cerca de Almanza ingresan en la Lista Roja y consolidan a León como la provincia con mayor número de monumentos en estado de ruina.
Tres nuevos monumentos leoneses han ingresado en la Lista Roja de Hispania Nostra por su lamentable estado de conservación. La iglesia de Crémenes, hoy corral de ganado, la de Santa Lucía de Valdueza, devorada por el fuego y abandonada, y la cerca medieval de Almanza, víctima del feísmo, consolidan a León como la provincia con mayor número de monumentos en ruina: 37 en total, después de que seis hayan logrado su ‘redención’ tras las preceptivas obras de restauración. Sin embargo, la nómina de iglesias, palacios y construcciones históricas abandonados o al borde del desplome es, desafortunadamente, mucho más larga que la que recoge Hispania Nostra, asociación que ha intentado ser desacreditada en varias ocasiones por la Junta, administración con plenas competencias en materia de patrimonio.
El problema es que ni siquiera hay un catálogo riguroso sobre el estado de conservación del patrimonio provincial que permita conocer cuántos monumentos tienen los días contados y cuánto costaría salvarlos.
Aunque las instituciones ponen la excusa de la crisis y los consiguientes recortes presupuestarios para justificar la falta de inversiones en patrimonio, lo cierto es que sí hay dinero, por ejemplo, para poner un ascensor turístico en la catedral de Valladolid, que ha supuesto una inversión cercana al millón de euros, financiado en buena parte por la Junta. Por el contrario, decenas de ermitas, casonas solariegas o castillos de León llevan décadas sin recibir subvenciones y no han visto una obra en siglos.
La antigua iglesia parroquial de Crémenes, del siglo XIV, ha sido establo de vacas en los últimos años; y su baptisterio, un corral de gallinas. La iglesia, que carece de protección —ni siquiera es Bien de Interés Cultural (BIC)—, se encuentra en situación de ruina, con la cubierta prácticamente hundida. El edificio, de estilo neorrománico, contiene un retablo del siglo XVIII. La iglesia de Santa Lucía, mencionada ya en la documentación medieval, se asienta previsiblemente sobre los restos de un antiguo monasterio. Los objetos de valor de la iglesia se trasladaron al Museo de Astorga y pocas semanas antes de que el pueblo quedara deshabitado por completo, en diciembre de 1970, un incendio dejó definitivamente sentenciado el edificio, que nunca fue reconstruido. El abandono y los expolios hicieron el resto.
La cerca medieval de Almanza, del sigo XII, de la que se conserva una de las puertas de entrada a la muralla, el arco sobre el foso, varios cubos y restos del palacio-castillo, así como el puente medieval sobre el río Cea, no se encuentra en las condiciones que exige un BIC. Según Hispania Nostra, «el estado de la cerca deja mucho que desear. Gran parte ha sido absorbida por las viviendas adosadas a ella; varios cubos del castillo-palacio han sido cubiertos y capeados con cemento y alguno está derrumbado. Los desprendimientos de cantos en el recinto están a la orden del día».
Los tres últimos monumentos leoneses incluidos en la Lista Roja dan una idea de la situación del patrimonio y el desdén de las instituciones.
Dos templos en Crémenes y Santa Lucía de Valdueza y la cerca de Almanza ingresan en la Lista Roja y consolidan a León como la provincia con mayor número de monumentos en estado de ruina.
Tres nuevos monumentos leoneses han ingresado en la Lista Roja de Hispania Nostra por su lamentable estado de conservación. La iglesia de Crémenes, hoy corral de ganado, la de Santa Lucía de Valdueza, devorada por el fuego y abandonada, y la cerca medieval de Almanza, víctima del feísmo, consolidan a León como la provincia con mayor número de monumentos en ruina: 37 en total, después de que seis hayan logrado su ‘redención’ tras las preceptivas obras de restauración. Sin embargo, la nómina de iglesias, palacios y construcciones históricas abandonados o al borde del desplome es, desafortunadamente, mucho más larga que la que recoge Hispania Nostra, asociación que ha intentado ser desacreditada en varias ocasiones por la Junta, administración con plenas competencias en materia de patrimonio.
El problema es que ni siquiera hay un catálogo riguroso sobre el estado de conservación del patrimonio provincial que permita conocer cuántos monumentos tienen los días contados y cuánto costaría salvarlos.
Aunque las instituciones ponen la excusa de la crisis y los consiguientes recortes presupuestarios para justificar la falta de inversiones en patrimonio, lo cierto es que sí hay dinero, por ejemplo, para poner un ascensor turístico en la catedral de Valladolid, que ha supuesto una inversión cercana al millón de euros, financiado en buena parte por la Junta. Por el contrario, decenas de ermitas, casonas solariegas o castillos de León llevan décadas sin recibir subvenciones y no han visto una obra en siglos.
La antigua iglesia parroquial de Crémenes, del siglo XIV, ha sido establo de vacas en los últimos años; y su baptisterio, un corral de gallinas. La iglesia, que carece de protección —ni siquiera es Bien de Interés Cultural (BIC)—, se encuentra en situación de ruina, con la cubierta prácticamente hundida. El edificio, de estilo neorrománico, contiene un retablo del siglo XVIII. La iglesia de Santa Lucía, mencionada ya en la documentación medieval, se asienta previsiblemente sobre los restos de un antiguo monasterio. Los objetos de valor de la iglesia se trasladaron al Museo de Astorga y pocas semanas antes de que el pueblo quedara deshabitado por completo, en diciembre de 1970, un incendio dejó definitivamente sentenciado el edificio, que nunca fue reconstruido. El abandono y los expolios hicieron el resto.
La cerca medieval de Almanza, del sigo XII, de la que se conserva una de las puertas de entrada a la muralla, el arco sobre el foso, varios cubos y restos del palacio-castillo, así como el puente medieval sobre el río Cea, no se encuentra en las condiciones que exige un BIC. Según Hispania Nostra, «el estado de la cerca deja mucho que desear. Gran parte ha sido absorbida por las viviendas adosadas a ella; varios cubos del castillo-palacio han sido cubiertos y capeados con cemento y alguno está derrumbado. Los desprendimientos de cantos en el recinto están a la orden del día».
Los tres últimos monumentos leoneses incluidos en la Lista Roja dan una idea de la situación del patrimonio y el desdén de las instituciones.
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