El mundo medieval y las poblaciones rurales centran el segundo día de debate sobre Alarcos

El mundo medieval, los archivos y las poblaciones rurales centran el segundo día de debate sobre Alarcos

En el ecuador de las IX Jornadas de Historia Local ‘Biblioteca Oretana’ – 1ª de Ciudad Real ·“Alarcos y su contexto histórico”, el que fuera director del parque arqueológico, Antonio de Juan García, habló sobre la fase medieval de Alarcos. .

Antonio de Juan inició su ponencia recordando como en el año 1984 se iniciaron los trabajos de investigación en el yacimiento arqueológico de Alarcos “que han permitido establecer una amplia secuencia cultural del yacimiento y aportar importantes novedades al conocimiento histórico”.

Para de Juan el presente trabajo es una “revisión de la fase medieval de Alarcos”. Las aportaciones surgidas tras los trabajos de excavación de los últimos años permiten establecer y ampliar la secuencia estratigráfica. Los vestigios arqueológicos evidencian la ocupación humana desde la Edad del Bronce hasta el final de la Baja Edad Media, con un largo periodo intermedio de despoblación en épocas romana y visigoda. Los trabajos de excavación y restauración han permitido recuperar buena parte de la muralla y del castillo medieval, obra de Alfonso VIII, destinada a la construcción de una nueva ciudad.

Además, Alarcos fue escenario de uno de los hechos de armas más significativos de la Edad Media peninsular: la batalla que enfrentó a cristianos y musulmanes el 19 de julio de 1195, y que ha permitido el descubrimiento de un conjunto de armas único. Tras este hecho, el poblamiento se restringe al castillo donde se documenta una fase del período almohade entre los años 1195 y 1212, es decir entre la batalla de Alarcos y las Navas de Tolosa.

Tras este período, Alarcos se va despoblando paulatinamente y su población pasa a la nueva ciudad, Villa Real, pero aún así, en Alarcos se consolida un poblamiento en torno a la ermita. Al mismo tiempo, en el castillo se documenta un taller de moneda fechado en la época de Alfonso XI.

El historiador aseguró que “el cerro de Alarcos constituye uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares de la región, no sólo por su extensión -22 ha de espacio intramuros- sino también por la importancia de sus restos ibéricos y medievales”.
Antonio de Juan, desveló que “los restos arqueológicos han confirmado un poblamiento islámico en el castillo, sin que por el momento hayamos podido concretar el momento exacto, califal o taifa, pero que viene a demostrar, tal como se cita en la leyenda sobre la dote de la mora Zaida, la existencia de un asentamiento consolidado”.

Debido a las limitaciones de tiempo, Antonio de Juan no profundizó excesivamente en lo concerniente a la batalla, asegurando que en el momento de producirse “Alarcos se encontraba en pleno proceso constructivo”, y que lo “mejor de la nobleza castellana murió en la batalla y quedó diezmada”.

De Juan incidió en que se “han descubierto restos muy reveladores de la batalla. En todas las zonas donde se ha excavado se ha producido una significativa recuperación de armamento procedente de la batalla. Junto a la muralla, se encontró un gran conjunto de despojos de huesos y armas, que fueron arrojados a la fosa de cimentación, aún abierta y en donde aparecían mezclados esqueletos humanos, probablemente cristianos, y de animales que aún contenían puntas de lanza incrustadas entre sus huesos”.

La presencia de Alarcos en el archivo municipal

En la segunda de las conferencias, Valeriano Villajos profundizó en los documentos del Archivo Municipal de Ciudad Real. Para Valeriano Villajos “Los documentos del archivo, además de formar parte del patrimonio municipal, constituyen una fuente histórica primaria para el estudio de la ciudad. En nuestro caso, Alarcos ya aparece en la carta de privilegio de fundación de la ciudad (la Carta Puebla) que es, a la vez, el primer documento del archivo”.

Villajos expuso en su ponencia que “después de un rastreo por las series documentales, sobre todo de las actas capitulares”, realizó “un recorrido desde el siglo XIII al XIX”, describiendo algunos documentos relativos a Alarcos, además del privilegio rodado del año 1255, una carta de privilegio, también en pergamino, del año 1647 concediendo licencia para gastar dinero en la fiesta de Alarcos.

Villajos García aseguró que “en los libros de actas municipales, que se inician en el año 1502, encontramos acuerdos sobre administración del Santuario, obras en la casa y ermita, celebración de la fiesta, rogativas a la Virgen de Alarcos, en definitiva, cualquier aspecto en que la ciudad, reunida en su Ayuntamiento, tenía poder de decisión”.

Valeriano Villajos también se refirió en su exposición a la desaparición de documentos de los archivos en el transcurso del tiempo “es, desgraciadamente, una característica común de la mayoría de ellos. En el Archivo Municipal tenemos constancia de varios documentos que existieron, por el « Inventario del Archivo del Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real hecho en el año 1595» publicado por Emilio Bernabeu y Novalbos en 1952. Pero es que, además, el original de este Inventario transcrito por este autor, del que dice que se conserva encuadernado en pergamino y consta de ochenta y cuatro folios, tampoco se encuentra entre los fondos municipales”.

La mayor parte de los documentos del archivo anteriores al siglo XX se encuentran ya en soporte digital para su consulta. Son los 1.456 que se describen en el último catálogo del Archivo Histórico Municipal, además de las actas desde el año 1502 hasta 1992, aunque aún no están disponibles en Internet. En la Red se encuentra información sobre el Archivo Municipal en el Censo-Guía de Archivos, en la página web del Ministerio de Cultura.

El poblamiento altomedieval

El colofón al segundo día de las jornadas lo pusieron Ana María Segovia Fernández y Concha Claros Bastante, con su ponencia sobre ‘El poblamiento altomedieval en el entorno de Alarcos’. Las dos historiadoras aseguran que “aún hoy conocemos poco del poblamiento alto medieval que ocupaba el territorio en el entorno de Alarcos. Desde hace varias décadas venimos investigando en el territorio del centro y sur de la provincia de Ciudad Real, con el objetivo de avanzar en el conocimiento de esa época. Estos trabajos nos han permitido comprobar la presencia de pequeñas aldeas, compuestas por sencillas casas, de una sola habitación y organizadas en un incipiente urbanismo”.

Asegurando que “nuestro trabajo quiere dar una nueva visión sobre este territorio, aportando datos sobre el poblamiento rural, pues la historiografía dedicada a esta época se ha ocupado tradicionalmente de las ciudades y poco o nada de la vida en el mundo rural”.

Hasta el momento tienen documentados 28 yacimientos, y su trabajo se ha centrado en la documentación de estructuras y materiales que se encuentran en la superficie (muros y cerámica).

Concha y Ana afirman poder “resumir el modelo de asentamiento rural durante esos siglos en dos grupos, el más utilizado se encuentra en altos cerros escarpados con fuertes afloramientos cuarcíticos situados en zonas de paso, con buena visibilidad y fáciles de defender, entre los 1.000m en las sierras de Puertollano y poco más de los 700m en el entorno de Alarcos. Pero otros se levantan en pequeños cerros y suaves lomas, a veces volcánicas, situados en torno a los 600m de altitud, junto a arroyos estacionales”.


Último día de conferencias

Miguel Ángel Hervás Herrera, arqueólogo especializado en el estudio de materiales y técnicas de construcción de época medieval y moderna y en su restauración y Manuel Retuerce Velasco, Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense y Profesor de Arqueología en esta misma Universidad, incidirán por su parte en que “Calatrava la Vieja es uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la Edad Media con un destacado protagonismo en la región del Alto Guadiana”.

Y el coordinador de las jornadas, José González Ortiz, técnico conservador de Museos, Archivo y Patrimonio del Ayuntamiento de Ciudad Real, escritor y crítico de arte, cerrará este encuentro con su epílogo que versará sobre ‘Alarcos, la ciudad fantasma, sus divinidades y vírgenes peregrinas’.