Arquitectos de todo el país aspiran a redactar el plan director de la muralla de Cáceres

Arquitectos de todo el país aspiran a redactar el plan director de la muralla de Cáceres

La mesa de contratación admitió el martes a quincegabinetes multidisciplinares que optan a la licitación. Este interés reside en la importancia del proyecto: una fortificación del siglo XII con los mayores títulos

El casco histórico de Cáceres tiene los máximos títulos: Patrimonio de la Humanidad, Tercer Conjunto Monumental de Europa... Y ello no sería posible sin la muralla que la cerca y la protege, una fortificación de 1.174 metros levantada en los siglos XII y XII sobre la primitiva estructura romana de los siglos III y IV, que debió estar jalonada por entre 25 y 30 torres, de las que se conservan la mayoría. Su importancia es tan evidente que equipos multidisciplinares de gabinetes de arquitectura de todo el país han concurrido a la licitación del Plan Director de la Muralla, convocada por la Consejería de Cultura del Gobierno de Extremadura. La mesa de contratación admitió el martes las propuestas de quince empresas.

El atractivo de este proyecto no está en su cuantía (280.000 euros) sino en el currículum que supone para quien lo lleve a efecto. Se trata de un reto muy apetecible tanto por su valía histórica como por su complejidad. No es un muralla exenta, se diferencia de otros ejemplos de arquitectura defensiva en que se encuentra oculta en una cuarta parte de su perímetro, con tramos y torres engullidas por el avance urbanístico de los siglos, que en muchos casos siguen estando ahí. El plan director deberá determinar cómo acceder y restaurar en su caso. Sin duda, un planeamiento singular y exigente.

MAS DE MIL PATOLOGIAS Por ello, entre las quince propuestas se encuentran cinco uniones temporales de empresas, diversos estudios de arquitectura y entidades tan conocidas como el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (INTEMAC). También figura el arquitecto Miguel Matas, quien en 2008, en colaboración con un equipo multidisciplinar de 25 especialistas, dirigió un estudio sobre el estado de la muralla que detectó nada menos que 1.124 situaciones de deterioro. Y es que el grado de intervención en este bastión ha sido menor de lo necesario, según han coincidido siempre los expertos.

De hecho, la muralla lleva años esperando su plan director, un documento que determinará el estado exacto de la fortificación, qué restauraciones necesita, cómo deben hacerse y en qué orden de prioridades. Ya fue propuesto en el Plan Especial de Cáceres, en 1989, y por fin se encuentra en trámites veinticinco años más tarde. Este vacío ha complicado durante demasiado tiempo las reformas en la muralla y la llegada de fondos, con actuaciones puntuales y casi siempre desvinculadas unas de otras.

El proceso está próximo a su fin. La empresa que resulte elegida como adjudicataria del contrato tendrá un plazo máximo de ocho meses para redactar el plan. La mesa de contratación examinó el martes la documentación administrativa presentada en el sobre 1. El 14 de julio se abrirán los sobres 2 que contienen la documentación para la valoración de criterios.