El abandono arruina los tesoros de Moraime (Carballo, A Coruña)

El abandono arruina los tesoros de Moraime (Carballo, A Coruña).
A pesar de ser Bien de Interés Cultural desde 1972, parte de sus joyas fueron expoliadas y otras se deterioran día a día.

Fue abadía, luego priorato y ahora es iglesia parroquial. Entre sus paredes se crio el rey Alfonso VII, fue atacada e incendiada por piratas y los monjes que la regentaron dominaron un amplio territorio de la Costa da Morte, pero de nada sirve su extensa historia para hacer valer su condición de Bien de Interés Cultural desde 1972. Los restos de las excavaciones de Chamoso Lamas de ese mismo año permanecen esparcidos y abandonados. Algunos desaparecieron y otros están en peligro permanente de expolio ante el desinterés de los poderes públicos hacia una de las joyas del románico de Galicia.

San Xián de Moraime es uno de los enclaves históricos más importantes de la Costa da Morte. En 1119, el rey Alfonso VII de León y luego de Castilla y V de Galicia hizo importantes donaciones al monasterio, donde había estado de niño para evitar que pereciese víctima de las luchas entre su madre Urraca y su padrastro. Fue destruido por los normandos en 1105 y más tarde, en 1115, por los sarracenos. Luego llegó el esplendor religioso y económico de este centro benedictino. Un amplio territorio de la comarca estaba bajo la jurisdicción y sus habitantes pagaban rentas a estos monjes.

Sin embargo, su situación actual no se corresponde con su valor histórico y artístico, pues la iglesia es una de las joyas del románico gallego. Aunque hubo varias intervenciones, ninguna fue de suficiente calado como para poner a salvo todo el patrimonio que atesora este conjunto. Es más, muchos de sus elementos permanecen esparcidos y tirados por los alrededores al alcance de quien quiera llevárselos. De hecho, Selvita Touriñán Leiro, una vieja cuidadora del iglesario, cuenta que ha visto como en más de una ocasión se acerca gente por noche con el propósito de llevarse piezas y ha comprobado la sustracción de piedras.

En marzo de 1972 una pala mecánica levantó restos arqueológicos. A partir de ese momento se llevó a cabo una excavación dirigida por el entonces delegado de Bellas Artes para Galicia, Manuel Chamoso Lamas, que encontró un yacimiento con restos romanos y germánicos. También intervino en los estudios José Carro Otero. Aunque los descubrimientos fueron de gran importancia, ni siquiera se tuvieron muy en cuenta los resultados. Posiblemente ahí estuviese una de las principales poblaciones de toda la comarca de aquel tiempo. Además halló once tumbas de la época datadas en el siglo VII, en las que había materiales que se pueden considerar entre los más importantes de Galicia de aquel tiempo, una cruz y un broche, ambos de bronce, de cronología visigoda.

La vieja rectoral, levantada en el siglo XVIII en parte sobre el antiguo cenobio, estuvo mucho tiempo abandonada. Hasta que el Grupo de Empresas Canabal logró su cesión por parte del Arzobispado y la restauró para uso hostelero, pero la crisis paró el proyecto. Una vez más, Moraime se queda sin salida.