Buscan financiación para culminar excavación Altomedieval en Argandenes (Asturias)

Varios voluntarios, con el arqueólogo Rogelio Estrada a la cabeza, están buscando financiación para sufragar las pruebas necesarias para culminar la investigación de los restos, a priori tardorromanos, extraídos de la excavación realizada en la localidad piloñesa de Argandenes entre diciembre de 2010 y febrero de 2011.


El propio Estrada confía en que alguien decida aportar los en torno a 600 euros necesarios para efectuar las pruebas del Carbono 14, con las cuales se pretende confirmar la datación de los restos, estimada por los expertos entre el siglo VI y VIII después de Cristo, lo que ratificaría las sospechas de que se trata de un hallazgo único.


Una empresa que esperan que resulte más fácil una vez culminado y entregado el informe definitivo del arqueólogo y un antropólogo a la Consejería de Cultura en el cual se pondrá de manifiesto el valor de los restos de una quincena de personas en un panteón de unos nueve metros de superficie. «Sólo pedimos una pequeña aportación del Principado o de quien sea para sacarnos de dudas», señala un Estrada que dice no poder afrontar más gastos de su bolsillo, tras un intento fallido de la prueba del carbono 14 pagada con sus ahorros.


De este modo, se abriría la puerta a continuar con nuevas investigaciones, que consistirían en efectuar nuevas excavaciones en la zona ante los indicios de la posible existencia de una necrópolis romana. «Todo indica que en la parte oeste de la excavación de hace dos años había más tumbas», declara el arqueólogo, quien, no obstante, no descarta que el cementerio se extendiera hacia el este, donde fue hallado uno de los cuerpos, acompañado con un llamativo ajuar.


Sin embargo, los voluntarios que en su día destaparon el edículo tardorromano ubicado junto al depósito de agua de San Román son pesimistas respecto a que la Administración dé un paso para seguir profundizando en la investigación. «Somos conscientes de que la situación económica del Estado es muy mala en la actualidad», apunta uno de los voluntarios, aunque el arqueólogo considera que existen fórmulas de seguir adelante adaptándose a las circunstancias. «No se trata de algo urgente, así que podría ir avanzándose con pequeñas cantidades anuales con vistas a largo plazo», añade Rogelio Estrada.


Sea como fuere, el caso es que desde que comenzasen los trabajos de excavación, en diciembre de 2010, la única aportación realizada desde la Administración fueron unos 2.500 euros, justificados por la urgencia de la actuación, más una cantidad aportada para el sellado y la restauración de la zona excavada dos meses después.


Desde entonces, el propio arqueólogo, en colaboración con los voluntarios, asumió las investigaciones y los estudios sobre los numerosos restos hallados, parte de los cuales fueron trasladados al Museo Arqueológico de Oviedo en octubre. Entre las piezas más destacadas de las extraídas del suelo de Argandenes estaría un cinturón y una especie de puñal, así como objetos que podrían ser bisutería de la época, además de huesos de unos quince individuos difíciles de identificar al haber sido saqueada la tumba hace siglos.