Los patios de Madinat al-Zahra. Por Antonio Vallejo Triano
12/12/12 .- http://www.diariocordoba.com/
En la arquitectura califal, y en general en la islámica, no sólo andalusí, el patio es el elemento más característico, singular e importante de la vivienda. No es sólo distribuidor de estancias, punto de abastecimiento de agua y lugar de relación de sus moradores, es también un lugar de trabajo y actividad, un lugar para la vida social y un lugar para el ocio, el disfrute de los sentidos y el solaz.
Junto con la letrina, es el elemento común a todos los tipos de vivienda, desde las más modestas en cuanto a materiales constructivos, dimensiones y programa arquitectónico, hasta las más suntuosas, correspondientes a la clase dirigente. Da buena muestra de ello la densa trama de caserío urbano excavado en Córdoba en los últimos quince años en los arrabales occidentales y septentrionales, con varios centenares de viviendas puestas a la luz, todas ellas con patio, y, sobre todo, el amplio catálogo de viviendas y edificios palaciegos de Madinat al-Zahra.
En esta ciudad, la tipología de los patios excavados es muy amplia. Todos poseen un andén perimetral para circular a resguardo del agua de lluvia y una pila de mármol --rectangular o circular-- en su centro, para proveer de agua para el consumo al conjunto de la vivienda. La mayor parte de ellos se encuentran pavimentados con losas de piedra y son de grandes dimensiones, como ocurre con los patios cuadrangulares de los llamados Edificios Superiores o del conjunto de Patio de los Pilares, cuyo gran tamaño sugiere una importante actividad, no solo de carácter doméstico; pero otros, como el existente en la conocida como Vivienda de la Alberca, la más novedosa e innovadora del palacio, responden a un modelo de patio-jardín que constituye una clara evocación de la naturaleza. Aquí, el espacio abierto es ocupado por dos parterres de jardín, simétricos, irrigados por unas acequias y una alberca destinada, también, al baño de su propietario.
Como las viviendas y los edificios a los que pertenecen, una buena parte de estos patios de Madinat al-Zahra hicieron su primera aparición en la Península en esta ciudad califal. Algunos de ellos desaparecieron con la destrucción de la propia urbe mientras que otros, como el modelo de patio-jardín o el patio con galerías de pilares en sus cuatro lados, pasarían a formar parte del acervo de la arquitectura islámica posterior.
Antonio Vallejo Triano
Junto con la letrina, es el elemento común a todos los tipos de vivienda, desde las más modestas en cuanto a materiales constructivos, dimensiones y programa arquitectónico, hasta las más suntuosas, correspondientes a la clase dirigente. Da buena muestra de ello la densa trama de caserío urbano excavado en Córdoba en los últimos quince años en los arrabales occidentales y septentrionales, con varios centenares de viviendas puestas a la luz, todas ellas con patio, y, sobre todo, el amplio catálogo de viviendas y edificios palaciegos de Madinat al-Zahra.
En esta ciudad, la tipología de los patios excavados es muy amplia. Todos poseen un andén perimetral para circular a resguardo del agua de lluvia y una pila de mármol --rectangular o circular-- en su centro, para proveer de agua para el consumo al conjunto de la vivienda. La mayor parte de ellos se encuentran pavimentados con losas de piedra y son de grandes dimensiones, como ocurre con los patios cuadrangulares de los llamados Edificios Superiores o del conjunto de Patio de los Pilares, cuyo gran tamaño sugiere una importante actividad, no solo de carácter doméstico; pero otros, como el existente en la conocida como Vivienda de la Alberca, la más novedosa e innovadora del palacio, responden a un modelo de patio-jardín que constituye una clara evocación de la naturaleza. Aquí, el espacio abierto es ocupado por dos parterres de jardín, simétricos, irrigados por unas acequias y una alberca destinada, también, al baño de su propietario.
Como las viviendas y los edificios a los que pertenecen, una buena parte de estos patios de Madinat al-Zahra hicieron su primera aparición en la Península en esta ciudad califal. Algunos de ellos desaparecieron con la destrucción de la propia urbe mientras que otros, como el modelo de patio-jardín o el patio con galerías de pilares en sus cuatro lados, pasarían a formar parte del acervo de la arquitectura islámica posterior.
Antonio Vallejo Triano
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