Aranzadi expone sus trabajos del castillo Beloaga de Oiartzun

La exposición será inaugurada el 1 de agosto a las 18:00 en el salón de plenos del Ayuntamiento de Oiartzun y estará abierta hasta el día 6 de agosto, posteriormente del 27 de noviembre al 16 de diciembre volverá a abrirse de cara al curso escolar.

El castillo de Beloaga situado en el término municipal de Oiartzun es uno de los principales castillos de origen medieval conservados en Gipuzkoa. El Ayuntamiento de Oiartzun está impulsando su puesta en valor mediante el voluntariado de vecinos de Oiartzun y las excavaciones arqueológicas que está desarrollando la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Los resultados de la primera campaña arqueológica y él proyecto de consolidación arquitectónica se van a presentar ante la prensa el viernes día 27 de julio a las 12:00 h. en el Salón de Plenos del Ayuntamiento a las 12:00.

Este castillo de Beloaga aparece documentado en el listado de castillos conquistados en el año 1200 por el rey Alfonso VIII de Castilla al Reino de Navarra. Beloaga es un castillo roquero que se sitúa en las peñas de Arkale a272 m. de altitud, desde este estratégico punto existe una comunicación visual con los castillos navarros de Donostia y Hondarribia,

La intervención de esta primera campaña arqueológica, dirigida por los arqueólogos de Aranzadi Javi Buces y Alfredo Moraza, ha consistido en la realización de sondeos arqueológicos en la plataforma superior del castillo, situada al pie de la torre principal, con el objetivo de actualizar los datos sobre la secuencia estratigráfica del yacimiento. Así mismo se ha procedido al desbroce y limpieza vegetal de todo el entorno y a la prospección arqueológica de su superficie. El proceso arqueológico se ha simultaneado con la revisión documental.

Ha sorprendido la abundancia de material arqueológico recuperado cuya adscripción arqueológica se centra fundamentalmente en tres periodos: Edad Media, Guerras Carlistas y Guerra Civil.

Entre los materiales medievales destacan las puntas de flecha y de ballesta realizadas en hierro, los ganchos para disparar las ballestas, puntas de lanza, hojas de cuchillos, hebillas y apliques decorativos para el ropaje de los soldados, cerámicas, dados y cientos de fragmentos de fauna doméstica. La colección numismática recuperada ha sido importante y fundamentalmente de una cronología entre los siglos XIII y XV. Todo ello está unido a las murallas y restos de la torre principal cuyos morteros serán estudiados para su datación.