Torrent restaurará un azud medieval para poner en valor el patrimonio hidráulico

Durante los años 50 fue uno de los principales lugares de recreo de los vecinos de l´Horta Sud - Los expertos destacan su «grado de deterioro»

El azud construido en el barranco de Horteta, conocido como el Pantano —y que da nombre a una urbanización—, recuperará parte del esplendor que tuvo hasta hace unas décadas en Torrent. El consistorio que preside la popular Amparo Folgado ha decidido acometer la restauración de este elemento hidráulico y su entorno, con enorme valor patrimonial, paisajístico y de la memoria histórica, ya que fue uno de los principales lugares de recreo en los años 50.

El ayuntamiento presentó recientemente el proyecto a la Confederación Hidrográfica del Júcar, que ha dado el visto bueno. Ahora queda el trámite de lograr la autorización de la dirección general del Patrimonio de la Conselleria de Cultura, para licitar los trabajos. Con esta obra, la capital de l’Horta Sud completará la rehabilitación de los tres puntos clave del sistema de canalización de las aguas del barranco de Horteta, que se construyeron hace siglos, tras recuperar en 2009 y 2011 los Arquets de Dalt y de Baix.
El Pantano es una represa para el embalsado y encauzamiento de las aguas del barranco que estaba destinado al riego de los campos en un tramo más abajo.

Hasta la fecha no ha podido ser datado con total exactitud ya que se requiere un estudio de campo mayor, según los arqueólogos. No obstante, la Carta Pobla de Torrent de 1248 hace referencia a un azud y una acequia principal en la zona de Horteta, que la comunidad era responsable de mantener a cambio del agua gratis. «En esta misma Carta Pobla, la Orden del Hospital cedía el uso a los nuevos pobladores», recuerda el informe. Por tanto, la presa es anterior a la Conquista de Jaume I.

Los expertos inciden en que el Pantano debía haberse restaurado hace tiempo y destacan «el grado de deterioro» ya que nunca se hicieron obras de mejora. Dejó de utilizarse a mediados del siglo XX. Presenta «desprendimientos y oquedades así como plantas enraizadas».

Limpieza en profundidad

Las obras consisten básicamente en la extracción de lodos en una profundidad de un metro aguas arriba para ver el alzado de la presa y si existe otra estructura sepultada, así como el desbroce de arbustos y maleza, y la eliminación de vertidos depositados a lo largo de los años. Posteriormente se consolidará la presa y se restituirán zonas desmoronadas. También se actuará del mismo modo en la zona de captación, aguas arriba, con una retroexcavadora. Una vez se complete la restauración «intentará datarse».
Todavía se conserva la caseta donde se encuentran los elementos mecánicos que regulaban la entrada y salida de agua pero tendrán que restaurarse.