Indagando en las anomalías climáticas medievales gracias a manuscritos iraquíes

30/3/12 .- http://noticiasdelaciencia.com/

Algunos manuscritos redactados por sabios iraquíes de la antigüedad podrían proporcionar una valiosa información meteorológica para ayudar a los científicos modernos a reconstruir el clima del pasado, según lo que un nuevo estudio ha revelado.

En esta investigación, se han analizado los manuscritos de eruditos, historiadores y cronistas de varias zonas de Irak durante el período conocido como la Edad de Oro del Islam, transcurrida entre los años 816 y 1009 de nuestra era. El análisis ha tenido por objeto buscar evidencias de patrones climáticos anormales.

Al reconstruir el clima de épocas pasadas se obtienen referencias históricas con las que comparar los fenómenos climáticos de hoy día, y de este modo los climatólogos pueden apreciar los cambios del clima en un período mucho mayor. En los anillos de crecimiento de los árboles, en los núcleos de hielo y en los corales, es posible encontrar evidencias de las características climáticas de épocas del pasado. Sin embargo, respecto a las fuentes humanas los científicos están limitados por la información histórica disponible.

Ahora un equipo de científicos españoles de la Universidad de Extremadura ha acudido a la información de fuentes documentales de varias zonas de Irak que data de los siglos IX y X. Esos registros documentales no se centran en la meteorología directamente, pero sí dan fe de fenómenos meteorológicos anómalos.

La información climática recuperada de estas fuentes antiguas se refiere principalmente a los eventos extremos que más impactaron en la sociedad de la época, tales como las sequías y las inundaciones. Sin embargo, también documentan situaciones que rara vez eran vistas en el antiguo Bagdad, entre las que se encuentran las granizadas, la congelación de los replicas patek philippe ríos e incluso algunos casos de nevadas.

Aunque Bagdad en la antigüedad fue un importante centro para el comercio y las ciencias, muchos documentos antiguos se perdieron durante las invasiones y los conflictos internos sufridos por ese país a lo largo de su historia. Pese a todo, de los escritos que han sobrevivido las vicisitudes de la historia, y entre los que se encuentran los de Al-Tabari (913 dC), Ibn Al-Athir (1233 dC) y Al-Suyuti (1505 dC), puede rescatarse un poco de información importante de carácter meteorológico.

Al ser analizados y ubicados en una línea de tiempo, los manuscritos revelan un incremento de los episodios de frío intenso en la primera mitad del siglo X. Esto incluye un descenso significativo de las temperaturas durante Julio del 920 dC, y tres nevadas observadas en los años 908, 944 y 1007, o sea en un lapso de cien años. En comparación, el único caso de nevada en el Bagdad moderno data de 2008, en lo que fue una experiencia única para la memoria directa de los iraquíes de nuestros días.

El equipo de Fernando Domínguez Castro cree que el descenso anómalo de las temperaturas en Julio del año 920 pudo haber estado vinculado a una gran erupción volcánica, pero sería necesario investigar más para confirmar esta idea.

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