Valle Salado (Añana, Álava) opta a Patrimonio Mundial UNESCO en categoría Paisaje Cultural

El viernes se conocerá si es elegido en la rama de Paisaje Cultural

La candidatura del Paisaje Cultural del Valle Salado de Añana, situado en Álava, para convertirse en bien Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha recibido el apoyo del Ministerio de Cultura. La confirmación de si es seleccionado se dará a conocer este próximo viernes.

En un comunicado, la Diputación foral de Álava ha informado de que el pasado jueves se reunió el grupo de trabajo sobre Patrimonio Mundial del Ministerio de Cultura. En esta cita, el representante del departamento de Cultura del Gobierno vasco propuso ante los jefes de servicio de Patrimonio Histórico de todas las comunidades autónomas que el Paisaje Cultural del Valle Salado fuera el elegido para ser declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

La respuesta fue favorable y los técnicos del grupo de trabajo mostraron su apoyo a la candidatura. La aprobación definitiva se dará el próximo viernes, cuando el Consejo del Patrimonio Histórico Español, en el que están representados el Ministerio de Cultura y las comunidades autónomas, confirmen que el Valle Salado es el seleccionado en la rama de Paisaje Cultural.

En palabras del diputado general de Álava y presidente del Patronato de la Fundación Valle Salado de Añana, Javier de Andrés, esta decisión supone "un paso de gran importancia, tanto para el futuro del Valle Salado como para Álava y la Comunidad Autónoma Vasca en general, puesto que contar con un patrimonio de valor universal excepcional es una oportunidad única de proyección mundial".

El valor del paisaje de sal de Salinas de Añana no radica solamente en su "insólita" arquitectura, según han indicado la Diputación, sino también en las miles de eras de cristalización de la sal, o en los cientos de canales de agua salada que reparten el líquido por todos los rincones del valle mediante un sistema de reparto de más de 1.200 años de historia documentada.

En opinión de la institución foral, la UNESCO valora sobre todo que se trata de un paisaje "evolutivo y vivo", donde hay un plan de gestión que está consiguiendo situar al Valle Salado y a su sal "en el lugar que le corresponde".