La historia se reabre (Palencia)
17/10/11 .- http://www.elnortedecastilla.es/
Un taller de empleo reanuda las excavaciones en El Castillo de Guardo tras la interrupción del campo de trabajo en 1995
La historia de Guardo está a punto de escribir un nuevo capítulo. El Ayuntamiento y la Junta promueven ahora un taller de empleo de cantería que pretende poner en valor los hallazgos arqueológicos de El Castillo. «Cuando paseo por la zona del Castillo, todavía hoy miro a ver si encuentro algo por allí», afirma Liliane González, que participó en los años noventa en el primer campo de trabajo.
Desde el Ayuntamiento, ya se había comenzado a trabajar en este aspecto hace tiempo, y es que toda la documentación que existía en el consistorio acerca del campo de trabajo desarrollado desde 1991 a 1995 ha desaparecido, por lo que la corporación que entró hace cuatro años intentó recuperar todas las memorias entre la gente que dispone de los datos de aquellas pasadas excavaciones.
Según señala el concejal de Obras y Urbanismo, Javier Cantero, «ya se han empezado a recopilar los estudios, así como los antecedentes de otros hallazgos arqueológicos, con su situación». El concejal apunta también a que en el futuro podría llegar a haber un estudio para la posible reconstrucción de la fortaleza de El Castillo.
Primer campo internacional
El antecedente de este actual taller que ha reabierto la ilusión por recuperar los cientos o quizás miles de restos arqueológicos existentes en la localidad fueron las excavaciones que comenzaron en 1991, cuando, tras el interés mostrado por Liliane González, y gracias a la intervención del entonces concejal de Cultura, Albino Aláez (IU), el Ayuntamiento de Guardo, regido por Evilio Morán (PSOE), solicitó a la Junta un campo de trabajo en la zona de El Castillo. Fue el primer campo arqueológico internacional de la comunidad, y estuvo dirigido por María Luisa Caperán San Juan.
Según el libro 'Palencia en la historia', de Julio González, a finales del siglo VI, los visigodos se asentaron en Guardo, dejando vestigios de su presencia, tales como dos capiteles que en los años noventa estaban situados en las calles la Olma y Jacometrezo. Esto fue lo que llevó a José Hernando, responsable de la Fundación del Románico en Aguilar de Campoo a proponer la idea del campo de trabajo a Liliane.
La zona que iba a excavarse era el emplazamiento de la fortaleza de El Castillo de la villa de Guardo, de planta cuadrada y ovalada, de la que solo existe un mapa que se mandó hacer en 1787. Una reproducción de este mapa se encuentra en Velilla del Río Carrión, en el despacho de la Alcaldía.
En las diferentes zonas de trabajo aparecieron gran cantidad de tumbas, del año 1200 (datado por monedas encontradas), y que posteriores fueron reutilizadas múltiples veces, ya que incluso se pudieron encontrar decenas de cuerpos de principios del siglo XIX, en la que una gripe asoló Guardo. Asimismo, se encontraron multitud de restos de cerámicas medievales, e incluso una cuenta de un collar de azabache y varias fusayolas.
Tumbas de clase alta
En la zona baja se encontraban los restos de la colosal fortificación de la villa, y también las tumbas más importantes, de gente de clase alta, además de religiosos, que tenían junto a ellos sus vinateras, o incluso los que en los años noventa fueron considerados como 'los gigantes de Guardo', el misterio de los hombres de 1,80 metros de estatura que continúa sin resolverse, ya que por aquel entonces la prueba del carbono 14 debía hacerse en Estados Unidos y el Ayuntamiento no disponía de las 60.000 pesetas que costaba.
Debajo de los cimientos del muro, se hallaron también restos que llamaron mucho la atención, como el esqueleto de un niño de unos 3 o 4 años, que sorprendió por su extraña posición, y un cráneo fracturado que desveló la muerte por traumatismo de ese individuo, u otro con el agujero de haberlo traspasado una lanza.
Este campo fue uno de los más solicitados por los voluntarios, que llegaron de Holanda, Francia, Finlandia, Eslovaquia e incluso de la República Checa. Algo a lo que el exalcalde Carlos Rojo, cuyo mandato comenzó en 1995, no dio la importancia debida, ya que el campo de trabajo fue clausurado.
El actual concejal de Obras, Javier Cantero, ha declarado que «el proyecto ideal es llegar a reconstruir el castillo de Guardo, pero comenzaremos por rehabilitar la muralla con este taller, ya que el coste sería muy elevado», concluye.
La historia de Guardo está a punto de escribir un nuevo capítulo. El Ayuntamiento y la Junta promueven ahora un taller de empleo de cantería que pretende poner en valor los hallazgos arqueológicos de El Castillo. «Cuando paseo por la zona del Castillo, todavía hoy miro a ver si encuentro algo por allí», afirma Liliane González, que participó en los años noventa en el primer campo de trabajo.
Desde el Ayuntamiento, ya se había comenzado a trabajar en este aspecto hace tiempo, y es que toda la documentación que existía en el consistorio acerca del campo de trabajo desarrollado desde 1991 a 1995 ha desaparecido, por lo que la corporación que entró hace cuatro años intentó recuperar todas las memorias entre la gente que dispone de los datos de aquellas pasadas excavaciones.
Según señala el concejal de Obras y Urbanismo, Javier Cantero, «ya se han empezado a recopilar los estudios, así como los antecedentes de otros hallazgos arqueológicos, con su situación». El concejal apunta también a que en el futuro podría llegar a haber un estudio para la posible reconstrucción de la fortaleza de El Castillo.
Primer campo internacional
El antecedente de este actual taller que ha reabierto la ilusión por recuperar los cientos o quizás miles de restos arqueológicos existentes en la localidad fueron las excavaciones que comenzaron en 1991, cuando, tras el interés mostrado por Liliane González, y gracias a la intervención del entonces concejal de Cultura, Albino Aláez (IU), el Ayuntamiento de Guardo, regido por Evilio Morán (PSOE), solicitó a la Junta un campo de trabajo en la zona de El Castillo. Fue el primer campo arqueológico internacional de la comunidad, y estuvo dirigido por María Luisa Caperán San Juan.
Según el libro 'Palencia en la historia', de Julio González, a finales del siglo VI, los visigodos se asentaron en Guardo, dejando vestigios de su presencia, tales como dos capiteles que en los años noventa estaban situados en las calles la Olma y Jacometrezo. Esto fue lo que llevó a José Hernando, responsable de la Fundación del Románico en Aguilar de Campoo a proponer la idea del campo de trabajo a Liliane.
La zona que iba a excavarse era el emplazamiento de la fortaleza de El Castillo de la villa de Guardo, de planta cuadrada y ovalada, de la que solo existe un mapa que se mandó hacer en 1787. Una reproducción de este mapa se encuentra en Velilla del Río Carrión, en el despacho de la Alcaldía.
En las diferentes zonas de trabajo aparecieron gran cantidad de tumbas, del año 1200 (datado por monedas encontradas), y que posteriores fueron reutilizadas múltiples veces, ya que incluso se pudieron encontrar decenas de cuerpos de principios del siglo XIX, en la que una gripe asoló Guardo. Asimismo, se encontraron multitud de restos de cerámicas medievales, e incluso una cuenta de un collar de azabache y varias fusayolas.
Tumbas de clase alta
En la zona baja se encontraban los restos de la colosal fortificación de la villa, y también las tumbas más importantes, de gente de clase alta, además de religiosos, que tenían junto a ellos sus vinateras, o incluso los que en los años noventa fueron considerados como 'los gigantes de Guardo', el misterio de los hombres de 1,80 metros de estatura que continúa sin resolverse, ya que por aquel entonces la prueba del carbono 14 debía hacerse en Estados Unidos y el Ayuntamiento no disponía de las 60.000 pesetas que costaba.
Debajo de los cimientos del muro, se hallaron también restos que llamaron mucho la atención, como el esqueleto de un niño de unos 3 o 4 años, que sorprendió por su extraña posición, y un cráneo fracturado que desveló la muerte por traumatismo de ese individuo, u otro con el agujero de haberlo traspasado una lanza.
Este campo fue uno de los más solicitados por los voluntarios, que llegaron de Holanda, Francia, Finlandia, Eslovaquia e incluso de la República Checa. Algo a lo que el exalcalde Carlos Rojo, cuyo mandato comenzó en 1995, no dio la importancia debida, ya que el campo de trabajo fue clausurado.
El actual concejal de Obras, Javier Cantero, ha declarado que «el proyecto ideal es llegar a reconstruir el castillo de Guardo, pero comenzaremos por rehabilitar la muralla con este taller, ya que el coste sería muy elevado», concluye.
Noticias relacionadas
- El Museo Arqueológico de Palencia divulga en una exposición la historia del monacato
- Recópolis reabre sus puertas tras un año de cierre
- El Museo de Arte Islámico de El Cairo reabre frente a la barbarie
- El Museo de Huesca reabre la sala dedicada a la arqueología medieval
- El Parque Arqueológico de Alarcos reabre sus puertas (Ciudad Real)
Comenta la noticia desde Facebook
Comentarios
No hay comentarios.
Para escribir un comentario es necesario entrar (si ya es usuario registrado) o registrarse