El arte románico recupera todo su esplendor en el MNAC

La colección reabre en el Palau Nacional con nueva museografía e iluminación

El año pasado fue el Gótico y ahora el Románico. El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) finaliza así una puesta a punto de sus dos grandes colecciones. Tras seis meses muy intensos —las salas se cerraron el 15 de noviembre—, esta semana se abren por fin al público los tesoros de Arte Románico Catalán que acoge el Palau Nacional.

La directora del centro, Maite Ocaña, destaca que esta remodelación recupera el misticismo y la espiritualidad que se habían perdido en las presentaciones anteriores. La iluminación y la colocación de las piezas han sido las dos bazas fundamentales para conseguir un efecto de esplendor hasta ahora desconocido.

El cambio obedece a tres objetivos: un nuevo discurso museográfico, la conservación preventiva y la sostenibilidad en el mantenimiento, según palabras de la subdirectora de colecciones del MNAC, Cristina Mendoza. Objetivos superados, el visitante queda gratamente satisfecho al descubrir la gran calidad de las piezas.

Todos estos cambios han estado sujetos a la arquitectura de la remodelación de 1995. Otra de las novedades es que se exponen menos obras lo que engrandece las que han quedado. Sin duda las pinturas murales siguen siendo las protagonistas. «Hemos optado por pintar las lagunas que quedaban en un gris mortecino de tal forma que el resultado es más coherente con los originales», destaca Jordi Camps, jefe del área de Románico.

El visitante siempre se cuestiona cómo fueron arrancadas cada una de las pinturas de sus respectivas iglesias. Para desvelar este misterio se han colocado unas pantallas en las que se proyecta un vídeo de 1978 donde podemos ver el arrancamiento a strappo de una parte de las pinturas de la iglesia de Sant Joan de Boí. Este documento seguro que será una de las atracciones de esta nueva puesta en escena.

Las esculturas de madera cobran gran protagonismo. En el caso de la Majestad Batlló ahora podemos observarla por delante y por detrás y así reconocer que también está policromada por su parte trasera. También hay nuevas incorporaciones como dos depósitos; un capitel del Museo de Lleida y un baldaquino del Arzobispado de Vic.