Almuñécar mejorará su oferta turística con el Castillo de San Miguel

El proyecto ha sido incluido en la primera fase de Turismo Sostenible de la Costa con una inversión de 266.000 euro

Almuñécar pretende mejorar la puesta en valor del Castillo de San Miguel como monumento más importante de la historia local por el cual pasaron todas las civilizaciones y dejaron huella a través de murallas, torres o incluso una vivienda.
Para ello el Consistorio sexitano hace una apuesta importante desde el punto de vista organizativo, explicativo y económico. Ha propuesto su inclusión dentro del programa de Iniciativa de Turismo Sostenible (ITS) de la Costa Tropical con un presupuesto de más de 266.600 euros. El proyecto en estos momentos y hasta el próximo lunes, día 21, está a la espera de recibir las correspondientes ofertas para la adjudicación del contrato. Una vez adjudicado, el plazo de ejecución de los trabajos se ha fijado en seis meses.
Según la memoria en la que se apoya esta iniciativa, el Castillo de San Miguel recibió en los últimos tres años más de 20.000 visitantes y, por tanto, se convierte en el eje neurálgico sobre el que se desarrolla no sólo el barrio del mismo nombre en el que se asienta, sino la propia ciudad en su configuración histórica.

Desglose

El proyecto de puesta en valor del Castillo de San Miguel se desglosa en la realización de un Centro de Interpretación del Castillo, con la correspondiente dotación museográfica, así como la adecuación del recinto a la visita turística.
El Ayuntamiento prevé mejorar y potenciar la afluencia al Castillo de San Miguel y para ello plantea ejecutar las acciones pertinentes encaminadas a dotarlo de las herramientas de museo necesarias para establecer el Centro de Interpretación del propio monumento, así como la colocación de paneles informativos integrados en el contexto del recinto con el objetivo de establecer un recorrido lógico.
Estos trabajos se plantean en varias actuaciones encaminadas a consolidar el Castillo como el monumento más visitado de la localidad, recuperando nuevas zonas para adecuarlas. Además se habilitarán nuevas salas expositivas, según la memoria técnica.
La ejecución del mismo mejorará la experiencia al visitante, que verá aumentada la calidad en su paseo por el patrimonio monumental de la ciudad. Se pondrá a disposición de grupos, agencias de viaje y touroperadores, lo que repercutirá finalmente en un mayor conocimiento histórico del propio recurso.
El nuevo diseño para su puesta en valor recoge distintos itinerarios. Uno partirá de la puerta norte del castillo, lugar de acceso para los visitantes. Desde aquí se podrá acudir a las estructuras como la Torre del Homenaje hasta llegar al antiguo patio de armas. Pasará entonces al primer espacio museístico que estará en el denominado 'Pabellón Militar'. Este lugar acogerá el Centro de Interpretación del Castillo. La información recibida en esta sala permitirá al público identificar cada uno de los espacios que conforman la fortaleza y lo invitará a conocer, ayudado por la señalización, cada uno de sus rincones: las mazmorras, el aljibe, la casa-palacio nazarí o los baños, así como, el nuevo espacio expositivo que se creará en la batería.

Desarrollo histórico y turístico

La fortaleza de San Miguel preside el característico perfil del centro urbano sexitano. En todas y cada una de las actuaciones arqueológicas que se han desarrollado desde que fuese retirado el antiguo cementerio de la ciudad, no dejaron de salir a la luz vestigios de culturas pasadas que testimonian la ocupación del cerro desde la prehistoria. «Cada excavación en el Castillo provoca giros importantes a las distintas teorías que marcaron cada civilización en su uso y funcionamiento», explicaba entonces el arqueólogo municipal, Federico Molina Fajardo.
No hay que olvidar que según los investigadores, los orígenes del castillo se remontan a los siglos X y XI aunque su aspecto y la disposición de sus estructuras fueron modificadas con el paso del tiempo.
«La función principal del conjunto era la militar: albergar una guarnición que protegía a la población de asedios, saqueos, piratería y encuentros bélicos. El mantenimiento y reparo de los muros fue fundamental, tanto por musulmanes como por castellanos, dada la importancia que la fortaleza tenía para la conservación del territorio; en ella descansaba la seguridad del reino», recuerdan los historiadores.
Testigo de los avatares históricos de Almuñécar fue declarado Monumento Nacional en el año 1931 y Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985. La nueva versión visitable del Castillo de San Miguel puede ser una realidad a finales de este año o principios del próximo.