Los arqueólogos reclaman dignidad para las necrópolis

La tertulia mensual de la Asociación Cultural Tolmo contó con la presencia de especialistas como Carlos Barrio y Santiago Rodríguez, que expusieron la situación en San Lázaro

«Causa dolor y vergüenza que los representantes de las instituciones se refieran a los restos humanos que aparecen en un yacimiento como simples huesos, como si por ello tuvieran menos importancia». Carlos Barrio Aldea fue, junto con Santiago Rodríguez, uno de los arqueólogos que ayer acudió a la tertulia organizada por la Asociación Cultural Tolmo para debatir sobre la destrucción de casi doscientas sepulturas en la necrópolis medieval situada a la altura de las obras en el PERI de San Lázaro.
«Luis Martínez [el director general de Patrimonio Cultural] debería plantearse que ‘simples huesos’ pueden aportar una tremenda información sobre nuestro pasado», continuó, desde los rituales empleados en el enterramiento hasta diferentes estudios antropométricos, por no hablar del ajuar.
Esos ‘simples huesos’, en otras palabras -194 cuerpos cuyo número sin duda podría haberse multiplicado debido a la superposición de estratos-, podrían haber contribuido a recomponer las grandes lagunas arqueológicas pendientes sobre la enorme necrópolis (o varias necrópolis, en plural) que envuelve al Casco Histórico por el lado opuesto al río. Los arqueólogos añadieron que «es especialmente difícil excavar un cementerio medieval» y señalaron que el análisis de San Lázaro se produjo en condiciones climatológicas tan adversas como las del invierno pasado.
Los asistentes a la tertulia debatieron acerca de la falta de sensibilidad de las administraciones, «que en la mayoría de los casos encargan el proyecto antes de realizarse el análisis arqueológico», se plantearon la necesidad de actualizar la Ley de Patrimonio de Castilla-La Mancha y reflexionaron sobre aspectos como el análisis y mantenimiento del paisaje cultural en contextos arqueológicos.
El temor a que se repita la vergonzosa ‘mirada hacia otro lado de las administraciones’ que se dio en el caso de la Vega Baja en futuras actuaciones urbanísticas determinadas en el POM y la insistencia en que Toledo dispone de una carta arqueológica desde 2005 fueron otros de los puntos que salieron a relucir en la tertulia.