Asociaciones coordinan esfuerzos en defensa del patrimonio de Dalías
22/1/11 .- http://www.ideal.es
Talia y Athenaá urgen a las administraciones a actuar antes de que los daños sean irreparables y mientras actuarán para difundir los bienes.
Continuando con las conclusiones del II Encuentro de Asociaciones del Patrimonio de Almería, celebrado recientemente, las asociaciones Talia y Athenaá han decidió coordinar esfuerzos en la defensa y promoción del patrimonio histórico de Dalías, tras una visita realizada al municipio.
Sobre el terreno se ha reconocido tanto la importancia del patrimonio histórico daliense como el lamentable estado de conservación que presentan algunos de sus edificios más conocidos y emblemáticos. «Estamos preocupados por el hecho de que algunos puedan perderse ante la falta de inversiones», señala Gabriel Lirola, presidente de Talia. Pero no se trata sólo de que La Garita y la ermita de Aljízar, en Celín, sean importantes para Dalías, ya que «su imagen y vista han formado históricamente parte importante de su entorno y patrimonio cultural para todo el Poniente y para la Alpujarra. Estamos ante unos edificios excepcionales, imprescindibles para conocer la historia de la Comarca, en los que no se ha intervenido en años», afirman los representantes de Talia y Athenaa. Y es que como recuerdan, la Garita no ha sido restaurada nunca, mientras que la última actuación en Aljizar se hizo por apoyo privado entre 1973 y 1977. Como conclusión tras la visita a Dalías las entidades culturales han llegado a un acuerdo de colaboración porque «es necesario intervenir prontamente», según sus representantes, Gabriel Lirola y Francisco Escobar.
Bienes históricos
La Garita es una rábita o pequeño oratorio en un monte cercano a la población de Dalias donde vivió un santo musulmán en el siglo XII. Fundamentalmente, presenta importantes pérdidas de masa y deterioros considerables en las paredes, lo que puede provocar la caída de algunas.
Hace unos quince años se construyó una senda de acceso que acababa en un pequeño mirador inmediato, y se la dotó de iluminación. El camino es incómodo y ahora se encuentra tan estropeado que es difícil seguirlo.
Por su parte, La ermita de Aljízar con su alminar , es la antigua mezquita del lugar. Con su característica planta octogonal destaca el alminar o torre de planta hexagonal, lo que la convierte en un edificio tremendamente singular que forma parte imprescindible del paisaje y la historia de Celin. Esta ermita, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, se encuentra en un bello paraje, pero el entorno se ha visto abandonado. El merendero próximo está impracticable, los árboles no dejan ver la fachada y no tiene iluminación.
Los principales problemas que se le presenta hoy se centran en la cubierta, bastante deteriorada, y el peligro de derrumbe del alminar.
«Hoy es factible intervenir, de manera discreta pero eficaz, con un gasto asumible para cualquier administración. Pero en caso de fuertes lluvias, los daños serán irreparables», afirma Escobar. Básicamente hay que evitar el desplome de estos dos curiosos edificios medievales, estudiados por especialistas españoles y extranjeros. «El valle de Dalías es un espacio tremendamente delicado, que necesita ser ordenado pues cuenta con el mejor conjunto de edificios árabes de La Alpujarra. A los Baños de la Reina se le unen, caminos, aljibes, una presa de agua, molinos de pan, y las ruinas de un castillo, todo ello medieval. Aquí es donde se puede entender cómo vivían nuestros predecesores hace 800 años. Este paraje es el mejor libro de historia».
Promoción y difusión
Los historiadores son conscientes de la mala situación económica de las administraciones, «pero también de que se han cometido excesos y no todas las inversiones han estado bien dirigidas. Las asociaciones tienen ahora el papel no sólo de reivindicar el patrimonio y criticar las actuaciones con las que no están de acuerdo, sino también de proponer el mejor aprovechamiento de estos recursos de cara a la población local y quien nos visita».
De hecho, Talia y Athenaá están desarrollando un programa integral de actuaciones, con estimaciones económicas que orienten las inversiones, y sirva de documento de discusión a las distintas administraciones. «En breve vamos a iniciar un conjunto de conversaciones con diversas entidades públicas para ver su disponibilidad y la manera de abordar las actuaciones», anuncian sus portavoces.
Pero el compromiso de Talia y Athenáa va más allá: «Hoy los bienes históricos constituyen un importante recurso turístico por lo que queremos desarrollar diversas iniciativas de difusión que de manera sencilla, eficaz y atractiva den a conocer estos singulares edificios entre los agentes turísticos de la zona», concluyen.
Continuando con las conclusiones del II Encuentro de Asociaciones del Patrimonio de Almería, celebrado recientemente, las asociaciones Talia y Athenaá han decidió coordinar esfuerzos en la defensa y promoción del patrimonio histórico de Dalías, tras una visita realizada al municipio.
Sobre el terreno se ha reconocido tanto la importancia del patrimonio histórico daliense como el lamentable estado de conservación que presentan algunos de sus edificios más conocidos y emblemáticos. «Estamos preocupados por el hecho de que algunos puedan perderse ante la falta de inversiones», señala Gabriel Lirola, presidente de Talia. Pero no se trata sólo de que La Garita y la ermita de Aljízar, en Celín, sean importantes para Dalías, ya que «su imagen y vista han formado históricamente parte importante de su entorno y patrimonio cultural para todo el Poniente y para la Alpujarra. Estamos ante unos edificios excepcionales, imprescindibles para conocer la historia de la Comarca, en los que no se ha intervenido en años», afirman los representantes de Talia y Athenaa. Y es que como recuerdan, la Garita no ha sido restaurada nunca, mientras que la última actuación en Aljizar se hizo por apoyo privado entre 1973 y 1977. Como conclusión tras la visita a Dalías las entidades culturales han llegado a un acuerdo de colaboración porque «es necesario intervenir prontamente», según sus representantes, Gabriel Lirola y Francisco Escobar.
Bienes históricos
La Garita es una rábita o pequeño oratorio en un monte cercano a la población de Dalias donde vivió un santo musulmán en el siglo XII. Fundamentalmente, presenta importantes pérdidas de masa y deterioros considerables en las paredes, lo que puede provocar la caída de algunas.
Hace unos quince años se construyó una senda de acceso que acababa en un pequeño mirador inmediato, y se la dotó de iluminación. El camino es incómodo y ahora se encuentra tan estropeado que es difícil seguirlo.
Por su parte, La ermita de Aljízar con su alminar , es la antigua mezquita del lugar. Con su característica planta octogonal destaca el alminar o torre de planta hexagonal, lo que la convierte en un edificio tremendamente singular que forma parte imprescindible del paisaje y la historia de Celin. Esta ermita, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, se encuentra en un bello paraje, pero el entorno se ha visto abandonado. El merendero próximo está impracticable, los árboles no dejan ver la fachada y no tiene iluminación.
Los principales problemas que se le presenta hoy se centran en la cubierta, bastante deteriorada, y el peligro de derrumbe del alminar.
«Hoy es factible intervenir, de manera discreta pero eficaz, con un gasto asumible para cualquier administración. Pero en caso de fuertes lluvias, los daños serán irreparables», afirma Escobar. Básicamente hay que evitar el desplome de estos dos curiosos edificios medievales, estudiados por especialistas españoles y extranjeros. «El valle de Dalías es un espacio tremendamente delicado, que necesita ser ordenado pues cuenta con el mejor conjunto de edificios árabes de La Alpujarra. A los Baños de la Reina se le unen, caminos, aljibes, una presa de agua, molinos de pan, y las ruinas de un castillo, todo ello medieval. Aquí es donde se puede entender cómo vivían nuestros predecesores hace 800 años. Este paraje es el mejor libro de historia».
Promoción y difusión
Los historiadores son conscientes de la mala situación económica de las administraciones, «pero también de que se han cometido excesos y no todas las inversiones han estado bien dirigidas. Las asociaciones tienen ahora el papel no sólo de reivindicar el patrimonio y criticar las actuaciones con las que no están de acuerdo, sino también de proponer el mejor aprovechamiento de estos recursos de cara a la población local y quien nos visita».
De hecho, Talia y Athenaá están desarrollando un programa integral de actuaciones, con estimaciones económicas que orienten las inversiones, y sirva de documento de discusión a las distintas administraciones. «En breve vamos a iniciar un conjunto de conversaciones con diversas entidades públicas para ver su disponibilidad y la manera de abordar las actuaciones», anuncian sus portavoces.
Pero el compromiso de Talia y Athenáa va más allá: «Hoy los bienes históricos constituyen un importante recurso turístico por lo que queremos desarrollar diversas iniciativas de difusión que de manera sencilla, eficaz y atractiva den a conocer estos singulares edificios entre los agentes turísticos de la zona», concluyen.
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