Alberto León: «Córdoba tendrá a Murcia como modelo en la gestión de conjuntos arqueológicos»
7/5/19
Alberto León: «Córdoba tendrá a Murcia como modelo en la gestión de conjuntos arqueológicos»
«Los vecinos de Córdoba están muy orgullosos de su mezquita, de Medina Azahara, de sus patios y de su casco histórico, que es Patrimonio de la Humanidad, pero en esta ciudad no se conservan conjuntos arqueológicos como el de San Esteban, no solo por decisiones de las administraciones -la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento- sino por falta de concienciación por parte de la ciudadanía». Son palabras del profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba Alberto León que ayer participó, en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, en el campus de la Merced, en el seminario 'Arqueología de los Arrabales Andalusíes: el conjunto arqueológico de San Esteban en perspectiva». Alberto León dejó claro que «Murcia no puede tener a Córdoba como referente sino al revés, vamos a utilizar Murcia como modelo para gestionar conjuntos arqueológicos». En este sentido, aseguró ante un auditorio formado por estudiantes, profesores, arqueólogos y representantes del Ayuntamiento de Murcia que «el caso de Córdoba es paradójico. Los cordobeses sienten mucho orgullo de su pasado islámico, pero solo de lo monumental y, sin embargo, sienten cierto prejuicio con los arrabales, calles y cementerios e incluso ven mal que se conserve tanto patrimonio porque hay mucho, y se ha optado por no dar visibilidad a ese tipo de restos».
Alberto León indicó que «la ciudad de Córdoba del siglo X era más extensa que la del siglo XXI; todo el proceso de expansión urbanística sigue siendo ciudad islámica y el problema está en determinar qué conservar y qué no. Y, en su momento, se tomó la decisión de no conservar, salvo lo que fuera realmente excepcional». El profesor añade que «hay una contraposición entre arqueología y progreso cuando, en realidad, lo favorece y es útil», sostiene.
León aseguró que «en Córdoba, pese a ser capital de Al-Ándalus, no podemos dar consejos a Murcia porque habría que practicar con el ejemplo», y recordó que «cuando se construyó la estación subterránea para el AVE se destruyó un yacimiento tardorromano». Lo único positivo, a su juicio, es que «ahora se es muy exigente con los promotores a la hora de conceder licencias porque hay un doble filtro: el de la Junta de Andalucía y el del Ayuntamiento».
A la hora de hacer un paralelismo con Murcia, en cuanto a la colaboración entre Ayuntamiento y Universidad, explica que «en Córdoba la Universidad tuvo cierto protagonismo entre 2001 y 2011 y existió un convenio entre un grupo de investigadores y la Gerencia de Urbanismo, sobre todo a la hora de estudian las excavaciones en aquellos solares de urbanizaciones de promoción pública».
Colaboración con la UMU
En Murcia, en virtud del convenio firmado entre el Ayuntamiento y la UMU, se han llevado a cabo trabajos de campo en el yacimiento de San Esteban durante cinco meses, a cargo de equipos de expertos de la UMU, dirigidos por el profesor Jorge Eiroa, y hace una semana comenzó la fase de laboratorio, por lo que en un par de meses se presentarán algunas de los resultados preliminares».
El seminario celebrado ayer, organizado por el grupo de Investigación Arhis (Arqueología Histórica y Patrimonio en el Mediterráneo Occidental), contó con la participación director del citado grupo, José Miguel Noguera; el rector de la UMU, José Luján y el alcalde, José Ballesta.
El regidor municipal destacó la importancia de la investigación en la Universidad, «que es lo que la diferencia de una mera academia», a la vez que destacó el «compromiso social de la Universidad».
«Tenemos casi 60 cajas de material para estudiar»
El profesor Eiroa explicó ayer que, después de cinco meses de trabajo de campo, «entramos en la fase de laboratorio para procesar el material extraído de las excavaciones, reunido en casi 60 cajas». Avanzó también que tendrán que revisar algunas de la hipótesis iniciales y profundizar en el papel de los arrabales en la ciudad. «Habrá que determinar si los arrabales reproducen el modelo urbano a pequeña escala o si son ciudades pequeñas». El profesor de Arqueología Jorge Eiroa avanzó que a partir del 20 de septiembre volverán al yacimiento para continuar con los trabajos de campo.
«Aún no sabemos si fue una posada o una gran casa privada»
La arqueóloga de la UMU Alicia Hernández Robles se centró en los resultados de la investigación del llamado recinto 1 «que podría corresponder un funduk o posada, con zona de almacenamiento y cuadras y una o dos plantas en altura, de tipo similar a las halladas en Denia o Granada». Uno de los objetivos a partir de ahora, según la arqueóloga, «será determinar si realmente fue una zona de uso público o una gran propiedad privada». También se refirió al «complejo sistema hidráulico con hasta 9 canalizaciones de desagüe». Se trata de un recinto con un solo vano de acceso desde la calle principal.
«Quizá la maqbara no fue una mezquita de barrio»
Otro de los arqueólogos que ha tomado parte en los trabajos del yacimiento, José Ángel González, centró su intervención de ayer sobre el recinto conocido como maqbara que, inicialmente, estuvo asociado con la idea de un oratorio. «Por los materiales hallados pensamos que quizá no se trate de una mezquita de barrio, y estamos viendo la posibilidad de que se trate de otro modelo constructivo posterior, que se dataría cronológicamente del siglo XIV». Los arqueólogos incidieron en que «continuamos con muchos frentes abiertos y el trabajo de los laboratorios asociados será fundamental».
«Los vecinos de Córdoba están muy orgullosos de su mezquita, de Medina Azahara, de sus patios y de su casco histórico, que es Patrimonio de la Humanidad, pero en esta ciudad no se conservan conjuntos arqueológicos como el de San Esteban, no solo por decisiones de las administraciones -la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento- sino por falta de concienciación por parte de la ciudadanía». Son palabras del profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba Alberto León que ayer participó, en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, en el campus de la Merced, en el seminario 'Arqueología de los Arrabales Andalusíes: el conjunto arqueológico de San Esteban en perspectiva». Alberto León dejó claro que «Murcia no puede tener a Córdoba como referente sino al revés, vamos a utilizar Murcia como modelo para gestionar conjuntos arqueológicos». En este sentido, aseguró ante un auditorio formado por estudiantes, profesores, arqueólogos y representantes del Ayuntamiento de Murcia que «el caso de Córdoba es paradójico. Los cordobeses sienten mucho orgullo de su pasado islámico, pero solo de lo monumental y, sin embargo, sienten cierto prejuicio con los arrabales, calles y cementerios e incluso ven mal que se conserve tanto patrimonio porque hay mucho, y se ha optado por no dar visibilidad a ese tipo de restos».
Alberto León indicó que «la ciudad de Córdoba del siglo X era más extensa que la del siglo XXI; todo el proceso de expansión urbanística sigue siendo ciudad islámica y el problema está en determinar qué conservar y qué no. Y, en su momento, se tomó la decisión de no conservar, salvo lo que fuera realmente excepcional». El profesor añade que «hay una contraposición entre arqueología y progreso cuando, en realidad, lo favorece y es útil», sostiene.
León aseguró que «en Córdoba, pese a ser capital de Al-Ándalus, no podemos dar consejos a Murcia porque habría que practicar con el ejemplo», y recordó que «cuando se construyó la estación subterránea para el AVE se destruyó un yacimiento tardorromano». Lo único positivo, a su juicio, es que «ahora se es muy exigente con los promotores a la hora de conceder licencias porque hay un doble filtro: el de la Junta de Andalucía y el del Ayuntamiento».
A la hora de hacer un paralelismo con Murcia, en cuanto a la colaboración entre Ayuntamiento y Universidad, explica que «en Córdoba la Universidad tuvo cierto protagonismo entre 2001 y 2011 y existió un convenio entre un grupo de investigadores y la Gerencia de Urbanismo, sobre todo a la hora de estudian las excavaciones en aquellos solares de urbanizaciones de promoción pública».
Colaboración con la UMU
En Murcia, en virtud del convenio firmado entre el Ayuntamiento y la UMU, se han llevado a cabo trabajos de campo en el yacimiento de San Esteban durante cinco meses, a cargo de equipos de expertos de la UMU, dirigidos por el profesor Jorge Eiroa, y hace una semana comenzó la fase de laboratorio, por lo que en un par de meses se presentarán algunas de los resultados preliminares».
El seminario celebrado ayer, organizado por el grupo de Investigación Arhis (Arqueología Histórica y Patrimonio en el Mediterráneo Occidental), contó con la participación director del citado grupo, José Miguel Noguera; el rector de la UMU, José Luján y el alcalde, José Ballesta.
El regidor municipal destacó la importancia de la investigación en la Universidad, «que es lo que la diferencia de una mera academia», a la vez que destacó el «compromiso social de la Universidad».
«Tenemos casi 60 cajas de material para estudiar»
El profesor Eiroa explicó ayer que, después de cinco meses de trabajo de campo, «entramos en la fase de laboratorio para procesar el material extraído de las excavaciones, reunido en casi 60 cajas». Avanzó también que tendrán que revisar algunas de la hipótesis iniciales y profundizar en el papel de los arrabales en la ciudad. «Habrá que determinar si los arrabales reproducen el modelo urbano a pequeña escala o si son ciudades pequeñas». El profesor de Arqueología Jorge Eiroa avanzó que a partir del 20 de septiembre volverán al yacimiento para continuar con los trabajos de campo.
«Aún no sabemos si fue una posada o una gran casa privada»
La arqueóloga de la UMU Alicia Hernández Robles se centró en los resultados de la investigación del llamado recinto 1 «que podría corresponder un funduk o posada, con zona de almacenamiento y cuadras y una o dos plantas en altura, de tipo similar a las halladas en Denia o Granada». Uno de los objetivos a partir de ahora, según la arqueóloga, «será determinar si realmente fue una zona de uso público o una gran propiedad privada». También se refirió al «complejo sistema hidráulico con hasta 9 canalizaciones de desagüe». Se trata de un recinto con un solo vano de acceso desde la calle principal.
«Quizá la maqbara no fue una mezquita de barrio»
Otro de los arqueólogos que ha tomado parte en los trabajos del yacimiento, José Ángel González, centró su intervención de ayer sobre el recinto conocido como maqbara que, inicialmente, estuvo asociado con la idea de un oratorio. «Por los materiales hallados pensamos que quizá no se trate de una mezquita de barrio, y estamos viendo la posibilidad de que se trate de otro modelo constructivo posterior, que se dataría cronológicamente del siglo XIV». Los arqueólogos incidieron en que «continuamos con muchos frentes abiertos y el trabajo de los laboratorios asociados será fundamental».
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