López Quiroga "El patrimonio no son unas ruinas, puede ser el futuro de Ourense"

López Quiroga "El patrimonio no son unas ruinas, puede ser el futuro de Ourense"

Jorge López Quiroga, organizador del congreso internacional sobre la figura de San Martín de Tours

Ourense acogerá en noviembre el primer congreso internacional sobre la figura de su patrón, San Martín de Tours, que servirá para celebrar los 1.700 años de su nacimiento. El investigador medievalista de la Universidad Autónoma de Madrid, el ourensano Jorge López Quiroga, es uno de los organizadores de este destacado encuentro.

¿Se hacía necesario un congreso sobre esta figura?
Sí, porque nunca se había hecho algo así sobre San Martín de Tours y la influencia que tuvo respecto a la cristianización de la provincia ourensana. Como coincide el 1.700 aniversario de su nacimiento, pensamos que era una ocasión perfecta para hacerlo. De hecho, en España nunca se ha hecho nada sobre él, aunque sí en Tours, donde fue obispo, y en Buenos Aires, porque es el patrono de la ciudad. Sin embargo, en España, aunque el culto a su figura está bastante extendido, no se había hecho.

A pesar de ser el patrón, ¿es una figura desconocida en Ourense?
Totalmente. Pocos conocen que el culto de San Martín de Tours se debe, en realidad, a San Martín de Dumio, el apóstol de los suevos, a los que convirtió al catolicismo. Hay un episodio que dice que la curación de la lepra del hijo de uno de los reyes suevos se hizo por mediación de San Martín de Tours, personaje del siglo IV, mientras que San Martín de Dumio es del siglo VI. El congreso centra su figura a través de la difusión de su culto por medio de San Martín de Dumio, que fue obispo de Braga. Y aunque se han realizado estudios científicos importantes, no es un personaje conocido. El enfoque novedoso del congreso será, precisamente, abordar la conversión al catolicismo de los suevos.

¿Cómo llega a ser patrón de la ciudad?
Hay que decir que él no viajó nunca a España. Era de Hungría. Su culto se debe a San Martín de Dumio, quien lo consideraba un modelo a seguir, y cuando se produjo la cristianización de Galicia, trajo con él la figura de este santo.

¿El Congreso persigue otros objetivos?
Sí. Contempla, por una parte, profundizar en los mecanismos de conversión al catolicismo de los reinos bárbaros, una vez que cae el Imperio Romano y, por otra, centrarse específicamente en el territorio de la actual Galicia y el norte de Portugal para abordar los conocimientos actuales que tenemos de los distintos núcleos episcopales.

¿Desconocemos cada vez más nuestra propia historia?
Más que desconocerla, lo que sucede es que muchas veces la divulgación que se hace de ella no es de calidad. Está bien que se difunda y que, por lo tanto, se haga un discurso que sea más comprensible para gente que no sea entendida en la materia; pero debería venir siempre de mano de los especialistas que, aunque tengan un lenguaje más técnico o científico, también pueden y deben hacer una labor de divulgación. Y un congreso como éste, aunque es científico, tiene también que tratar de difundir algo que es muy propio de la provincia. Por ejemplo, aún no conocemos lo que sería la primera Catedral de Ourense, es un tema pendiente que tenemos como ourensanos.
¿No conocemos la primera Catedral de Ourense?
Más o menos sabemos, por algunas investigaciones, que muy probablemente estaría donde se ubica ahora la iglesia de Santa María Madre, pero nunca se ha excavado. Aunque no es algo que pase sólo aquí. Tampoco tenemos un conocimiento material o arqueológico de Astorga, Mérida o León. Es un déficit que tenemos respecto a otros países de nuestro entorno. El congreso pretende movilizar para poder indagar.

Como experto y ourensano, ¿qué le parece la situación del Museo Arqueolóxico?
Es una pena que lleve cerrado tanto tiempo porque es, probablemente, un museo único en España. Las excavaciones han puesto al descubierto una puerta románica de acceso al palacio episcopal y es la única que hay en este país, además del propio edificio, que tiene gran valor. Desconozco todos los detalles, habrá muchos factores, pero es verdad que se necesitan presupuestos importantes.

A nivel patrimonial, ¿dónde se sitúa Ourense?
La provincia tiene un patrimonio excepcional. Si nos centramos en la época medieval exclusivamente, en este país tenemos una riqueza única, a nivel europeo. Pero también tenemos un gran déficit en cuanto a la importancia que le damos. El turismo ha sido tradicionalmente de sol y playa, pero cada vez más se está potenciando un turismo más cultural, más enfocado al patrimonio, lo que supone un yacimiento importante de empleo. Mostrar ese patrimonio a través de gente que lo mantenga y lo difunda de manera adecuada también genera puestos de trabajo. Así que supone una gran fuente de riqueza desde el punto de vista turístico, porque es gente que viene y gasta su dinero, lo que para la economía local supondría un importante revulsivo. La provincia tiene un patrimonio excepcional para la época medieval y concretamente en el ámbito monástico. La concentración que hay aquí, probablemente no la haya en España. Celanova, Oseira, Santo Estevo o San Pedro de Rocas son excepcionales. Quizás el patrimonio medieval fuese el que viviese una riqueza mucho mayor en Ourense.

¿Se cuida adecuadamente?
Siempre requiere una mayor atención, porque es mucho y las inversiones que hay que hacer son importantes. No se trata únicamente de conservarlo, después hay que ponerlo en valor y eso requiere mucho presupuesto. No tengo la sensación de que haya una desidia por parte de las autoridades, para nada; pero es que el patrimonio es tan rico, y mucho depende de la Iglesia, que se necesitan grandes recursos. Lo que sí que quizás falte es la cultura de entender que el patrimonio es nuestra riqueza, pero no porque sea nuestro pasado, sino porque forma parte de nuestra identidad. La valorización del patrimonio necesita una labor de difusión que haga entender a la gente el valor que todo ello tiene. Es importante hacer ese cambio de mentalidad, que la gente entienda que el patrimonio no son unas ruinas que están ahí, sino que hay que cuidarlo, porque forma parte de nosotros.

¿Puede ser el futuro?
Es un elemento de futuro, sin duda. No hay más que ver como en los países de nuestro entorno, donde no tienen este patrimonio, cualquier elemento lo cuidan, lo musealizan. Eso es necesario hacerlo entender a la gente. Nuestro pasado está ahí pero es algo generador para el futuro, para el turismo cultural que se está imponiendo. Ourense tiene un potencial enorme y son las instituciones las que tienen los recursos y los mecanismos necesarios para apostar por este futuro y generar el empleo.

¿Los historiadores son una especie en extinción?
Todos los que nos dedicamos a las letras lo somos. Estos ámbitos están vistos como algo exótico. Así que sí, corremos riesgo porque cada vez las letras reciben menos apoyos y financiación, hay otras prioridades. Pero ahí estamos luchando para salir adelante.