Ávila: «Los siglos del IV al VI son los más interesantes para la arqueología»

Ávila: «Los siglos del IV al VI son los más interesantes para la arqueología»

El arqueólogo abulense Blas Cabrera abrió este viernes el ciclo de conferencias ‘Ávila en tres siglos’ con una charla, muy bien documentada e igualmente bien desarrollada, con la que pintó para su auditorio un completo retrato de cómo era la capital abulense en la Antigüedad Tardía, un tiempo amplio que él acotó al periodo comprendido entre los siglos IV y VI.

Tras delimitar el marco cronológico de esta etapa histórica y mostrar sus características no sólo para Ávila sino también para el conjunto de la península ibérica –la crisis romana del siglo III, la división en provincias administrativas, las muchas invasiones bárbaras en el siglo V, la ilusión de un cristianismo incipiente en el que surge la primera crisis dogmática que es el priscilianismo–, Blas Cabrera hizo un repaso por hallazgos arqueólogicos atribuidos a esta época, concentrados en la zona de la Catedral y alrededores.
Explicó que en esa «época de inestabilidad e invasiones» la ciudad se «defendía con una muralla en cuyo lienzo oriental había paramentos con cantidad de elementos reutilizados, sillares de granito procedentes del desmantelamiento de un edificio de la época romana altoimperial y elementos funerarios de la necrópolis de incineración que todos situamos en los siglos I y II en torno a la basílica de San Vicente». A partir de ese momento, añadió, «tenemos una ciudad con un núcleo fortificado por una muralla que se va a mantener hasta los inicios de la Edad Media, con un trazado que va desde el lienzo oriental hasta la calle Tres tazas y la travesía de Santo Domingo».
A pesar de ser «un periodo de inestabilidad» hubo en aquellos siglos «ejemplos notables de construcción civil y pública, con unas domus que son viviendas de altos dignatarios que vivieron en lo que ahora es la plaza de la Catedral (antiguo Hotel del Inglés, con un pavimento de mosaico asociado) o junto al Palacio los Velada y en la calle Caballeros, donde se han documentado a nivel de cimentación unas viviendas con paredes revocadas con estuco pintado».
Descubrió también el ponente que en aquellos tiempo hubo en Ávila una interesante producción de vidrio, de la que «se han hallado restos de dos estructuras de manufactura de la técnica de soplado al aire en el solar del antiguo convento de los padres paúles y en el entorno de San Vicente, donde está ahora el jardín de Prisciliano, lo que evidencia que había todavía un cierto grado de romanización».
Finalmente habló Blas Cabrera «de una de las características de la antigüedad tardía que fue la generación de zonas suburbanas, barrios suburbanos habitados, ocupados o dedicados a zonas sepulcrale», de los que se han hallado restos junto a la Casa de Misericordia, donde estuvo el antiguo hospital de Dios Padre, «donde se documentó una tumba y un monumento funerario en la huerta de San Nicolás, en el límite de la villa romana asociada esa necrópolis».
Los siglos IV al VI, finalizó el arqueólogo, «son los más significativos desde el punto de vista de la arqueología con la irrupción del cristianismo, que cambia todo un poco», y fruto de ello fue la creación de «un nuevo espacio funerario que se habilita tras la iglesia de San Pedro, donde antes de que estuviese la necrópolis parroquial hubo una hispanorromana sobre la cual, una vez amortizada, se construye un monumento funerario con un enterramiento en posición privilegiada en torno al cual se forma una necrópolis de época tardoantigua desde el V hasta el VII».