El gran misterio de la Dénia visigoda

14/2/16 .- http://lamarinaplaza.com/

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El gran misterio de la Dénia visigoda

El arqueólogo Josep Antoni Gisbert dará a conocer en una jornada en Barcelona las excavaciones de necrópolis en El Fortí así como en Pego, la Vall d’Ebo o Xàbia que han logrado arrojar algo de luz a la época histórica más desconocida de la Marina Alta


A la hora de trazar la historia de Dénia, cualquier estudio científico o manual de divulgación al uso pasará con cierta rapidez de los tiempos de gloria de la Dianium romana, a partir del siglo I, a los de la taifa de la Daniya islámica, ya en 1013. Ahora bien, entre ambos hitos hay muchos siglos de por medio tradicionalmente sumidos en la oscuridad: son los de la Dénia tardorromana, bajo la supuesta órbita del reino visigodo de Toledo. Especialmente, la vida comprendida entre los siglos VII y X –que incluye pues no solo la era visigoda sino también la conquista islámica de la Península y el Califato hasta su ruptura– está cercada de incógnitas.

Sí se sabe que allá por el sigloVII en zonas como la actual Marina Alta siguió viviendo una población indígena heredera del Imperio Romano; que había en las proximidades dos señores feudales visigodos de gran importancia: al sur, Teodomiro de Orihuela,con amplios territorios en las actuales provincias de Albacete, Murcia y Alicante, y, al norte, Tebdemir, en el Pla de Nadal (Ribarroja, Valencia); que la propia Dénia era sede episcopal; y que su puerto, fuente de su prosperidad en la era de Dianium, debió continuar activo durante todas estas centurias pues no en balde en un año ya tan tardío como 950, un historiador árabe, Al-Rashid, señala que Dénia contaba con un «buen puerto muy antiguo» y que por lo tanto jamás había sido abandonado.

Aún así, no es mucho. Con la era visigoda, los expertos siempre han tenido problemas. En primer lugar, porque el interés por esta época, muy en auge durante los primeros años del franquismo, por aquello de que entonces todo lo que tuviera carácter alemán estaba de moda, fue perdiendo interés en los años sucesivos. Además, la falta de fuentes historiográficas, la complejidad en datar restos arqueológicos siempre trascendentes como las cerámicas o, en Dénia, las dificultades para excavar en el área portuaria han sido otros escollos.

Ahora bien, años de trabajo han arrojado algo de luz a la cuestión en la Marina Alta, sobre todo gracias a yacimientos arqueológicos cuyas excavaciones han descubierto recintos funerarios con ajuares que sí han podido datarse en la era visigoda. De un modo paradójico, han sido pues los ritos de la muerte los que han arrojado luz sobre la vida.

Una cita en Barcelona

La información obtenida durante casi cuatro décadas de excavaciones será divulgada por el arqueólogo municipal de Dénia, Josep Antoni Gisbert, en una jornada o workshop que tendrá lugar este viernes en el Museo de Arqueología Catalunya-Barcelona, recinto con una de las colecciones visigodas más importantes del Estado. En esa sesión, Gisbert leerá la ponencia titulada Una mirada desde Dénia a la huella de los visigodos entre el País de Tudmir y la domus de Tebdemir (Valencia).

Sólo el título ilustra que en su trabajo, Gisbert abarca en realidad un entorno más amplio que la actual Marina Alta: comprendería la ambigua zona ubicada entre los dominios de los dos nobles visigodos a los que aludíamos antes: el Tedomiro de Orihuela (Tudmir hace referencia al pacto de capitulación que este noble firmó con el hijo del gobernador del Norte de África) y el Tebdemir valenciano.

Entre esas huellas localizadas, el arqueólogo de Dénia hace referencia a dos necrópolis halladas en Pego, la de Gaià y la de Castelló, situadas tan próximas que en realidad podría haberse tratado de la misma. La de Gaià fue excavada en la década de 1940 y entonces, de forma equivocada, se le atribuyó un origen árabe. Para enmendar este error fue clave la excavación de la de Castelló, dirigida por el propio Gisbert en 2004 y que arrojó un auténtico tesoro: veinte enterramientos, cinco de los cuales llevaban ajuares de un gran valor histórico… piezas metálicas, cuentas de collar cortadas en granate (así pues con piedras semipreciosas), pendientes tipo de8 característicos del siglo VII que se han hallado en otras necrópolis visigodas.

Por lo tanto, la respuesta es sí. La civilización visigoda estuvo aquí.

Otros yacimientos en la comarca confirman tan reconfortante respuesta afirmativa como el de la Cairola, en la Vall d’Ebo, donde se halló un jarrón de un asa también de esta época histórica.

A este lado del mar y al otro

Pero, ¿y en la costa? Pues de nuevo la muerte viene a jugar a favor de la vida. En El Fortí de Dénia se descubrieron vestigios de siete sepulturas, una de las cuales contenían algunos elementos metálicos visigodos, entre ellos la hebilla de un cinturón o de un anillo. Piezas similares también se han localizado en la necrópolis del Muntanyar de Xàbia. En esta última población, se excava ahora en la partida de l’Atzúvia, donde ha surgido cerámica tardorromana.

Como ya había sucedido antes y volvería a ocurrir en los siglos siguientes, también las huellas visigodas atravesaron todo un mar: Gisbert destaca con énfasis el gran valor de que elementos similares a los de la Marina Alta se hallen en el yacimiento de Can Frit, en Eivissa.

Así pues, un poco más de luz.

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