El Cerro del Bú dobla su extensión arqueológica tras el último estudio (Toledo)

El Cerro del Bú dobla su extensión arqueológica tras el último estudio (Toledo)


Un proyecto de protección, consolidación y limpieza de uno de los yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce más importantes de la provincia y de la zona centro de España. El Consorcio ha finalizado ya las excavaciones y adecuación del Cerro del Bú para que toledanos y visitantes puedan acercarse a este enclave y conocer las fases de ocupación de este espacio en el que ha trabajado un equipo multidisciplinar formado por cinco arqueólogos, diez técnicos, así como un arquitecto, un aparejador y varios restauradores.
Cercado con una valla perimetral a la espera de su apertura en las próximas semanas, estos últimos trabajos han arrojado luz sobre diferentes aspectos hasta ahora desconocidos por los historiadores y los arqueólogos que desde los años 80 han trabajado en torno al Cerro del Bú, excavado hace más de 30 años bajo la dirección de Enrique de Álvaro y Juan Pereira, dando como resultado una publicación (1990) en la que se afirmaba la ocupación continua durante la Edad de Bronce y una ocupación temporal del Cerro en un momento avanzado de la dominación islámica.
En relación a la Edad del Bronce y a los 7.500 metros cuadrados de superficie que en un principio tendría el poblado a lo largo del II milenio antes de Cristo, el arqueólogo responsable de esta última intervención, Juan Manuel Rojas, comentaba ayer a La Tribuna que tras documentar la zona y estudiar los hallazgos localizados en el Cerro durante esta última intervención «nos encontramos con un yacimiento que en la Edad de Bronce era mucho más amplio de lo que creíamos, de unos 15.000 metros cuadrados».
El estudio de las caras Sur y Este del Cerro del Bú hace pensar que el asentamiento se extendería hacia el arroyo de la Degollada, con una extensión que duplicaría la hasta ahora contextualizada en esta época. «Podía llegar prácticamente muy cerca del arroyo, es uno de los yacimientos más sobresalientes y representativos de la Edad de Bronce en el centro de la Península».
Los trabajos de protección, consolidación y limpieza de las estructuras para garantizar su conservación e interpretación, así como la reconstrucción de una parte del muro islámico datado con toda probabilidad en el siglo X durante la dominación islámica relacionada con el asedio por parte de Abdal-Rahman III, han finalizado con éxito.
El Consorcio ha invertido en este proyecto más de 240.000 euros retomando una propuesta planteada en 2003 en torno a la protección de los vestigios, la señalización de los elementos arqueológicos y el arreglo de los accesos con un itinerario accesible para visitantes.

Muralla y cerámica.

De otro lado, Rojas detalló algunos de los hallazgos más reseñables del proyecto, como un nuevo tramo de muralla de la Edad Media y varios torreones, junto a restos de tapial. «La muralla en sí no tenía más de un metro de altura en piedra, para llegar a los cuatro que posiblemente alcanzaba se empleó tierra apisonada o tapial», señalaba para destacar la conservación de unos 10 centímetros de tapial sobre el muro de piedra que sí se ha recuperado.
Durante las excavaciones han aparecido restos de cerámica, fragmentos, así como una olla completa sin decoración de los tipos situados en el periodo Omeya (siglos IX-X d.C) sellada con cal. Este recipiente se encontró en el recinto amurallado superior, en una de las esquinas de la plataforma.
Tras el vaciado de la misma se llegó a la conclusión de que en su día contuvo algún material perecedero sobre el que se colocó un muñeco de trapo o de madera. De este objeto se ha conservado su impronta en la capa de cal con la que se selló el recipiente, por lo que esta figura antropomorfa se ha podido recrear en 3D con un resultado más que interesante al que se puede acceder en el perfil de Facebook ‘Yacimiento Arqueológico Cerro del Bu - Toledo’.