Buques de la Era Teutónica encontrados durante unas obras (Estonia)

Buques de la Era Teutónica encontrados durante unas obras (Estonia)

Restos de un navío medieval, posiblemente de la Era Teutónica, fueron descubiertos cerca de la costa de la capital de Estonia, Tallín, mientras se realizaban trabajos para la construcción de un complejo residencial a finales del mes de mayo.

Los primeros análisis sobre el terreno indican que se trata de una embarcación de 15 metros de eslora, por 4 de manga y de aproximadamente, 700 años de antiguedad (s. XIV).

Tallin y el norte de Estonia cayeron en poder danés en el año 1219 tras la batalla de Lyndanisse, aunque no pudieron dominar la plaza de Tallín durante mucho tiempo, ya que en 1227 los alemanes (Sacro Imperio Romano) tomaron la ciudad y construyeron las primeras fortalezas de piedra para consolidar su dominio. Esta consolidación germana atrajo numerosos comerciantes, que se establecieron a la sombra de la primera fortaleza otorgada a la Orden de los Hermanos Livonios de la Espada.

En 1236 los Teutones se hicieron cargo de las fortalezas, tras la batalla de Saule. En 1248, Tallín se hizo miembro de la organización comercial gremial conocida como “La Liga Hanseática”, un consorcio libre de ciudades marítimas germánicas.

En esa época, la ciudad experimentó un rápido crecimiento económico al convertirse en puerto clave de la Liga Hanseática entre Nóvgorod y Occidente. Se transportaban pieles, miel, cuero y grasa de foca hacia el oeste y sal, arenques, telas y vino hacia el este.

A mediados del siglo XIV, fecha de datación del pecio, los habitantes de Tallín se levantaron en armas contra los alemanes (Levantamiento de la noche de San Jorge), la Orden Teutónica sofocó estas revueltas, lo que significó el final de la influencia danesa. Los daneses venderían las tierras que dominaban en la zona a la Orden por 1000 marcos; con esto los germanos sumaban más territorios para su explotación dentro de la Liga Hanseática.

Tras la “exhumar” la estructura del navío, se realizaron varias prospecciones con geo-radar en la zona. La sorpresa fue mayúscula al analizar los resultados; los expertos se encontraron con la existencia de otros barcos a más profundidad (a unos 4 metros).

El área del descubrimiento había sido parte del antiguo puerto utilizado por la Liga Hanseática, cuando el mar estaba unos 200 metros más hacia tierra que en la actualidad. Y posteriormente, durante 80 años -desde los años 30- fue un terreno baldío en el que se acumulaba basura y cenizas.

Desde El Reto Histórico barajamos la teoría de que las embarcaciones sean “Cocas”, un tipo de embarcación perfeccionado por la liga Hanseática -conocidas como “Cocas Hanseáticas-, aunque su uso general fue desechado a finales del siglo XIII en toda Europa. Los germanos orientaron las nuevas cocas a la navegación costera en el Báltico por su capacidad de transporte, velocidad y ser unos de los primeros navíos que no necesitaron remeros. Las embarcaciones de este tipo variaban sus tamaños entre los 15 y los 30 metros de eslora.

No está claro si las embarcaciones se hundieron, fueron enterradas deliberadamente (por inútiles) o fueron sepultadas por el paso del tiempo. Lo que no hay duda es que fueron despojadas de todas las partes “reciclables”, es decir: piezas metálicas, guarniciones, jarcias y mástiles.

Vello Massi, arqueólogo del Museo Marítimo de Estonia, comenta, que pudo tratarse de un buque de transporte utilizado para barqueos desde la ciudad hasta las grandes naves, que no entraban en puerto, o buques fondeados.

En 2009 se descubrió, también, un navío del siglo XIII; por lo que se trata de un descubrimiento que permitirá establecer una línea evolutiva en la construcción naval medieval.

La Junta de Patrimonio Nacional -de Estonia- se ha echo cargo de la excavación, que durará varias semanas (se estima que hasta finales de julio), tiempo en el que la construcción (a dios gracias) quedará suspendida.

Aunque la decisión final, tras reuniones con la construcitora, ha sido el de retirar los pecios de la zona para que la construcción pueda seguir adelante; la vida sigue, las ciudades crecen y la mayor parte de las veces ese crecimiento es incompatible con el pasado… esto es algo que los arqueólogos saben, y asumen siempre con resignación.