El Muhba descubre la Barcelona visigoda de la antigüedad tardía con una muestra

El Muhba descubre la Barcelona visigoda de la antigüedad tardía con una muestra

El museo renueva el recorrido arqueológico con una aula episcopal y un baptisterio
El Museu d'Història de Barcelona (Muhba) ha remodelado la parte dedicada a la Barcelona de la antigüedad tardía --entre los siglos IV y VII-- con una exposición de 120 piezas que podrá verse a partir de este lunes en el renovado recorrido arqueológico de la Plaça del Rei, que presenta una aula episcopal, un baptisterio y construcciones anexas.

La muestra 'Barcelona en la antigüedad tardía. El cristianismo, los visigodos y la ciudad' se articula con el itinerario arqueológico "atractivo y renovado" y propone una nueva interpretación de las profundas transformaciones políticas, religiosas, sociales y de urbanismo que sufrió la ciudad, ha explicado este lunes en rueda de prensa el director del Muhba, Joan Roca.

Roca ha destacado la larga duración del periodo de la antigüedad tardía, posterior a la gran crisis del mundo romano del siglo III y previo a la Edad Media, durante el que se adoptó el cristianismo como religión oficial en la ciudad, que pasó de ser la 'Barcino' romana a la 'Barcinona' visigoda.

Se trata de la primera etapa del proyecto de remodelación general con el que se quiere dar un nuevo impulso a la sede del Muhba del Conjunto Monumental de la Plaça del Rei, que incluye el subsuelo arqueológico, el Palau Reial y la Casa Padellàs, ha recordado el teniente de alcalde de Cultura, Conocimiento, Creatividad e Innovación, Jaume Ciurana, que lo ha adscrito en el Pla Barcino.

El recorrido incluye un interactivo que revela los pasos de los descubrimientos de estos restos, pertenecientes a una época de la que aún se investigan hechos como la presencia visigoda, el desmantelamiento del fórum o la transformación de un cuarto de la ciudad en reducto episcopal, ha señalado la comisaria, Julia Beltrán.

EL OBISPO, EL CENTRO DE LA CIUDAD

La aula episcopal es un edificio de tres naves separadas por columnas construido el siglo V, y era una sala de recepción y presentación del obispo, la figura alrededor de la cual pivotaba la vida de la ciudad, ha destacado Beltrán.

El baptisterio era el espacio donde la comunidad cristiana llevaba a cabo la ceremonia del bautismo, y conserva una piscina octogonal del siglo VI, con escaleras en forma de cruz, así como detalles de la pintura del techo de esa fecha, con motivos geométrico-florales.

También se muestran iconografía cristiana perteneciente a sarcófagos y dos laudas funerarias, un elemento que la comisaria ha valorado como muy importante.

Además de piezas de vestimenta y la vida diaria de la ciudad, se incluyen elementos de mayor tamaño, como una pintura mural que formaba parte de la decoración del baptisterio y que conserva una frase de la formula de renunciación al diablo que se pronunciaba antes del baptismo.