Dos expertos publican un estudio sobre los murales medievales de Alcañiz

Dos expertos publican un estudio sobre los murales medievales de Alcañiz

Es un tratado de de 70 páginas dedicado a estas joyas patrimoniales

El Centro de Estudios Bajoaragoneses (CESBA), emblemática entidad cultural de Alcañiz y su entorno, ya cuenta en su haber con una nueva publicación de prestigio. Se trata de Las pinturas murales medievales del castillo calatravo de Alcañiz, obra de los historiadores Jordi Rovira Port y Àngels Casanovas Romeu, estudiosos e investigadores de la época medieval en general y de aspectos particulares como los murales de la fortaleza alcañizana, parte de la cual es hoy parador de turismo y uno de los principales puntos de interés turístico de la capital del Bajo Aragón.

El nuevo libro del CESBA, con una tirada de 1.000 ejemplares, ha llegado recientemente a las instituciones y librerías. Es un tratado de algo más de 70 páginas dedicado a una de las joyas patrimoniales aragonesas. La realización de estas obras artísticas de importancia mundial (acaso las de temática civil y militar medieval de mayor superficie pintada en pared en España) puede situarse, según Rovira y Casanovas, entre 1280 y 1375 aproximadamente.

Se trata de pinturas abordadas en numerosas publicaciones científicas, entre ellas las de universidades como Cambridge, en el Reino Unido, y Nagasaki, en Japón. Y el ensayo ahora publicado en el Bajo Aragón las pone al alcance de cualquier público, tanto por su carácter divulgativo como por el precio de venta, 12 euros.

LA ESTRUCTURA Las pinturas murales medievales del castillo calatravo de Alcañiz consta de seis apartados. Los referidos a los frescos góticos se dividen en cada uno de los espacios que los albergan: atrio, claustro y planta primera de la torre del Homenaje. Además, los autores contextualizan las pinturas en su continente, con capítulos dedicados a los orígenes, fases y fechas del castillo y a la datación de las propias imágenes pictóricas.

No faltan tampoco referencias a dos de las pinturas que en su día fueron extraídas y trasladadas, al salón de plenos de la casa consistorial alcañizana, donde aún permanecen a la espera de mejor destino: la Rueda de la Fortuna y El Trovador. La edición del libro, además del propio impulso del Centro de Estudios bajoaragonés, ha sido posible gracias a la colaboración del centro al que está adscrito, el Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, y al apoyo económico de la Comarca del Bajo Aragón.