La murallas de la Alcazaba de Antequera son almohades y no nazaríes últimas investigaciones

Las murallas de la Alcazaba de Antequera empezaron a construirse en la época almohade -últimas décadas del siglo XII y primera mitad del siglo XIII-, según las investigaciones que se están llevando a cabo en el recinto, que han sido hechas públicas por el arquitecto especializado en arquitectura musulmana Pedro Gurriarán y por el arqueólogo municipal de Antequera, Manuel Romero durante el desarrollo del Congreso de Ciudades Nazaríes de Granada.



Estos nuevos datos ponen de manifiesto de forma inequívoca que el apogeo de la ciudad musulmana (Madinat Antaqira) se produjo bajo los almohades y que éste culminaría con el refuerzo de la cerca ya en época nazarí.

Según el mismo estudio, los almohades construyeron un recinto amurallado completo 'ex novo', que es el que hoy se puede apreciar. Esta murallas eran de tapial y todavía en algunos tramos se puede apreciar el ancho de las tablas que sirvieron para encofrarlas.

El aspecto de la Madinat era el de una ciudad media, con un recinto intramuros de 65.000 metros cuadrados y con unas murallas blancas que se disponían en dos recintos: uno en las cotas más elevadas destinado a proteger la Alcazaba y las viviendas de los funcionarios -de unos 15.000 metros cuadrados-, y un segundo recinto donde residía el resto de la población y donde se iba acogiendo a quien buscaba refugio por los avances de las tropas cristianas, especialmente tras la caída de Sevilla a mediados del siglo XIII.

Los investigadores resaltaron la aparición de un antemuro o barbacana a lo largo de la mayor parte del recorrido de las dos murallas que está siendo sacado a la luz mediante mediante las intervenciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la actualidad, lo que confirma que en realidad eran cuatro las líneas de muralla que poseía.

En el siglo XIV, los nazaríes realizaron un programa de revestimiento de estas murallas con mampostería, dotándolas de la apariencia pétrea que poseen hoy. En esta centuria se añadieron unas torres salientes que se unen a la murallas mediante un arco, posteriormente convertidos en postigos como la torre de la Estrella. Las torres de planta redonda como la de San Juan, la Torre Torcida o la que hay junto a la Puerta del Agua también son aportes nazaríes, al igual que la Puerta de Málaga, mandada a construir por Muhammad V. Gurriarán y Romero hicieron referencia también al descubrimiento de la coracha de la ciudadela, construida en los últimos años de la referida ocupación musulmana.