El párking de Barrioverde perderá 27 plazas por los restos arqueológicos (Tarazona, Aragón)

El Ayuntamiento de Tarazona pretende sacar adelante este año el que se ha convertido en el proyecto más gafado de la legislatura: el párking de Barrioverde. A la quiebra económica de la empresa adjudicataria de las obras y la suspensión de pagos, se sumaron la aparición de unos restos arqueológicos que obligaron a parar la ejecución y que, finalmente, provocarán que se reduzca la capacidad total del aparcamiento en casi una quinta parte.


Así, de las 156 plazas que contemplaba el proyecto original sólo podrán construirse 129. Las dos catas arqueológicas realizadas por imperativo legal sacaron a la luz estructuras de viviendas medievales. Unos hallazgos "interesantes" para los especialistas, ya que con la guerra de los Dos Pedros se perdieron la mayor parte de los restos históricos.

Tras estos hallazgos, el Gobierno de Aragón obligó a respetar los restos y marcó unas prescripciones para su protección que deberán ser recogidas en el nuevo proyecto.

Ante este contratiempo, el Ayuntamiento de Tarazona sacará adelante el párking de Barrioverde adjudicando el proyecto, las obras y la concesión a una misma empresa con el fin de no retrasar más la actuación.


PLIEGO DE CONDICIONES Según explicó el concejal de urbanismo, Jesús Tomás Garcés, los técnicos ya trabajan en la redacción del pliego de condiciones para que salga a concurso antes de verano. El edil señaló que otros aparcamientos públicos de Aragón ya funcionan con este sistema y para el consistorio supondrá acelerar un proyecto municipal prioritario que se ha dilatado por diferentes circunstancias.

El consistorio considera necesario el aparcamiento en Barrioverde para descongestionar el tráfico y solucionar los problemas ocasionados por las escasas dimensiones de las calles. En julio del 2004, la empresa navarra Tudeco, encargada de ejecutar las obras de este párking, anunció la suspensión de pagos y los trabajadores dejaron de asistir a las obras. Hasta entonces, la empresa constructora había realizado el recalce de los muros mientras se decidía el futuro del proyecto mediante las catas arqueológicas.