La historia vive en San Martín de Forua
31/12/10 .- http://www.deia.com/
La Diputación Foral de Bizkaia impulsa la puesta en valor de la necrópolis medieval más antigua del País Vasco. El templo se halla en la Reserva de Urdaibai.
La Diputación Foral de Bizkaia apuesta por el fomento de la cultura. Uno de los proyectos que el ente foral está impulsando es la puesta en valor de la necrópolis de la iglesia de San Martín de Forua. El templo se encuentra ubicado en el barrio de Elixalde de la citada localidad, en plena reserva de la Biosfera de Urdaibai.
El proyecto y la intervención arqueológica que se está desarrollando en ella surgieron de la necesidad de remodelar el interior del templo. Su propietario, el Obispado de Bilbao, fue quien planteó su puesta a punto, "de cara a sanear y reacondicionar sus instalaciones", según indican fuentes forales. De este modo, el departamento de Cultura de la Diputación, con la finalidad de documentar el "rico potencial arqueológico" del subsuelo del edificio, planteó la necesidad de realizar una intervención arqueológica en su interior y registrar así la secuencia histórica del espacio ocupado por el templo.
El origen del edificio parroquial de Forua es considerado como uno de los más antiguos de Bizkaia. El historiador Juan Ramón de Iturrizar lo sitúa en torno a fines del siglo XI o principios del siglo XII; aunque en la actual construcción no quedan evidencias de su pasado medieval, pero sí otras más recientes.
Así, en 2005, el ente foral autorizó el inicio de los trabajos arqueológicos que se prolongaron durante seis meses, hasta finales del mes de mayo de 2006. Las conclusiones del estudio no se dieron a conocer hasta finales de este año. Las intervenciones arqueológicas realizadas durante estos años en el edificio parroquial de San Martín de Tours de Forua, previas al proyecto de puesta en valor del mismo, dieron como resultado las siguientes conclusiones. El templo estuvo ocupado desde el Periodo Romano, el Alto Imperio en el siglo I (d.C.) hasta el presente, lo que ha proporcionado datos suficientes para la creación de un modelo histórico de las características y el modo de evolucionar de la población de la costa del País Vasco. Asimismo, la actuación permitió el estudio de las diferentes construcciones cristianas desde la alta Edad Media. "Es una caso excepcional que ayudará a establecer los tiempos, modos y maneras de crear y ordenar los recintos eclesiásticos y los rituales funerarios", matizan fuentes forales.
Las fases históricas Desde el Departamento de Cultura se llevó a cabo el estudio mediante un procesos dividido en fases. En un primer momento y, con el fin de evaluar el grado de conservación del yacimiento, se procedió a la realización de una serie de sondeos en el área del altar mayor, en los laterales de la iglesia, así como en el bajo coro. Los resultados fueron positivos, ya que permitieron conocer la presencia de una construcción anterior al templo actual. Por otro lado, el estudio de los niveles arqueológicos determinó que la actual parroquia fue utilizada como necrópolis en distintos momentos de la historia, entre ellos, la época romana. "La importancia de estos descubrimientos, obligaron a la ampliación del área de estudio, centrándose en las zonas que pudieran aportar mayor información sobre el desarrollo histórico del lugar". Los resultados de las fases de trabajo siguieron un orden cronológico, desde el periodo más reciente al más antiguo; esto es, según se iban reconociendo los niveles de tierra a través del proceso de excavación.
En el área central de la iglesia fue localizada la necrópolis "más moderna de las documentadas en este espacio", según la Diputación. Se trata de una cementerio organizado a mediados del siglo XVIII, mediante la disposición de los enterramientos en fosa abierta en tierra y cubierto por entarimado de planchas de madera. Con anterioridad al templo actual fue edificada otra iglesia, de la que parte de la cimentación se ha localizado durante la excavación. Según sus características, esta sería una construcción fechada en la Baja Edad Media, en torno al siglo XIV.
A la necrópolis del templo de San Martín de Tours en Forua se le podrían sumar algunos restos como sepulturas situadas fuera de sus límites, que quedaron alteradas y cortadas por los muros de la iglesia actual durante su proceso de construcción. Se trata de un conjunto de evidencias que pudieron corresponder a varios periodos históricos. Están constituidas por un complejo de sepulturas de variada tipología, entre ellas, enterramientos en fosa, sepulturas de lajas y de muro. Todas ellas, forman parte de un cementerio en activo, cuando menos, desde el Alto Medieval, aunque los investigadores no descartan que pueda datarse en el Bajo Imperial.
Las investigaciones realizadas en los niveles inferiores a la necrópolis descubrieron la estructura de un muro que, por sus características, podría formar parte de la planta de una edificio prerrománico. Igualmente, los restos romanos localizados son numerosos, tanto ajuares formados por monedas y cerámicas, como de restos constructivos, aunque ese encuentran alteradas por las construcciones posteriores.
La Diputación Foral de Bizkaia apuesta por el fomento de la cultura. Uno de los proyectos que el ente foral está impulsando es la puesta en valor de la necrópolis de la iglesia de San Martín de Forua. El templo se encuentra ubicado en el barrio de Elixalde de la citada localidad, en plena reserva de la Biosfera de Urdaibai.
El proyecto y la intervención arqueológica que se está desarrollando en ella surgieron de la necesidad de remodelar el interior del templo. Su propietario, el Obispado de Bilbao, fue quien planteó su puesta a punto, "de cara a sanear y reacondicionar sus instalaciones", según indican fuentes forales. De este modo, el departamento de Cultura de la Diputación, con la finalidad de documentar el "rico potencial arqueológico" del subsuelo del edificio, planteó la necesidad de realizar una intervención arqueológica en su interior y registrar así la secuencia histórica del espacio ocupado por el templo.
El origen del edificio parroquial de Forua es considerado como uno de los más antiguos de Bizkaia. El historiador Juan Ramón de Iturrizar lo sitúa en torno a fines del siglo XI o principios del siglo XII; aunque en la actual construcción no quedan evidencias de su pasado medieval, pero sí otras más recientes.
Así, en 2005, el ente foral autorizó el inicio de los trabajos arqueológicos que se prolongaron durante seis meses, hasta finales del mes de mayo de 2006. Las conclusiones del estudio no se dieron a conocer hasta finales de este año. Las intervenciones arqueológicas realizadas durante estos años en el edificio parroquial de San Martín de Tours de Forua, previas al proyecto de puesta en valor del mismo, dieron como resultado las siguientes conclusiones. El templo estuvo ocupado desde el Periodo Romano, el Alto Imperio en el siglo I (d.C.) hasta el presente, lo que ha proporcionado datos suficientes para la creación de un modelo histórico de las características y el modo de evolucionar de la población de la costa del País Vasco. Asimismo, la actuación permitió el estudio de las diferentes construcciones cristianas desde la alta Edad Media. "Es una caso excepcional que ayudará a establecer los tiempos, modos y maneras de crear y ordenar los recintos eclesiásticos y los rituales funerarios", matizan fuentes forales.
Las fases históricas Desde el Departamento de Cultura se llevó a cabo el estudio mediante un procesos dividido en fases. En un primer momento y, con el fin de evaluar el grado de conservación del yacimiento, se procedió a la realización de una serie de sondeos en el área del altar mayor, en los laterales de la iglesia, así como en el bajo coro. Los resultados fueron positivos, ya que permitieron conocer la presencia de una construcción anterior al templo actual. Por otro lado, el estudio de los niveles arqueológicos determinó que la actual parroquia fue utilizada como necrópolis en distintos momentos de la historia, entre ellos, la época romana. "La importancia de estos descubrimientos, obligaron a la ampliación del área de estudio, centrándose en las zonas que pudieran aportar mayor información sobre el desarrollo histórico del lugar". Los resultados de las fases de trabajo siguieron un orden cronológico, desde el periodo más reciente al más antiguo; esto es, según se iban reconociendo los niveles de tierra a través del proceso de excavación.
En el área central de la iglesia fue localizada la necrópolis "más moderna de las documentadas en este espacio", según la Diputación. Se trata de una cementerio organizado a mediados del siglo XVIII, mediante la disposición de los enterramientos en fosa abierta en tierra y cubierto por entarimado de planchas de madera. Con anterioridad al templo actual fue edificada otra iglesia, de la que parte de la cimentación se ha localizado durante la excavación. Según sus características, esta sería una construcción fechada en la Baja Edad Media, en torno al siglo XIV.
A la necrópolis del templo de San Martín de Tours en Forua se le podrían sumar algunos restos como sepulturas situadas fuera de sus límites, que quedaron alteradas y cortadas por los muros de la iglesia actual durante su proceso de construcción. Se trata de un conjunto de evidencias que pudieron corresponder a varios periodos históricos. Están constituidas por un complejo de sepulturas de variada tipología, entre ellas, enterramientos en fosa, sepulturas de lajas y de muro. Todas ellas, forman parte de un cementerio en activo, cuando menos, desde el Alto Medieval, aunque los investigadores no descartan que pueda datarse en el Bajo Imperial.
Las investigaciones realizadas en los niveles inferiores a la necrópolis descubrieron la estructura de un muro que, por sus características, podría formar parte de la planta de una edificio prerrománico. Igualmente, los restos romanos localizados son numerosos, tanto ajuares formados por monedas y cerámicas, como de restos constructivos, aunque ese encuentran alteradas por las construcciones posteriores.
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