«Si un museo no es dinámico sólo parece un lugar triste y empolvado»

El Museo Arqueológico de Cacabelos fue ayer protagonista de las jornadas de patrimonio



Para la directora del Museo Arqueológico de Cacabelos, Inés Díaz, la instalación berciana destaca por «estar viva, llena de actividades» pues de no ser así «los museos terminan por convertirse en lugares tristes y empolvados».

Protagonista de la segunda ponencia sobre patrimonio, Díaz realizó ayer en el Club de Prensa del Diario un pequeño recorrido por la historia del municipio a través de las piezas que se exponen en el centro. Desde la prehistoria, Edad Media, pasando por el mundo Astur para terminar en el siglo XX. «El Museo Arqueológico de Cacabelos contiene una magnífica colección de elementos que muestran la evolución de la cultura material hasta nuestros días; hachas prehistóricas, adornos astures, cerámica romana, útiles domésticos antiguos y etnográficos, armas y libros», añade.

La directora ha coordinado un proyecto museístico centrado en el aprovechamiento del edificio antiguo y una nueva construcción anexa para llevar a cabo un trayecto expositivo acorde con la colección y el propio contenedor. Considerando que se trata de un centro nuevo, inscrito en un medio rural de interior, «hemos de destacar que, en poco más de dos años, se ha logrado convertir en uno de los museos más activos de difusión cultural y turística de la comarca berciana con 10.000 visitas anuales».

La conferenciante habló también de los yacimientos de Castro Ventosa y La Edrada, ambos declarados Bienes de Interés Cultural. «Su existencia, identificada con la mansión viaria de Bergidum Flavium en la antigüedad, hacen de Cacabelos encrucijada del noroeste a lo largo de los siglos, paso del Camino de Santiago y atracción turística cultural por su conjunto patrimonial».

El Museo Arqueológico depende del Ayuntamiento de Cacabelos, responsable de la colección formada en 1964 por iniciativa de Eumenio García Neira, pionero del coleccionismo y la arqueología en El Bierzo. Incluido en la Red de Museos de Castilla y León en 2007, «compatibiliza sus funciones de conservación, investigación y difusión con las de punto turístico y de encuentro cultural, erigiéndose, asimismo, en recuerdo y memoria de todas las personas que con su generosidad han colaborado en la formación de la colección», puntualiza.

La sede se localiza en pleno Camino de Santiago, en uno de los edificios más emblemáticos de Cacabelos, construido en 1892 y destinado a bodega durante la primera mitad del siglo XX. «Los edificios rehabilitados para usos culturales deben destacar sobre la mera arquitectura como testimonios del paso del tiempo y como lugares para el desarrollo humano, por lo que en este sentido también pueden considerarse espacios creadores de historia», finaliza.

Las jornadas regresarán el próximo 14 de diciembre.