La ciudad de La Mota, destino para arabistas y medievalistas

Los VIII Estudios de Frontera, subtitulados Mujeres y fronteras, homenajearon a la insigne investigadora y profesora de la Uni- versidad Complutense de Madrid Cristina Segura Graíño. Medio centenar de historiadores e investigadores se reunió en torno a la antigua frontera alcalaína para recuperar la presencia de las féminas en la historia medieval.


Fueron mujeres bereberes, sultanas, moriscas, de la nobleza, reinas… con un papel importante en la historia a menudo ocultado. La celebración de los VIII Estudios de Frontera fue muy fructífera para los investigadores venidos de diversos lugares y universidades del mundo, desde Texas a Rabat, pasando por Mallorca, Barcelona o Nantes, como para los alcalaínos, tanto los asistentes como los participantes, entre los que estaban Domingo Murcia, Carmen Juan Lovera o Ester Dabán. Comparten los siete minutos que cada estudioso tiene para explicar su comunicación historiadores con una dilatada trayectoria investigadora con otros más novatos, profesores que llevan fieles a estos encuentros desde sus inicios, en 1995, junto a otros recién incorporados.
El ambiente que se creó fue único por el clima de compañerismo, respeto y amistad, por la calidad y diversidad de las mini-ponencias y por la conjunción entre los apropiados espacios monumentales y la temática de la frontera. Las autoridades de Alcalá la Real, al frente de las cuales estaba la alcaldesa, Elena Víboras, estuvieron presentes tanto en la inauguración como en la clausura del congreso. El viernes, los actos tuvieron lugar la abovedada sala del Palacio Abacial y, el sábado, en las Casas de Cabildo en la Fortaleza de la Mota. En ambos espacios faltaron asientos para albergar a todo el público. Gran expectación tuvo el concierto protagonizado por la joven tetuaní Iman Kandousí, que cautivó a todos con su melodiosa e intimista voz. Estupendo fue el acompañamiento con laúd, violín y percusiones, de miembros de su grupo como Yossef el Husseini, Fathi Ben Yakoub o Khalid Ahaboune. Todos los componentes, elegantemente vestidos de negro, transportaron con su música vocal e instrumental a los sones andalusíes y arábigo-orientales del Mediterráneo.
Desde Argel a Líbano, desde Al-Andalus hasta el Marruecos actual, los sonidos envolventes y sensuales merecieron la gran ovación del público, que también se sumó entusiasmado a llevar el ritmo con las palmas en la moaxaja final.
El sábado, el lugar de encuentro fue la Fortaleza de La Mota, en las Casas de Cabildo, junto a la Iglesia Mayor Abacial.
Sobre el hecho de celebrarlo en La Mota, el profesor de la Universidad de Granada José Rodríguez Molina, encargado de la coordinación del congreso junto con el historiador alcalaíno Francisco Toro, señaló que en el futuro los congresos se celebrarán en la fortaleza alcalaína: “Es un sitio precioso, muy lleno de luz, que cada año incrementa su belleza de una manera insospechada”.