La Policía recupera piezas robadas procedentes de una necrópolis en Aguilar
17/11/10 .- http://www.eldiadecordoba.es
La subasta en la casa londinense Christie's de una basa de época califal activó la operación, en la que cuatro personas han sido detenidas hasta el momento
La provincia cordobesa vuelve a ser escenario de un caso de expolio arqueológico. La Policía Nacional ha recuperado piezas de "incalculable" valor procedentes de tres tumbas de una necrópolis de Aguilar de la Frontera, construida entre los siglo I y IV, en una operación que aún continúa y en la que hasta ahora han sido detenidas cuatro personas por robo, contrabando y expolio en yacimientos arqueológicos. Un mosaico tardorromano, hachas neolíticas, proyectiles romanos, fíbulas, una vasija oinokoe y más de 800 monedas árabes y romanas figuran entre las piezas intervenidas por los agentes.
"Estamos hablando de una operación que, aunque se ha saldado con pocas piezas respecto a lo que es una operación habitual, desde el punto de vista de los expertos arqueólogos nos encontramos ante unos objetos de gran valor. Es decir, la importancia de la operación es cualitativa y no cuantitativa", señaló ayer Antonio Tenorio, inspector jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico.
La investigación, según el Ministerio del Interior, se inició a raíz de que la Junta de Andalucía tuviera conocimiento de la subasta hace unos meses, en la prestigiosa casa londinense Christie's, de una basa del Califato omeya procedente supuestamente (así se indicaba en el catálogo) del yacimiento de Medina Azahara. La pieza fue vendida por 150.000 euros. La Junta se puso entonces en contacto con la Policía, que inició la investigación.
La basa, junto a otros objetos, había sido depositada en unos almacenes de una empresa privada a la espera de su traslado al Museo Arqueológico de Córdoba. Al percatarse que la pieza de la columna de mármol había sido vendida, los responsables revisaron el inventario y comprobaron que faltaban además otros 15 objetos de relevante interés arqueológico que se encontraban en el citado almacén.
Las autoridades comunicaron a la Policía británica, a través de la Interpol, la ilícita procedencia de la basa subastada y se solicitó la colaboración para identificar a la persona que había depositado la pieza en Christie's.
"La sala fue reticente a la hora de reconocer que se trataba de la misma pieza, pero demostramos que sí era, porque a través de fotografías observamos un daño que se correspondía plenamente con otro que tenía la pieza subastada en Christie's", agregó Tenorio.
El inspector detalló que la basa se encuentra actualmente "en una institución museística" de Inglaterra, aunque no precisó de cuál se trata y si la pieza será devuelta a España.
"Se recompra, pero, ¿quién va a pagar eso? Quizá la institución museística facilite la restitución en caso de que haya una solicitud de las autoridades españolas", indicó Tenorio. La Brigada de Patrimonio Histórico sólo formalizará el trámite de una comisión rogatoria internacional con el objetivo de saber "en qué museo está" la pieza.
La investigación policial se ha centrado en identificar a todas las personas implicadas en los distintos delitos cometidos: desde el sujeto que la sacó del yacimiento arqueológico hasta el que la introdujo en el mercado legal internacional para blanquearla y convertirla en una pieza legal. El procedimiento habitual es intentar situar la pieza "en un lugar y época que imposibiliten descubrir su ilícita procedencia".
Entre los detenidos figura un ciudadano belga-libanés que responde a las iniciales G.A.N., acusado de un delito de contrabando al sacar de España ilícitamente la pieza. Detenido en Marbella, aseguró que la pieza procedía de la colección particular que su familia tiene en Líbano desde hace décadas.
Además, han sido detenidos en la operación un comerciante de antigüedades de Ronda (J.M.S.), que, al parecer, vendió la basa califal a G.A.N. a cambio de unos cuadros, y un coleccionista de monedas e intermediario en la compraventa de piezas arqueológicas junto con su socio (R.E.N. y M.M.Z.), ambos en Aguilar de la Frontera. Otras cinco personas han sido imputadas en esta operación.
El comerciante de antigüedades, según la Policía, se encontraba en el penúltimo eslabón de la cadena y "mantenía contactos con personas vinculadas a zonas ricas en yacimientos arqueológicos". Estos individuos le suministraban piezas. Su mayor preocupación "era que fuesen auténticas y a ser posible que aún conservasen restos de tierra".
Algunas de las piezas expoliadas de la necrópolis de Aguilar de la Frontera, que quedó al descubierto tras las lluvias torrencial del pasado agosto, fueron asimismo localizadas en los registros practicados en esta operación y que se han extendido también a Badolatosa (Sevilla), Lora del Río (Sevilla) y Ronda (Málaga).
Las piezas que desaparecen sin ser inventariadas, explica la Policía en su comunicado, son vendidas habitualmente por un intermediario a una segunda persona que se encuentra en el nivel medio de la cadena. Este sujeto además tiene los contactos precisos para localizar a un eventual comprador o bien sacarla al mercado internacional.
La provincia cordobesa ha sido noticia en los últimos años por diversos casos de expolio arqueológico que han afectado a distintos yacimientos. Así, Córdoba fue uno de los escenarios de la Operación Tertis, desarrollada en 2007 y calificada por la Guardia Civil como "el mayor golpe mundial al expolio arqueológico", ya que se saldó con la incautación de 300.000 piezas, desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII. En 2008, la Brigada de Investigación del Patrimonio Histórico desarrolló una nueva operación contra el expolio en la capital, Castro del Río, Baena y Bujalance.
La provincia cordobesa vuelve a ser escenario de un caso de expolio arqueológico. La Policía Nacional ha recuperado piezas de "incalculable" valor procedentes de tres tumbas de una necrópolis de Aguilar de la Frontera, construida entre los siglo I y IV, en una operación que aún continúa y en la que hasta ahora han sido detenidas cuatro personas por robo, contrabando y expolio en yacimientos arqueológicos. Un mosaico tardorromano, hachas neolíticas, proyectiles romanos, fíbulas, una vasija oinokoe y más de 800 monedas árabes y romanas figuran entre las piezas intervenidas por los agentes.
"Estamos hablando de una operación que, aunque se ha saldado con pocas piezas respecto a lo que es una operación habitual, desde el punto de vista de los expertos arqueólogos nos encontramos ante unos objetos de gran valor. Es decir, la importancia de la operación es cualitativa y no cuantitativa", señaló ayer Antonio Tenorio, inspector jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico.
La investigación, según el Ministerio del Interior, se inició a raíz de que la Junta de Andalucía tuviera conocimiento de la subasta hace unos meses, en la prestigiosa casa londinense Christie's, de una basa del Califato omeya procedente supuestamente (así se indicaba en el catálogo) del yacimiento de Medina Azahara. La pieza fue vendida por 150.000 euros. La Junta se puso entonces en contacto con la Policía, que inició la investigación.
La basa, junto a otros objetos, había sido depositada en unos almacenes de una empresa privada a la espera de su traslado al Museo Arqueológico de Córdoba. Al percatarse que la pieza de la columna de mármol había sido vendida, los responsables revisaron el inventario y comprobaron que faltaban además otros 15 objetos de relevante interés arqueológico que se encontraban en el citado almacén.
Las autoridades comunicaron a la Policía británica, a través de la Interpol, la ilícita procedencia de la basa subastada y se solicitó la colaboración para identificar a la persona que había depositado la pieza en Christie's.
"La sala fue reticente a la hora de reconocer que se trataba de la misma pieza, pero demostramos que sí era, porque a través de fotografías observamos un daño que se correspondía plenamente con otro que tenía la pieza subastada en Christie's", agregó Tenorio.
El inspector detalló que la basa se encuentra actualmente "en una institución museística" de Inglaterra, aunque no precisó de cuál se trata y si la pieza será devuelta a España.
"Se recompra, pero, ¿quién va a pagar eso? Quizá la institución museística facilite la restitución en caso de que haya una solicitud de las autoridades españolas", indicó Tenorio. La Brigada de Patrimonio Histórico sólo formalizará el trámite de una comisión rogatoria internacional con el objetivo de saber "en qué museo está" la pieza.
La investigación policial se ha centrado en identificar a todas las personas implicadas en los distintos delitos cometidos: desde el sujeto que la sacó del yacimiento arqueológico hasta el que la introdujo en el mercado legal internacional para blanquearla y convertirla en una pieza legal. El procedimiento habitual es intentar situar la pieza "en un lugar y época que imposibiliten descubrir su ilícita procedencia".
Entre los detenidos figura un ciudadano belga-libanés que responde a las iniciales G.A.N., acusado de un delito de contrabando al sacar de España ilícitamente la pieza. Detenido en Marbella, aseguró que la pieza procedía de la colección particular que su familia tiene en Líbano desde hace décadas.
Además, han sido detenidos en la operación un comerciante de antigüedades de Ronda (J.M.S.), que, al parecer, vendió la basa califal a G.A.N. a cambio de unos cuadros, y un coleccionista de monedas e intermediario en la compraventa de piezas arqueológicas junto con su socio (R.E.N. y M.M.Z.), ambos en Aguilar de la Frontera. Otras cinco personas han sido imputadas en esta operación.
El comerciante de antigüedades, según la Policía, se encontraba en el penúltimo eslabón de la cadena y "mantenía contactos con personas vinculadas a zonas ricas en yacimientos arqueológicos". Estos individuos le suministraban piezas. Su mayor preocupación "era que fuesen auténticas y a ser posible que aún conservasen restos de tierra".
Algunas de las piezas expoliadas de la necrópolis de Aguilar de la Frontera, que quedó al descubierto tras las lluvias torrencial del pasado agosto, fueron asimismo localizadas en los registros practicados en esta operación y que se han extendido también a Badolatosa (Sevilla), Lora del Río (Sevilla) y Ronda (Málaga).
Las piezas que desaparecen sin ser inventariadas, explica la Policía en su comunicado, son vendidas habitualmente por un intermediario a una segunda persona que se encuentra en el nivel medio de la cadena. Este sujeto además tiene los contactos precisos para localizar a un eventual comprador o bien sacarla al mercado internacional.
La provincia cordobesa ha sido noticia en los últimos años por diversos casos de expolio arqueológico que han afectado a distintos yacimientos. Así, Córdoba fue uno de los escenarios de la Operación Tertis, desarrollada en 2007 y calificada por la Guardia Civil como "el mayor golpe mundial al expolio arqueológico", ya que se saldó con la incautación de 300.000 piezas, desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII. En 2008, la Brigada de Investigación del Patrimonio Histórico desarrolló una nueva operación contra el expolio en la capital, Castro del Río, Baena y Bujalance.
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