La Torre del Moclín enseña las raíces del castillo (Ponferrada, León)

14/11/10 .- http://www.diariodeleon.es/

Ponferrada abre a los visitantes la emblemática torre de la fortaleza, con restos de la muralla templaria

Las raíces templarias del castillo de Ponferrada se hunden en el siglo XII. Pero desde ayer, cualquiera puede verlas en el sótano de la Torre del Moclín.

El baluarte más conocido de la fortaleza, con vistas al río Sil y al monte Pajariel, abrió ayer al público todas sus dependencias -”hasta ahora sólo se usaba como mirador-” mostrando los vestigios de una parte de la primitiva muralla templaria, oculta durante siglos por toneladas de tierra en el sótano, y ofreciendo una semblanza de lo que pudo ser la vida en un castillo señorial, tras la caída en desgracia de la Orden.

Los cimientos templarios de la torre ocupan un sótano donde el Ayuntamiento ha querido evocar el mito de los monjes guerreros desenterrando parte de los muros antiguos que ocultó la reconstrucción del Conde de Lemos a finales del siglo XV y exhibiendo la reproducción de una espada de la época, que se sostiene y gira sobre el filo gracias al influjo de un imán. Custodiada por las vestimentas de dos caballeros del Temple, donadas por la Asociación de Amigos de la Noche Templaria, a la espada giratoria le acompaña la imagen del maestre Guido de Garda, proyectada sobre un foso de tierra con el rostro de Juan Carlos Flórez, miembro del mismo grupo de voluntarios que promociona las fiestas templarias de Ponferrada durante la primera luna llena del verano.

«La torre explica por qué Ponferrada es una ciudad templaria», afirma ayer el alcalde, Carlos López Riesco, durante la presentación de los nuevos espacios del castillo abiertos a las visitas. Riesco estuvo acompañado por la concejala de Cultura y Turismo, Susana Téllez, por el propio Juan Carlos Flórez y por el artista berciano Óscar Tahoces, autor de un diorama templario que se exhibe en el mirador junto al facsímil del Proceso contra los Templarios que documentó el final de la Orden a comienzos del siglo XIV.

El alcalde recordó que no hace tanto, la Torre del Moclín, «una seña de identidad» para barrios como el de San Andrés, «sólo eran cuatro paredes de piedra». Hoy ha recuperado el corredor de madera, el mirador, el sótano y la primera planta, donde se exhibe una colección de trajes medievales que ofrecen una idea de la vida cotidiana en la zona palacial de la fortaleza, completando un nuevo capítulo de la rehabilitación de un monumento que en sus peores días llegó a ser declarado cantera municipal y fue pastizal para el ganado.

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