Mérida exporta arqueología

El Instituto de Arqueología se afianza como centro de referencia en proyectos locales

La antigua casa en la Plaza de España de Maximiliano Macías, el emeritense que junto a José Ramón Mélida promovió la excavación del Teatro Romano, esconde en la actualidad un centro de alcance nacional y, cada vez más, internacional. El Instituto de Arqueología de Mérida afronta el futuro con aires renovados y con la aspiración de convertirse en un lugar de referencia para proyectos de investigación en todo el mundo.
El Instituto de Arqueología de Mérida es una entidad de titularidad mixta, de la que forman parte el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Junta de Extremadura y el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.
La institución celebró el pasado mes de febrero su Consejo Rector, al que asistió el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo. En este encuentro se aprobó el Plan Estratégico 2010- 2013, que recoge una ampliación de la plantilla del Instituto de Arqueología (IAM) y un refuerzo de su actividad investigadora.
Como explica el director del centro, Pedro Mateos, «el futuro del IAM pasa por un equilibrio entre el compromiso con el territorio en el que se inscribe, el suroeste peninsular, con especial atención a Mérida, y trazar líneas de investigación competitivas que sean referentes en el panorama nacional e internacional».
En la actualidad, el centro compagina trabajos en el núcleo emeritense, como un proyecto de investigación del Teatro y el Anfiteatro o la próxima excavación del Convento de las Freylas, con actuaciones en toda Extremadura, desde Medellín a la villa perdida de Contributa Iulia, junto a Medina de las Torres. Pero, gracias a sus novedosas líneas de investigación, también afronta actuaciones en Roma y participa en proyectos internacionales. Sin olvidar una actividad científica que lleva a sus investigadores a impartir conferencias y cursos desde Almería a París.

Dos líneas de investigación

El IAM sigue en la actualidad dos grandes líneas de investigación, en las que se encuadran sus distintos proyectos y que marcan la línea a seguir en el futuro.
Por un lado, se encuentra la Arqueología del Territorio, que tiene como objetivo el estudio de la evolución social desde el inicio de las economías productoras al desarrollo de las sociedades complejas. En este caso, se centra especialmente en la prehistoria y en cómo se aprecia la huella del hombre en el paisaje por el que ha pasado.
Dentro del estudio del territorio, la principal apuesta de esta línea de trabajo es la utilización de técnicas no destructivas, como la prospección de superficie y la teledetección a través de imágenes de satélite. Para llevar a cabo estas actuaciones el IAM dispone de medios avanzados y de nuevas tecnologías, como un pequeño zepelín que permite realizar fotografías con infrarrojos desde una altura de 300 metros, lo que facilita la detección de las alteraciones del territorio. También cuenta con un GPS de doble frecuencia, lo que ofrece un margen mínimo de error a la hora de levantar planimetrías. O un magnetómetro, que identifica restos situados bajo tierra. Estos recursos se gestionan desde el novedoso Laboratorio I+D.
Por otro lado, la segunda gran línea de investigación se denomina Arqueología de los Espacios Políticos, que se centra en la ordenación, gestión y transformación de los espacios como consecuencia de las estructuras de organización socio-políticas que se implantan en ellos.
Con especial atención al mundo romano, el IAM estudia no ya edificios concretos, sino conjuntos urbanísticos, con una perspectiva integradora. Desde los materiales empleados al origen de la cantería, las técnicas constructivas, la decoración, la epigrafía.
En definitiva, una completa vía de estudio que ha convertido al centro en un referente en proyectos internacionales, entre los que figuran la intervención en el Arco de Jano en Roma, que el pasado año tuvo su primera campaña, o el proyecto ATHENA, que persigue un estudio común de seis teatros romanos de otros tantos países del arco mediterráneo, entre los que se encuentra el de Mérida.
«El futuro pasa por un equilibrio entre el compromiso con el territorio en el que se inscribe y ser referentes en el panorama nacional e internacional»
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