Un estudio sobre el Oviedo medieval gana el premio de investigación «Juan Uría Ríu»

La autora, María Álvarez, aboga por recuperar el nombre originario de las calles del casco antiguo de la ciudad

La doctora en Historia por la Universidad de Oviedo, María Álvarez Fernández, ha sido galardonada con el premio «Juan Uría Ríu» por su trabajo «Oviedo a finales de la Edad Media: morfología urbana y concejo». El premio, dotado con 6.000 euros, le ha sido concedido, según el acta del jurado, por «la consistencia metodológica de su trabajo sobre el Oviedo medieval, su estructura ordenada y coherente y la ingente documentación inédita procedente de archivos muy diversos».

María Álvarez se encuentra actualmente trabajando con una beca en Siena (Italia). La joven ovetense, de 29 años de edad, se mostró ayer encantada por el premio en una conversación telefónica con este periódico.
Álvarez Fernández es una firme defensora del patrimonio histórico ovetense y asegura que en la ciudad, ese patrimonio «no se conserva como debería». En su opinión, «para conservar una ciudad, hay que conocerla» y por eso, desde que inició sus estudios en la Facultad de Historia, su máxima aspiración era estudiar su ciudad.
En cuanto a las deudas históricas que tiene la urbe en conservación de patrimonio, la experta destacó, por encima de todo, la muralla. «Cuando hice mi tesis doctoral pasé mucho tiempo por la calle Paraíso y no daba crédito», lamentó.

Aún sin saber, por encontrarse fuera de España, que el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, ha creado una comisión para aplicar la ley de Memoria Histórica y cambiar los nombres de las calles con referencias al régimen de Franco, Álvarez pidió ayer que se retomen los nombres medievales de algunas de las vías del Oviedo antiguo. «Ya que no se conservan los trazados medievales sí se pueden recuperar los nombres, o al menos, si no cambiar los existentes, sí hacer referencia a los que tenían», explicó.
La historiadora ovetense lamentó que en su ciudad natal «sólo se conoce el prerrománico y la Catedral; el Oviedo medieval está olvidado». «Por desgracia, no se conserva ninguna de las antiguas puertas de la ciudad, aunque se intuye la de Cimadevilla bajo el arco del Ayuntamiento» apuntó, para concluir que «debería haber más participación de historiadores del arte en los planes urbanísticos».