Un alto cargo municipal pide más arqueólogos en Urbanismo (Sevilla)

El jefe del servicio de Rehabilitación y Renovación Urbana de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla, Juan García Gil, se mostró partidario ayer de un aumento del número de arqueólogos en la plantilla de este organismo. García Gil expuso que la Gerencia cuenta con casi 500 empleados, de los que sólo dos son profesionales de la Arqueología, en contraste con los 70 arquitectos que trabajan en la plantilla.

García Gil, que se refirió expresamente al servicio del que es responsable, donde trabajan nueve arquitectos y ningún arqueólogo, realizó estas consideraciones en el Colegio de Aparejadores con motivo de las jornadas Arqueología y Ciudad. En opinión de este arquitecto, ha llegado la hora de que la arqueología deje de percibirse como un factor "desestabilizador" en la tramitación de los proyectos. Se mostró partidario de que la labor de estos profesionales se incorpore desde el principio de los proyectos e incluso se refirió a la necesidad de realizar excavaciones con carácter preventivo: "Convendría adelantarse y no confiar todo a intervenciones posteriores. Hace falta un esfuerzo de todos, más trabajo entre equipos multidisciplinares, para que la Arqueología deje de verse como un problema para políticos arquitectos".

En la misma sesión intervinieron el arqueólogo Fernando Amores; el presidente de la entidad conservacionista Adepa, Joaquín Egea, y el presidente de la asociación de vecinos Entorno-Regina, José Luis Cano. Amores detalló las ventajas que generan para una ciudad las excavaciones que disponen de una financiación adecuada. Su experiencia en proyectos como el de la Plaza de la Encarnación y el Salvador le sirven para concluir que se ha dado un "paso de gigante" en la divulgación del conocimiento del pasado de la ciudad: "Así es como se eleva la cantidad y calidad de la oferta cultural y turística local". Anunció que en marzo se rematarán las excavaciones pendientes del proyecto de la Encarnación.

El historiador Joaquín Egea, presidente de Adepa, se mostró partidario de eliminar las barreras visuales en las obras de alto interés. Pidió a los arqueólogos que sean más celosos en la divulgación de las conclusiones de sus trabajos, puso como ejemplo de transparencia la labor realizada en el Salvador y criticó el proyecto de la Encarnación: "Es fundamental que la Arqueología no se convierta en un elemento más de especulación. En la Encarnación se han hecho mal las cosas desde el principio, y todo porque se ha tratado de un problema político. Es un proyecto aberrante desde el punto de vista arqueológico. Esta ciudad debe librarse de alcaldes megalómanos cuanto antes".