La nueva Madraza abrirá en 2009 y mostrará su pasado árabe (Granada)

GRANADA. La Madraza volverá a abrir sus puertas como gran Centro Cultural de la Universidad de Granada mostrando su pasado como Escuela de Estudios Coránicos mandada construir por Yusuf I en el siglo XIV, pero también como antigua almunia que debió pertenecer al Rey Badis en el XI y como edificio de viviendas durante los siglos XII-XIII. El Plan Integral de rehabilitación que dirige el arquitecto granadino Pedro Salmerón recuperará el antiguo palacio para el uso de la institución académica con un inteligente proyecto que combina la funcionalidad con el respeto y la puesta en valor de los restos arqueológicos hallados en el inmueble.

A mediados de 2009 puede estar concluida la intervención, aunque el público tendrá que esperar hasta finales de ese año para ver los resultados, según los cálculos de Salmerón, quien matiza que estas previsiones están sujetas a posibles retrasos.

Los trabajos arqueológicos, que han sido especialmente complejos y se han prolongado durante meses, fueron llevados a cabo por el equipo que dirige el catedrático de Historia Medieval Antonio Malpica: el Grupo de Investigación Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada . "El equipo arqueológico selecciona los restos que mejor expresan el pasado el lugar y nosotros estudiamos la forma representarlos ante el público", aclara Salmerón. Pero la incorporación de estos hallazgos a la futura Madraza ha ido modificando el proyecto arquitectónico.

"En el patio, al haberse descubierto una alberca, hemos hecho algo similar a lo que hizo Torres Balbás en la Alhambra: como está muy destruida, recuperamos la organización, los perfiles y materiales y el conjunto arqueológico resultante se incorpora como parte del espacio, como una nueva referencia", apunta Salmerón sobre la primera modificación del proyecto. De esta forma, al pasar el zaguán se entrará a un patio que conserva el perisitilo y las columnas, quedando la alberca, en el centro en la posición de la anterior fuente. También se añadirán unos paneles explicativos que señalarán al público el valor de lo expuesto.

Toda la zona quedará accesible al visitante y, como los niveles de la alberca son los originales, habrá un pequeño escalón respecto al peristilo que subrayará la posición de la antigua estructura.

En el Oratorio se han encontrado los antecedentes de La Madraza, de destacado valor arqueológico, por lo que también quedarán visibles al público. "Colocaremos una estructura ligera y un suelo de vidrio a nivel del pavimento general y, por tanto, distanciado de los restos que se muestran al público", detalla el técnico, quien concreta "que este suelo ligero y transparente se retirará unos 80 centímetros de los paramentos del Oratorio, estableciendo una distancia de respeto y que permita la ventilación natural de los restos, que quedarán iluminados".

Esto permitirá tener dos visiones: una hacía arriba de las yeserías y otra hacia abajo, que estará más en penumbra y que posibilitará ver lo descubierto en la sala: unas estructuras del siglo XI, de la época zirí, que probablemente fuesen una especie de almunia del Rey Badis con zona de cultivos.

La tercera zona, la de la sala de exposiciones, que conservará su uso, también dejará a la vista una parte para que quede constancia de la Granada urbana de época nazarí: restos de una acequia y de una calle, pavimentos y vestigios de muros que delimitaban un jardín y una serie de estructuras productivas, parte de las cuales corresponderían a La Madraza y otras no. Un ricón de este recinto irá también con un suelo de vidrio para no perder excesivo espacio en la sala de exposiciones

Aunque el proyecto de restauración de La Madraza en principio se circunscribía a una puesta a punto de las instalaciones del edificio, al final se ha proyectado una reforma importante, pues desaparecerá la entreplanta situada a la derecha, debajo del salón de conferencias Caballeros XXIV. El responsable de la rehabilitación prescisa que esta decisión se ha tomado por la belleza del alfarje: "Ahora está pintado de blanco pero hemos descubierto su decoración y se restaurará para que quede a la vista. Aunque no es tan espectacular como la armadura mudéjar de Caballeros XXIV, también es de gran belleza".

Tras la reforma, este lugar acogerá la zona de conserjería, que estaba a la izquierda, y la zona de administración. En cambio, el espacio que ocupaba la antigua conserjería estará destinado a los aseos, una de las instalaciones de las que peor dotada estaba La Madraza. Sí se conservará la entreplanta y todas las dependencias de la Academia de Bellas Artes.

El lugar que antes ocupaba la antigua tienda de la Universidad, La Bóveda, ahora se destinará a espacio expositivo que, sumado a los dos que existían antes de la reestructuración, dotará al futuro Centro Cultural de la Universidad de tres salas para albergar muestras.

Además, la estancia contigua a Caballeros xXIV, que la Universidad usaba para su servicio de Vicerrectorado, ahora se transforma en una sala de usos múltiples, para que pueda dar cabida a actos menos solemnes, como pequeños conciertos, seminarios o conferencias que requieran menos aforos. Lo que no comportará la rehabilitación son cambios en la estructura, que sólo tendrá que consolidarse.

El arquitecto reconoce que el proyecto, que estaba pensado para julio de 2006, se ha retrasado notablemente debido a que las obras han estado paralizadas por las excavaciones. Además, los hallazgos han obligado a modificar el proyecto y no sólo por la incorporación de los restos, también han interferido en el tema de las instalaciones. "Los descubrimientos han modificado el trazado de las instalaciones. También ha habido cambios por la iluminación y puesta en valor de los restos".

Pedro Salmerón destaca que el hecho de que una obra se prolongue tanto permite que se vaya reflexionando sobre el proyecto. Y, por otro lado, la tardanza también ha concedido a la institucuión académica la ocasión para pautar la financiación de la intervención el monumento: "Eso le ha permitido a la Universidad destinar recursos en función de los fondos de los que dispone".

Con esta reforma, nada más entrar en La Madraza se habrán resuelto ya las zonas de conserjería y administración. Ése sería el primer gran sector, luego habrá dos fondos más: el del patio con la alberca y la escalera, y el tercero, con el oratorio y la sala de exposiciones.

Según Salmerón, tras la finalización de las obras y aunque todas las demás instalaciones estén cerradas, los visitantes que entren a La Madraza podrán contemplar el patio con la alberca, el oratorio y la escalera, de gran valor ornamental. De esta forma se podrán ampliar los recorridos turísticos por este enclave histórico de Granada englobando la Catedral, la Capilla Real y La Madraza.