Descrubren frescos del siglo XIII en la iglesia de Montañana

Las pinturas de la localidad oscense estaban recubiertas de yeso.

Los trabajos de restauración en la iglesia medieval de Nuestra Señora de Baldós, en el municipio de Montañana, en la comarca oscense de La Ribagorza, han permitido sacar a la luz unos frescos del siglo XIII que se encontraban bajo capas de yeso y cal, y que se encuentran actualmente en proceso de restauración.

Estas pinturas, que se extienden sobre una superficie de 17 metros cuadrados, fueron visitadas ayer por el consejero de Obras Públicas, Alfonso Vicente, que se desplazó a Montañana para conocer la restauración de los frescos.

El trabajo de los restauradores se ha centrado en el arcosolio (nicho abovedado en el muro) situado bajo el coro y en la pequeña capilla del brazo del crucero, espacios en los que las pinturas se encontraban ocultas tras unas capas de yeso y cal que ocultaban su policromía original.

En una de las zonas del arcosolio se observa un pantocrátor (imagen enmarcada en un espacio de forma de almendra que representa a Jesucristo frontal, rodeado por los símbolos de los cuatro Evangelistas: hombre, león, buey y águila), una crucifixión y un agnus dei (imagen de Jesús como Cordero de Dios); en otra escenas de la vida de un santo o obispo sin identificar; y en una jamba lateral una galería de rostros masculinos y una cruz patada (curvilínea y ensanchada en todos sus extremos).


AZULEJOS PINTADOS

En la capillita del crucero se vislumbra parte de una crucifixión, una decoración de tipo geométrico que parece reproducir azulejos, muy típica de los siglos tardomedievales, un fragmento de la flagelación y dos cabezas cubiertas con sombreros, pinturas estas últimas fechadas por los restauradores a finales del siglo XIV.

Los trabajos de restauración han consistido en el levantamiento de las capas de yeso y cal mediante bisturís y escalpelos, la fijación de la capa pictórica original mediante resinas, el relleno de oquedades entre el mortero del muro y la capa de policromía y en la limpieza de los colores.

Según aseguran en su memoria de actividades los expertos que trabajan en su recuperación, una vez finalizado el proceso de restauración de las pinturas "se hace necesaria la realización de un estudio en profundidad de estas pinturas de cara a determinar su cronología y desarrollo iconográfico".

Además se han restaurado unas pinturas barrocas ubicadas en la cabecera del templo que se extiende sobre una superficie aproximada de 30 metros cuadrados.

El proceso de restauración de las pinturas aparecidas en la iglesia medieval de Montañana, edificada a finales del siglo XII y principios del XIII e inicialmente puesta bajo la admonición de San Martín y San Ponce, cuenta con un presupuesto de 138.000 euros.

Los trabajos de restauración de la iglesia, de planta de cruz latina, con una única nave atravesada perpendicularmente un crucero de gran desarrollo y un ábside semicircular orientado al este (lo típico en las construcciones cristianas) se han centrado en el pórtico de acceso y en su decoración, en la torre-campanario y en sus arquillos, y en el artesonado mudéjar.