Investigaciones sobre la muralla de Málaga permiten escribir la historia de su construcción.

El trabajo se titula 'La construcción de la muralla musulmana de Málaga, un hito en la historia de la ciudad', sus autores son los arqueólogos José Antonio Rambla, María del Carmen Íñiguez y José Mayorga y aparece publicado en 'Mainake' (2003). Número dedicado a la Málaga medieval.


Ladrillos, piedras, mampostería,... Muros, al fin y al cabo. Para alguien que no esté acostumbrado a tratar con la muralla de Málaga, todas las partes descubiertas parecen iguales. Pero a los ojos de los expertos, cada detalle cobra significación. «Antes se consideraba la muralla como un todo homogéneo, y ahora se ha subdividido», explica el profesor del Área de Historia Medieval de la Universidad de Málaga Manuel Acién, uno de los coordinadores de la revista de arqueología 'Mainake', que edita la Diputación de Málaga.

Esta revista ha publicado un estudio que permite reunir la historia de su construcción y descarta la idea predominante hasta el momento: la muralla que se conserva no es enteramente de época nazarí (siglo XIV), sino que reúne elementos de distintas épocas. El estudio se encuadra dentro del último número de la publicación -recientemente presentado, aunque correspondiente al año 2003-, cuyo tema monográfico es el urbanismo en la Málaga medieval y en el que se han reunido todos los estudios realizados sobre este periodo en los últimos años.

La parte dedicada a la muralla, que ha sido realizada por los miembros del Taller de Investigaciones Arqueológicas de José Antonio Rambla y José Mayorga, y la arqueóloga Carmen Íñiguez, ha constatado la presencia de elementos provenientes de tres etapas: el comienzo de su construcción en el siglo XI, las reformas de los almohades en el siglo XII y y la época definitiva, la nazarí (siglo XIV).

Estos investigadores no descartan que pudieran aparecer elementos de una cuarta época, la almorávide (invasión anterior a la almohade). «Hasta hoy en Málaga no se ha identificado ningún tramo o elemento que pueda ser atribuido a este momento», señalan en la investigación.

Que la muralla musulmana había comenzado a ser edificada en el siglo XI, era algo conocido por los expertos. Pero hasta ahora se pensaba que los lienzos o trozos de muralla que habían ido quedando al descubierto eran todos de época nazarí (siglos XIII-XIV), según explica Acién, aunque no se descartaba que pudieran estar edificados tomando como base las primeras construcciones.


Establecer la cronología

Este descubrimiento permite además escribir una página de la historia de la ciudad que hasta ahora permanecía oculta: las distintas fases en la construcción de la muralla aparecen claramente delimitadas. «Ahora podemos conocer los avatares de la construcción y reconstrucción», explica Acién, que resalta la importancia de poder escribir una cronología de la muralla para poder entender la Málaga medieval.

De los veinte tramos de restos que se habían descubierto hasta ahora, y que son analizados en el libro, once no habían sido estudiados en profundidad hasta el momento. «Sólo había informes reducidos de las excavaciones», explica Acién. Del resto de hallazgos se ha realizado un análisis más completo a la luz de los nuevos descubrimientos.

Las distintas técnicas delatan la presencia de concepciones distintas en cada momento. Uno de los datos más reveladores es la coexistencia de elementos primigenios del siglo XI sobre los que se construyeron las mejoras posteriores. En algunos casos, se mantuvieron los elementos originales. Así, por ejemplo, en el Muro de Santa Catalina, descubierto en los años 2000 y 2002, Rambla, Íñiguez y Mayorga han constatado la existencia de restos de un muro de calicanto y tres torres de planta cuadrada construidos con técnicas que corresponden al siglo XI, sobre los que se añadiría la barbacana en el XIII.


El más revelador

Así, en la mayoría de los casos, la muralla se construyó manteniendo la base de las defensas anteriores. Se sabe ahora que era una práctica habitual que no se derribaban totalmente los muros. En los restos de calle Carretería, entre los números 98 y 100, se han descubierto los cimientos de una torre semicircular del siglo XI sobre la que se construyó una torre cuadrada, propia del siglo XIII.

Pero el descubrimiento más revelador en este sentido se da en el número 20 de esta misma calle. Allí, una muralla semicircular del siglo XI, realizada en sillares y mampostería, fue chapada por una tapia de hormigón por el exterior y el interior en el siglo XIII, con el objeto de ampliarla.