Arquejealogía: la historia antigua de Ejea

Casi cien objetos, planos y maquetas acercan la vieja historia de Ejea a sus ciudadanos. Esta exposición que permanece abierta hasta el 11 de febrero en las sala de la parroquia cuenta además con un excelente catálogo de 240 páginas, profusamente ilustrado en el que han colaborado Javier Cabello, como comisario de la exposición, y Juan Paz Peralta y Esperanza Ortiz Palomar.

Esta exposición ha sido organizada or la Diputción Provincial de Zaragoza el ayuntamiento de Ejea y el horario de visita es de 19.00-21.00 h; por las mañanas visitas concertadas de grupos y escolares


Hace casi dos mil cien años, un conjunto de nueve jinetes segienses lucharon con tal valor en el norte de Italia, que uno de los dos cónsules de la todopoderosa república de Roma decidió concederles, junto a otros veintiún compañeros de la Turma Salluitana, el bien jurídico más preciado por aquel entonces: la ciudadanía romana, por la que Roma les reconocía como hijos suyos a todos los efectos. Esta concesión masiva de la ciudadanía tuvo lugar en un contexto muy concreto: la guerra contra los antiguos aliados itálicos de Roma (socii) que se habían levantado en armas contra la Urbe precisamente porque les negaba esta misma posibilidad. Todos estos hechos se han conservado en un documento epigráfico excepcional: el bronce de Áscoli (17 de noviembre del año 89 a. de C.), expuesto en el Museo Capitolino de Roma.
Hoy, casi 2.100 años después, podemos decir que nuestros jinetes segienses han regresado en cierta manera a su antigua ciudad, Segia. Con la inauguración de la exposición Arquejealogía, orígenes y desarrollo de Ejea y su entorno desde una perspectiva arqueológica en el marco contextual de las Cinco Villas, se articula el conocimiento de un pasado que forma parte de todos y cada uno de nosotros, aunque existan parcelas de ese pasado que no conozcamos o que todavía tengamos que investigar en el futuro.
Formamos parte de una realidad social, cultural e histórica que en nuestros días conocemos con el nombre de Ejea de los Caballeros. Cuando escribimos estas líneas la hemos podido llegar a conocer y apreciar todavía un poco más gracias a la exposición Idea de Exea con la que la presente exposición comparte un todo orgánico. Pero ahora es el momento de retrotraernos hasta el pasado más remoto; a aquellos hombres y mujeres que, hace como mínimo 12.000 años ya se movían por estos territorios buscando caza, pesca y recolectando lo que la naturaleza les ofrecía. Desgraciadamente desconocemos sus nombres o sus rostros, algo que es consustancial al anonimato de la Prehistoria del que forman parte como objeto de conocimiento último, aunque sepamos dónde se asentaban temporalmente (abrigo de Legunova, o Peña 14 en Biel) a veces a lo largo de varios siglos, hasta que, a partir de los tiempos del Neolítico, comenzaron a fijarse y a identificarse con el territorio que estaban “domesticando” gracias a las revolucionarias prácticas económicas basadas en el desarrollo de la agricultura y la ganadería, actividades, que, como bien sabemos, todavía tienen una gran vigencia en Ejea y las Cinco Villas, lo que nos da idea del éxito que supuso su implantación durante los lejanos tiempos de la Prehistoria reciente (Neolítico-Bronce). La enorme abundancia de yacimientos líticos de superficie, comúnmente denominados “talleres de sílex” es muy característica de la arqueología de las Cinco Villas globalmente consideradas, y han sido objeto reciente de la primera y, hasta ahora, única tesis doctoral que se ha desarrollado en nuestra área de referencia espacial sobre el campo de la arqueología. Su autor, el Dr. Javier Cabello García, es precisamente el comisario científico al que se la ha encargado la responsabilidad de ejecución del presente proyecto expositivo.
El Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros, junto con la Diputación Provincial de Zaragoza, han preparado con sumo cuidado y mimo la presente muestra expositiva, que viene a actualizar las ya lejanas Actas de las I Jornadas de Estudios de las Cinco Villas, llevadas a cabo durante el mes de diciembre de 1985 y publicadas al año siguiente (1986), por lo que, más de cuatro lustros después, era de justicia adecuar el conocimiento del rico y variado patrimonio arqueológico de Ejea y su entorno y, por extensión de todas las Cinco Villas de las que la antigua Sekia o Segia es ciudad cabecera y principal, por lo menos desde los tiempos de la caída de Corbio o Corbion, acaecida en el año 184 a. de C. tal y como sabemos por las fuentes históricas.
La responsabilidad del conocimiento y salvaguarda de nuestro patrimonio cultural es un mandato constitucional que nos atañe por tanto a todos, tanto a personas como a instituciones o poderes públicos, pues como indica textualmente el artículo 46 de nuestra Constitución (1978):
“Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y titularidad. La Ley Penal sancionará los atentados contra este Patrimonio”.
Es pues el momento de promover el conocimiento de ese rico pasado de una ciudad, Ejea, que tuvo un nombre distinto sin llegar a perder su identidad última a lo largo de más de veinte siglos de existencia, fuera Sekia o Zekia, Segia, Siya o Exea. El denominador común y último del que todos formamos parte es el que nos hace ilusionarnos con la presente exposición que ofrecemos de corazón a todos nuestros vecinos de las Cinco Villas. Todos ellos, junto con nosotros, somos ahora los protagonistas del futuro. Debemos tener en cuenta que en los tiempos actuales marcados por la omnipresencia de la globalización, es la identidad cultural uno de los puntos de apoyo principal para poder hacer posible la diversidad que sin duda irá marcando el ritmo de las próximas décadas. Estemos, por tanto, orgullosos de nuestro pasado, sin negar en modo alguno la integración a otras gentes que sin duda, tendrán mucho que aportarnos en el futuro en el que sin duda participaremos todos juntos en la creación de una nueva forma de Ejea.