Nuevos hallazgos enriquecen el valor de las murallas meriníes de Algeciras

El escarpe es uno de los nuevos hallazgos históricos con los que se han encontrado los arqueólogos que trabajan en la puesta en valor de las murallas meriníes. A éste le preceden un sinfín de elementos descubiertos desde 1996 que convierten el lugar, sin duda, en el yacimiento más importante de todo el municipio.

Esta nueva información del pasado algecireño viene de la mano de la actual fase de restauración del yacimiento que, además, es en la que más tiempo se lleva trabajando. Sin embargo, estos restos pasarán a formar parte de la fase de documentación arqueológica.
Hay que apuntar que el parque meriní está sujeto a estas dos vertientes de recuperación debido a sus grandes dimensiones (6.345 metros cuadrados). Por eso, el equipo arqueológico ha acotado el yacimiento en tres sondeos, que incluyen las cuatro torres defensivas, el foso y la zona catalogada como Puerta de Gibraltar.
Los directores de este proyecto son José Suárez y José María Tomassetti, de la empresa Ferrovial, y la coordinación del mismo está en manos del arqueólogo de la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano, Rafael Jiménez Camino.
Tal y como explica Jiménez Camino, es en la tercera de las torres (cuya recuperación ya ha finalizado) donde se han descubierto estos nuevos restos hasta ahora sin documentar. "Existe más potencia arqueológica de la que esperábamos en esta zona", indica el arqueólogo.
Concretamente, el descubrimiento consiste en el mencionado escarpe, es decir, en una pequeña colina en la que se ubicaba la torre de vigilancia. Por lo tanto, el sistema defensivo de la muralla estaría compuesto finalmente por la misma torre encima del escarpe, una pequeña zona donde se colocaban los soldados para defender el foso llamada liza y el foso.
Fue cuando se estudiaba dónde colocar la cimentación, cuando se encontraron estos novedosos indicios. Además, en este sondeo se confirmó la datación de la fortificación y su cimentación en los siglos XIII y XIV.
Por otro lado, los arqueólogos trabajan para verificar si en el perímetro del yacimiento existen restos anteriores a los siglos en los que se construyó la muralla. Esta hipótesis está sujeta a varios indicios encontrados en la zona. "No lo descartamos, porque pensamos que existen rellenos anteriores como los hay detrás de la muralla. Sin embargo, no podemos confirmar nada todavía", apunta el arqueólogo de la José Luis Cano.
En estos momentos, y tras estas novedades documentales, el equipo de trabajo se prepara para la restauración de la cuarta de las torres. En este punto, tratarán de confirmar lo descubierto en la número tres, para lo que estudiarán a lo largo de la liza comprobando la profundidad del foso y la existencia, o no, de esparpe.
Además, uno de los puntos en los que los arqueólogos tienen mayor interés es en la excavación de la Puerta de Fonsario (del cementerio). En esta zona los restos encontrados hasta el momento contrastan con las habituales técnicas constructivas de la época medieval. "Existe un sistema demasiado moderno para los siglos XIII y XIV", comenta el Jiménez Camino, que señala que lo peculiar de los restos son las puertas.
"La Puerta de Gibraltar y la finalización de la limpieza del foso son otras de las tareas pendientes", concluye Jiménez Camino.