Antropólogos de Madrid estudiarán el yacimiento termal de Valduno
9/12/06 .- lavozdeasturias.com
El equipo analizará los huesos que datan de la época medieval y el modo de vida de la población. Los expertos también elaborarán una estadística de los enterramientos realizados en el siglo XVIII.
Un equipo de expertos de la Universidad Autónoma de Madrid llegará a Las Regueras el próximo mes de marzo para realizar un estudio antropológico de los restos óseos hallados en la zona termal de Valduno que ha explorado el arqueólogo Rogelio Estrada. Será la primera vez que los antropólogos madrileños aborden su trabajo in situ, según anunció ayer Estrada, ya que lo más común es el traslado de los restos a la capital española para su estudio, como sucede con otros yacimientos, entre ellos el de Veranes (Gijón).
Los especialistas, coordinados por la doctoranda de la Comisión Docente de Antropología del departamento de Biología de la Autónoma, Josefina Rascón, y por el profesor asociado de la citada comisión, Armando González, permanecerán entre dos y cuatro meses en el Principado para desarrollar el trabajo de laboratorio. El alcalde reguerano, Miguel Tamargo, pondrá a su disposición un local en las antiguas escuelas de Valduno. Allí, los expertos realizarán tareas de conservación y estudiarán los restos de la época medieval hallados en el área termal descubierta.
En concreto, se limpiarán y reconstruirán los restos y, a continuación, se realizará un inventario, se estudiarán sus medidas y se analizarán los caracteres de interés. Una vez acometido este trabajo, el equipo de expertos, integrado por los citados antropólogos y por varios biólogos e historiadores, regresará a Madrid.
Una vez ya en la capital de España elaborará un informe que estará listo para el otoño del próximo año y que recogerá la metodología empleada en el trabajo de laboratorio, el inventario, datos sobre la medición de los huesos y descripciones individuales. Además, incluirá información sobre las estimaciones de edad, sexo y estatura; características de interés encontradas y signos patológicos, así como un estudio paleodemográfico y una aproximación al modo de vida de la población. Rogelio Estrada adelantó ayer que se analizarán alrededor de 70 restos humanos.
Los especialistas de la Universidad Autónoma también trabajarán con los restos pertenecientes a los enterramientos modernos, aunque no profundizarán tanto en ellos como en los medievales. Se dedicarán, sobre todo, a elaborar una estadística sobre los huesos de los osarios y de las fosas simples del período comprendido entre principios del siglo XVIII, cuando se construyó la iglesia actual, y 1864, año en que los enterramientos se trasladaron al cementerio.
Rogelio Estrada constató el pasado marzo el carácter "excepcional" del área termal de Valduno. En la cuadrícula excavada y consolidada se halló la bañera del caldarium o sala de agua caliente y el hipocausto, el sistema de calefacción bajo el suelo empleado por los romanos. Durante la exploración también se encontraron piezas "en buen estado de conservación", entre ellas, una decena de monedas medievales y romanas de la familia constantiniana, un vidrio plano de las ventanas del caldarium, un pasador de azabache "singular", un anillo de plata medieval, sigillata (cerámica) hispánica tardía y elementos de bronce relacionados con el aseo personal.
Un equipo de expertos de la Universidad Autónoma de Madrid llegará a Las Regueras el próximo mes de marzo para realizar un estudio antropológico de los restos óseos hallados en la zona termal de Valduno que ha explorado el arqueólogo Rogelio Estrada. Será la primera vez que los antropólogos madrileños aborden su trabajo in situ, según anunció ayer Estrada, ya que lo más común es el traslado de los restos a la capital española para su estudio, como sucede con otros yacimientos, entre ellos el de Veranes (Gijón).
Los especialistas, coordinados por la doctoranda de la Comisión Docente de Antropología del departamento de Biología de la Autónoma, Josefina Rascón, y por el profesor asociado de la citada comisión, Armando González, permanecerán entre dos y cuatro meses en el Principado para desarrollar el trabajo de laboratorio. El alcalde reguerano, Miguel Tamargo, pondrá a su disposición un local en las antiguas escuelas de Valduno. Allí, los expertos realizarán tareas de conservación y estudiarán los restos de la época medieval hallados en el área termal descubierta.
En concreto, se limpiarán y reconstruirán los restos y, a continuación, se realizará un inventario, se estudiarán sus medidas y se analizarán los caracteres de interés. Una vez acometido este trabajo, el equipo de expertos, integrado por los citados antropólogos y por varios biólogos e historiadores, regresará a Madrid.
Una vez ya en la capital de España elaborará un informe que estará listo para el otoño del próximo año y que recogerá la metodología empleada en el trabajo de laboratorio, el inventario, datos sobre la medición de los huesos y descripciones individuales. Además, incluirá información sobre las estimaciones de edad, sexo y estatura; características de interés encontradas y signos patológicos, así como un estudio paleodemográfico y una aproximación al modo de vida de la población. Rogelio Estrada adelantó ayer que se analizarán alrededor de 70 restos humanos.
Los especialistas de la Universidad Autónoma también trabajarán con los restos pertenecientes a los enterramientos modernos, aunque no profundizarán tanto en ellos como en los medievales. Se dedicarán, sobre todo, a elaborar una estadística sobre los huesos de los osarios y de las fosas simples del período comprendido entre principios del siglo XVIII, cuando se construyó la iglesia actual, y 1864, año en que los enterramientos se trasladaron al cementerio.
Rogelio Estrada constató el pasado marzo el carácter "excepcional" del área termal de Valduno. En la cuadrícula excavada y consolidada se halló la bañera del caldarium o sala de agua caliente y el hipocausto, el sistema de calefacción bajo el suelo empleado por los romanos. Durante la exploración también se encontraron piezas "en buen estado de conservación", entre ellas, una decena de monedas medievales y romanas de la familia constantiniana, un vidrio plano de las ventanas del caldarium, un pasador de azabache "singular", un anillo de plata medieval, sigillata (cerámica) hispánica tardía y elementos de bronce relacionados con el aseo personal.
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