Adjudicado por 166.000 euros la rehabilitación del Castillo de San Miguel de Almuñécar

Las obras se financian gracias a un convenio con el Gobierno central Los trabajos afectarán a la muralla oeste y la torre noroeste.

Una empresa nacional especializada en trabajos de rehabilitación, Construcciones Javier Dávila S.L, es la encargada de desarrollar la nueva fase de los trabajos de restauración del Castillo de San Miguel de Almuñécar, adjudicados por el Ayuntamiento de Almuñécar en un importe de que supera los 166.000 euros. Las obras de rehabilitación se ejecutarán según el Plan Director de Restauración redactado por los arquitectos Antonio Almagro y Antonio Orihuela, pertenecientes a la Escuela de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según informó la concejala de Cultura de Almuñécar, María Dolores Rull.

La partida presupuestaria para estos trabajos se enmarca dentro de la nueva fase del convenio de financiación de las obras suscrito en su día entre el Ministerio de Fomento, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento almuñequero a través del 1% Cultural y que se elevaba a 1.671.443,78 euros (casi 270 millones de pesetas). El plazo de ejecución de las distintas fases no está definido y abarca varios ejercicios.

Las obras afectan a la muralla oeste, en diversos tramos, a la torre noroeste del primitivo recinto islámico, cisternas y diversas estructuras de la Edad Antigua. También se acometerá la reestructuración del sistema de iluminación de la muralla oeste así como las plataformas de servicio extramuros.

Datos históricos

El Castillo de San Miguel ocupa el extremo meridional del cerro en el que se asienta el casco histórico de Almuñécar. En la actualidad sólo el paseo Prieto Moreno separa la vertiente sur de esta colina respecto a la orilla del mar Mediterráneo, pero en la antigüedad sus aguas rodeaban el cerro, excepto por su lado norte. El castillo consta de un recinto más antiguo, realizado en diversas etapas durante el dominio islámico en la Península Ibérica, al que se le añadió, poco después de la conquista por los Reyes Católicos, una barrera de artillería en su zona norte y otro recinto circunscrito a sus lados meridional y oriental que se conoce por la Coracha.