La consolidación de la ermita medieval pone en valor la ruta del Cid (Burgos)

La consolidación de los restos de la ermita medieval pone en valor la ruta del Cid (Mondúbar de San Cibrián, Burgos)

El Ayuntamiento de Modúbar de San Cibrián ha comenzado las obras de consolidación de los restos de la antigua ermita de San Cornelio y San Ciprián que se ubica en la zona conocida como ‘Fuente de los Mártires’, en pleno Camino del Cid, una ruta que desde hace unos años está alcanzando gran relevancia y cuya sinergía están dispuestos a aprovechar los pueblos por los que atraviesa para promover su desarrollo turístico.
Las obras, que se ejecutan bajo la dirección técnica de la arqueóloga Fabiola Monzón, tratan de preservar lo que queda de la vieja construcción religiosa, (siglos XI-XIII) que salió a la luz en el año 2008 cuando se realizaron las obras de acondicionamiento del sendero de la ruta cidiana en ese entorno, dejando al descubierto los cimientos de unas estructuras que hicieron pensar que se estaba ante los resto del antiguo monasterio o iglesia de San Cornelio y San Ciprián, ya documentada en el Becerro Gótico de Cardeña en el año 944.
Tras dos campañas de excavaciones, financiadas con fondos de la pedanía, ahora ésta ha decidido darlas por concluidas ante la falta de recursos económicos. Sin embargo, Antonio Valverde, su alcalde, entiende que era necesario realizar un último esfuerzo inversor y actuar en la zona de dos maneras: una primera que ya se ha acometido consistente en cubrir con geotextil algunas de las zonas de la nave para que en un futuro, cuando la economía municipal lo permita, se puedan seguir excavando, y la segunda, que se ejecuta actualmente y que consisten en la consolidación de la planta y otros elementos significativos para su puesta en valor y darlos a conocer, tanto a los vecinos como a los cada vez más viajeros que atraviesan esta ruta. Estos trabajos, con un coste de 5.000 euros, consisten en consolidar los muros mínimamente para que se mantenga como una estructura arqueológica, no como algo nuevo. Una vez concluido este proceso de restauración, se instalarán paneles explicativos para dar a conocer la historia de la ermita, completados con algunos dibujos del alzado de la planta y fotos de los elementos hallados en las excavaciones.
Las dos campañas de excavaciones dirigida por Fabiola Monzón resultaron fructíferas, tanto por los restos de la planta localizados como el hallazgo de otro tipo de materiales y elementos como cerámicas, monedas, algunas fíbulas y un enterramiento de mujeres y niños localizado en la cabecera del templo. Además, de aquí proceden las imágenes de madera policromada de San Cornelio y San Ciprián que se encuentran en la parte alta del retablo central de la iglesia de San Pedro de Antioquía.
Mientras la mayoría de hallazgos están depositados en el Museo de Burgos, los huesos procedentes del enterramiento se guardan en el edificio municipal. Valverde explica que la intención es depositarlos en una urna en el mismo lugar donde se localizaron e instalar en la superficie una lápida explicativa. A este respecto, el regidor apunta que se está manteniendo conversaciones con el sacerdote de la localidad para concretar esa posibilidad.
El descubrimiento de este yacimiento arqueológico se produjo cuando la junta administrativo de Modúbar de San Cibrián decidió acondicionar una parcela junto a la Fuente de los Mártires como lugar de esparcimiento y descanso para los senderistas y viajeros del Camino del Cid.
Los movimientos de tierra dejaron al descubierto los cimientos de una estructura arquitectónica de planta rectangular, dentro de la cual fueron recuperadas algunas piezas talladas correspondientes a las enervaduras de una bóveda.
Fue entonces cuando el alcalde decidió encargar las excavaciones, que se realizaron durante los veranos de 2009 y 2010. Se trataba de buscar los orígenes del pueblo, teniendo en cuenta, además, que al otro lado del camino había constancia de que se ubicó el despoblado de San Cibrián, por lo que cabía la posibilidad de que dichos restos formaran parte de la ermita del San Cornelio y San Cipriano mencionada en el Becerro Gótico de Cardeña, explica Fabiola Monzón. Ya durante la primera excavación, los sondeos dejaron claro que la planta descubierta era de una iglesia que podía pertenecer a ese momento, origen de una antigua aldea que acabó siendo un despoblado y que tendría relación con otras aldeas, como la de San Martín y Santa María, que es donde se ubica el pueblo actual de Modúbar de San Cibrián.

CARACTERÍSTICAS

En cuanto a las características de la planta rectangular, mide 1,63 metros cuadrados en el interior, conformada por la cabecera y el resto de la nave; la cabecera está divida en cuarteles, formado una cruz, aunque no se ha encontrado ningún tipo de pavimento. También parece que a la ermita se accedía a través de un porche de piedra.
La planta es el elementos más representativo que se ha localizado, pero también hay enervaduras y contrafuertes que señalan a que se rehizo en el gótico tardío o finales del XV, según explica Monzón, que certifican que existen estructuras anteriores en la Edad Media o época calcolítica, como piezas del campaniforme o alguna fíbula que podrían situarse en el siglo IVa. de Cristo. Es decir, todos estos datos dejan claro que este lugar estuvo ocupado o de paso, pero que en la Edad Media hay una pervivencia.
Monzón recuerda que era habitual que los centros de culto de las antiguas aldeas se mantuvieran posteriormente como ermitas, como sería el caso de San Cornelio y San Ciprián, que pervivió hasta 1819, según el último registro del derribo de la misma por su estado de ruina. Monzón espera que algún día pueda seguir excavándose en este yacimiento, deseo que comparte el alcalde, que no lo descarta en el futuro.