Vecinos de Xàbia exigen que se quite la muralla del casco urbano (Alicante)

Vecinos de Xàbia exigen que se quite la muralla del casco urbano (Alicante). Residentes de la avenida Príncipe de Asturias piden que con dinero de los presupuestos participativos se elimine los restos reconstruidos.

Un grupo de vecinos de la avenida Príncipe de Asturias está descontento con la intervención arquitectónica que se hizo años atrás en el vial. Por ello han solicitado al alcalde de Xàbia, José Chulvi, y a toda la corporación que elimine «los muros que imitan restos de una antigua muralla».

También piden que se quiten los tramos de distintos desniveles que hay entre la acera y la calzada. En su opinión, estos elementos, junto a la muralla, «constituyen un verdadero peligro para los transeúntes» y, además, «suprimen el espacio para los vehículos y acceder a las viviendas» ya que producen un estrechamiento de la calle.

Estos residentes y propietarios de viviendas proponen el Ayuntamiento de Xàbia destine una parte de los presupuestos participativos que se están preparando a los trabajos de eliminación de todos estos elementos que se dispusieron en la última remodelación de la avenida Príncipe de Asturias.

En un escrito justifican su petición en la «necesidad de solucionar un problema enquistado y que venimos soportando desde hace más de cinco años». A su juicio, la reurbanización del vial y las vías adyacentes ha acarreado resultados poco afortunados.

En ese sentido, los vecinos insisten en que no merecen «seguir padeciendo» por culpa de «una decisión partidista, unilateral» y que justificaba una «construcción absurda amparándose en que era una imposición de la conselleria». Según recalcan, la actuación llevada a cabo en la avenida ha afectado negativamente y de forma «perjudicial» a la mayoría de personas que viven allí y en las zonas colindantes pues ha menguado la calidad de vida y la seguridad de los transeúntes.

En el caso de la muralla, la intervención consistió en consolidar y proteger los restos del basamento de la muralla para proteger la obra original y el incremento de unos 60 centímetros de los paramentos para que así fueran más visibles.

Los vecinos recuerdan que antes de que se llevara a cabo el proyecto de puesta en valor de las muralla ya le trasladaron su disconformidad al entonces alcalde y a la responsable de Urbanismo. Según apuntan, en ese momento ya «se intuía las negativas consecuencias de un nicho en medio de la calle» y así se lo comunicaron a los representantes municipales en reuniones, cartas y notificaciones respaldadas con más de 400 firmas. Incluso recurrieron al Síndic de Greuges.

Sin embargo, no lograron su objetivo y el resultado es, a su juicio, una calle «peligrosa para los viandantes» por las «numerosas barreras arquitectónicas», y en la que ha aumentado el tráfico rodado al res la vía natural para acceder al aparcamiento de la plaza de la Constitución.

Supresión de aparcamiento

Además hacen hincapié en la supresión de zonas de estacionamiento que supuso la actuación, la dificultad para maniobrar en los escasos aparcamientos y «los particulares no podemos utilizarlos durante el día, bajo pena de multa».

Asimismo, critican que existe una mayor dificultad para acceder pues solo hay una entrada a la avenida, el cruce con la calle Virgen de los Ángeles, que abarca todas las entradas al centro histórico. Eso se traduce en «más retenciones». También denuncian que se dan retenciones de salida.

Según remarcan, con la reurbanización «hemos perdido un bien inmaterial y nos han complicado la vida por decisiones ajenas y que no benefician a nadie».

El grupo de vecinos reconoce que unas nuevas obras van a suponer un trastorno. Son sabedores de la preocupación de algunos comerciantes, que temen que los trabajos puedan eternizarse como ya ocurrió en la anterior ocasión.

No obstante, los residentes también subrayan que «somos conscientes del perjuicio que conllevan las características urbanísticas de la zona y que el paso del tiempo no reporta una mejora ni económica ni de bienestar, degradando la habitabilidad del lugar».