La exhumación de la necrópolis de Belmonte revela más de 35 tumbas (Asturias)
22/8/13 .- http://www.elcomercio.es
La exhumación de la necrópolis de Belmonte revela más de 35 tumbas (Asturias). Los recortes ponen en riesgo la continuidad de una investigación que ha sacado a la luz el primer asentamiento neolítico de la región
El equipo de arqueólogos que desde 2010 trabaja en el núcleo belmontino de Vigaña ha finalizado la última campaña estival prevista en el proyecto 'La formación de los paisajes del Noroeste peninsular durante la Edad Media' con significativos avances. Por un lado, en la necrópolis medieval localizada junto a la iglesia en 2011, se han identificado este año más de 35 tumbas. Corresponden a «una amplia secuencia de enterramientos medievales y modernos» y presentan distintas tipologías constructivas, lo que, «sin duda, permitirá ampliar el conocimiento de la población campesina que habitaba Vigaña a finales de la Edad Media», explicó el equipo que dirigen Margarita Fernández y David González.
Los restos antropológicos hallados en los enterramientos no están en buen estado de conservación, pero los investigadores confían en que un análisis exhaustivo aporte datos suficientes para elaborar perfiles demográficos que permitirán conocer a los antiguos pobladores del valle del Pigüeña.
Además de las excavaciones realizadas en el entorno de la iglesia -cuya restitución será aprovechada para solucionar problemas de humedades existentes en el templo-, los investigadores han profundizado los trabajos iniciados el año pasado en el poblado de El Castru, que estuvo ocupado desde la Edad del Hierro hasta el periodo altoimperial. En las últimas semanas, se han hallado utensilios metálicos y restos óseos «conservados de manera excepcional», lo que permitirá estudiar la cabaña ganadera y los hábitos de consumo de los primeros pobladores de la zona.
Los arqueólogos sostienen que los descubrimientos realizados desde el inicio del proyecto -entre los que destaca el primer asentamiento neolítico de Asturias- «constituyen un hito destacado en la investigación castreña regional», ya que permiten cubrir las carencias existentes sobre la historia del área montañosa central.
Además, los resultados de estas investigaciones, desarrolladas según la denominada 'arqueología del paisaje', permiten obtener patrones para «la elaboración de nuevas planificaciones territoriales» ya que «las nuevas políticas agrarias y ganaderas no pueden obviar las prácticas productivas del pasado», advierten los expertos, que señalan también que la historia de la zona rural pueden impulsar actividades turísticas o formativas.
Por esto, lamentan que los recortes en investigación pongan en riesgo la continuidad de las investigaciones de Vigaña. Para evitarlo, los arqueólogos ya buscan alternativas a la financiación estatal, pero, de momento, hay muchas dudas sobre una nueva campaña estival.
El equipo de arqueólogos que desde 2010 trabaja en el núcleo belmontino de Vigaña ha finalizado la última campaña estival prevista en el proyecto 'La formación de los paisajes del Noroeste peninsular durante la Edad Media' con significativos avances. Por un lado, en la necrópolis medieval localizada junto a la iglesia en 2011, se han identificado este año más de 35 tumbas. Corresponden a «una amplia secuencia de enterramientos medievales y modernos» y presentan distintas tipologías constructivas, lo que, «sin duda, permitirá ampliar el conocimiento de la población campesina que habitaba Vigaña a finales de la Edad Media», explicó el equipo que dirigen Margarita Fernández y David González.
Los restos antropológicos hallados en los enterramientos no están en buen estado de conservación, pero los investigadores confían en que un análisis exhaustivo aporte datos suficientes para elaborar perfiles demográficos que permitirán conocer a los antiguos pobladores del valle del Pigüeña.
Además de las excavaciones realizadas en el entorno de la iglesia -cuya restitución será aprovechada para solucionar problemas de humedades existentes en el templo-, los investigadores han profundizado los trabajos iniciados el año pasado en el poblado de El Castru, que estuvo ocupado desde la Edad del Hierro hasta el periodo altoimperial. En las últimas semanas, se han hallado utensilios metálicos y restos óseos «conservados de manera excepcional», lo que permitirá estudiar la cabaña ganadera y los hábitos de consumo de los primeros pobladores de la zona.
Los arqueólogos sostienen que los descubrimientos realizados desde el inicio del proyecto -entre los que destaca el primer asentamiento neolítico de Asturias- «constituyen un hito destacado en la investigación castreña regional», ya que permiten cubrir las carencias existentes sobre la historia del área montañosa central.
Además, los resultados de estas investigaciones, desarrolladas según la denominada 'arqueología del paisaje', permiten obtener patrones para «la elaboración de nuevas planificaciones territoriales» ya que «las nuevas políticas agrarias y ganaderas no pueden obviar las prácticas productivas del pasado», advierten los expertos, que señalan también que la historia de la zona rural pueden impulsar actividades turísticas o formativas.
Por esto, lamentan que los recortes en investigación pongan en riesgo la continuidad de las investigaciones de Vigaña. Para evitarlo, los arqueólogos ya buscan alternativas a la financiación estatal, pero, de momento, hay muchas dudas sobre una nueva campaña estival.
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